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Esta sección presenta temas de interés en la prevención de patologías prevalentes destinados a publico general.

Se encuentra a cargo del Dr. Gastón Chiganer

 


Dr. Gastón Chiganer

gchiga@hotmail.com

 
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DIABETES MELLITUS

 

Dr. Javier L. Sosa

 

El término diabetes mellitus derivado del griego, consta de dos vocablos: Diabetes, cuyo significado es evacuar gran cantidad de líquido y Mellitus, que quiere decir miel. Es decir, indica la expulsión de gran cantidad de líquido (orina) con sabor dulce por el exceso de azúcar presente en ella.

La primera referencia por escrito, que comúnmente se acepta, corresponde al papiro encontrado por el egiptólogo alemán George Ebers en 1873, cerca de las ruinas de Tebas (hoy Luxor), fechado hacia el 1.500 antes de la era cristiana. Este papiro se conserva hoy en día en la biblioteca de la Universidad de Leipzig (Alemania). Es un rollo de papiro que al desenrollarlo mide 20 m de largo por 25 cm de ancho y en él está escrito todo lo que se sabía o se creía saber sobre Medicina. Un párrafo está dedicado a la extraña enfermedad, a la que siglos después los griegos llamarían diabetes.

Su autor fue un sacerdote del templo de Inmhotep, médico eminente en su época, y en su escrito nos habla de enfermos que adelgazan, tienen hambre continuamente, que orinan en abundancia y se sienten atormentados por una enorme sed.

 

Diabetes mellitus, es un grupo de enfermedades metabólicas caracterizadas por hiperglicemia (aumento de los niveles de glucosa en sangre), resultado de defectos en la secreción de insulina, en su acción o ambos. La insulina es una hormona generada por el páncreas; es la que permite que la glucosa (azúcar formado tras la digestión de los alimentos) penetre en las células, donde se transforma en energía necesaria para nuestro organismo. El organismo de la persona con diabetes tiene dificultades para la utilización y control de la glucosa. Cuando la glucosa no puede penetrar en las células se acumula en la sangre y se producen los síntomas de la diabetes.

La hiperglicemia crónica de la diabetes está asociada a largo plazo con daño y disfunción de varios órganos, especialmente los ojos (retinopatía, cataratas), los riñones (nefropatía), el corazón (cardiopatía isquémica), los nervios (polineuropatía) y los vasos sanguíneos (macro y microangiopatía).

Los síntomas de hiperglucemia importante incluyen poliuria (orinar grandes volúmenes), polidipsia (necesidad de ingerir gran cantidad de líquidos), polifagia (ingesta excesiva y voraz), pérdida de peso y visión borrosa.

 

 

Clasificación etiológica de la diabetes mellitus

 

Diabetes tipo 1 (cursa con deficiencia absoluta de insulina), conocida anteriormente como diabetes mellitus insulino dependiente o diabetes juvenil. Se caracteriza por un déficit de insulina, dado por la destrucción de las células beta del páncreas por procesos autoinmunes ó idiopáticos.  Sólo cerca de 1 cada 20 personas diabéticas tiene diabetes tipo 1, la cual se presenta más frecuentemente en jóvenes y niños.

 

Diabetes tipo 2 (puede presentarse con resistencia a la insulina o con déficit secretorio de insulina), conocida con anterioridad como diabetes mellitus no insulino dependiente o diabetes del adulto.  Se caracteriza por el déficit relativo de producción de insulina y por una deficiente utilización periférica por los tejidos de glucosa (resistencia a la insulina). Se desarrolla a menudo en etapas adultas de la vida, y es muy frecuente la asociación con la obesidad.

 

Otros tipos específicos

  • Defectos genéticos en las células pancreáticas

  • Defectos genéticos en la insulina

  • Enfermedades del páncreas exócrino

  • Endócrinopatías

  • Drogas

  • Infecciones

  • Síndromes genéticos

 

Diabetes gestacional: es un tipo de diabetes que sólo afecta a las mujeres embarazadas. Si no es tratada adecuadamente puede causar problemas para la madre y los bebés.

 

Entre los factores de riesgo de la diabetes tipo 2 se encuentran la edad avanzada, la obesidad, los antecedentes familiares de diabetes, los antecedentes de diabetes gestacional, intolerancia a la glucosa, la falta de actividad física y la raza u origen étnico. Los afroamericanos, los hispanos o latinos, los indios americanos y algunos estadounidenses de origen asiático presentan un  riesgo elevado de presentar diabetes tipo 2.

Actualmente la diabetes constituye una enfermedad crónica, que si bien no tiene cura, sí contamos con un tratamiento. El tratamiento consistirá en mantener sus niveles de glucosa dentro de unos objetivos que pueden variar ligeramente y que serán estipulados por su médico.

Es importante que el paciente diabético comprenda su enfermedad y el curso crónico de la misma, y que él es un protagonista fundamental en el tratamiento de la misma. La persona con diabetes debe aprender cuestiones con respecto a la dieta y planificación de las comidas. También debe saber cómo afectan a sus niveles de glucosa otros factores como el ejercicio físico, la medicación y el estrés.

El análisis de la glucosa en sangre es un método fácil y rápido, y es conveniente que los propios pacientes aprendan a realizar su control (automonitoreo). Esta determinación ayudará a saber si se están cumpliendo los objetivos establecidos. Del mismo modo, la anotación diaria de estos resultados será de utilidad para valorar los resultados y proponer posibles cambios en el tratamiento cuando sean necesarios.

 

Dentro de las complicaciones agudas de la enfermedad se encuentran la hipoglicemia y la hiperglicemia.

La hiperglicemia se caracteriza por valores de glucosa en sangre por encima de los establecidos. Puede deberse a diversas causas, entre las que se encuentran, el abandono de la medicación, las dosis insuficientes de medicamentos, el exceso de comida, la existencia de infecciones, cirugía o estrés. Si la hiperglicemia no se trata correctamente, puede ocasionar cuadros graves como la cetoacidosis diabética. En este caso la persona requiere internación para su tratamiento.

Otra complicación grave, es la hipoglicemia, que son los valores de glucosa en sangre por debajo de los valores determinados. Suele presentarse en forma brusca, por lo que la persona con diabetes, no siempre es consciente de su estado. Suele manifestarse con mareos, confusión, cambios en el estado del ánimo, sudoración, nerviosismo, temblores, visión borrosa. En el caso de presentarse algunos de éstos síntomas, rápidamente, de ser posible,  debe controlarse el valor de glucosa y luego administrar algún alimento o bebida con contenido de azúcar (caramelos, gaseosas, azúcar) y avisar inmediatamente a su médico.

 

 

Algunos mitos sobre la diabetes...

 

v       Es posible tener “un poco de azúcar” o una “diabetes mellitus (DM) leve”.

A las personas con valores de glicemia en ayunas entre 100 mg/dl y 125 mg/dl, casi siempre le dicen que tienen “un poco de azúcar” porque no cumplen con los criterios diagnósticos de DM (glucosa en ayunas 126 mg/dl o mayor).  Se considera una entidad de riesgo para el desarrollo de DM. Se la denomina pre-diabetes. Mejorando los hábitos de alimentación, reduciendo el sobrepeso y realizando actividad física, probablemente puedan evitar el desarrollo de diabetes mellitus.

 

v       La DM tipo 2 es menos perjudicial que la DM tipo 1.

Lo anterior es un concepto falso, ya que cualquiera de las formas de DM, pueden ocasionar complicaciones serias y comprometer diferentes órganos. Estas son consecuencias de la hiperglicemia crónica y puede estar presente en cualquiera de las formas de diabetes.

 

v       El consumo excesivo de azúcar o dulces ocasiona DM.

No es cierto. El azúcar aporta nutrientes necesarios para el cuerpo. Además genera la secreción de insulina para controlar los valores de glucosa sanguínea. En la DM existe una deficiencia de insulina o una dificultad en las células para utilizarla. No es el consumo de dulces el que produce la DM.

 

v       La DM es una enfermedad hereditaria.

La DM no es una enfermedad hereditaria; lo que se hereda es la predisposición a desarrollarla. Esto quiere decir que aquellas personas propensas por sus genes y que presenten factores de riesgo tales como obesidad o inactividad física, es probable que desarrollen la enfermedad.

 

v       La diabetes mellitus se cura.

Como ya se mencionó, la DM es una enfermedad crónica que no posee cura, pero si tratamiento. El control se logra con una alimentación adecuada, ejercicio físico, valores adecuados de glicemia y los medicamentos adecuados (insulina y/o antidiabéticos orales).

 

 

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