¿Qué es el
dengue?
Dr. Gastón Chiganer y Dr. Antonio Montero
El dengue es una enfermedad viral provocada por la infección
con el virus del dengue. La enfermedad tiene un amplio espectro
de síntomas en el ser humano, desde formas clínicamente
inaparentes – que son la mayoría-, pasando por formas febriles
inespecíficas u otras que pueden confundirse con un cuadro
gripal moderado a severo, hasta formas graves y a veces fatales
que incluyen cuadros hemorrágicos y el shock por insuficiencia
circulatoria.
Los virus son transmitidos a los humanos por la picada de un
mosquito infectado (Aedes aegypti en medios urbanos,
Aedes albopictus en medios rurales).
En América, la enfermedad se mantiene por un doble reservorio
que incluye a los humanos y mosquitos infectados. En el sudeste
asiático es posible que exista un ciclo selvático que incluye
mosquitos y monos, pero este hecho no ha sido completamente
elucidado.
¿Cómo se transmite el dengue? |
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Los mosquitos, tanto machos como hembras se alimentan de
néctar, pero la hembra necesita ingerir sangre para
desarrollar sus huevos.
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Los mosquitos del género Aedes son antropófilos,
es decir que si pueden elegir, prefieren picar humanos
antes que animales.
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Los perfumes fuertes, el sudor y los olores corporales
los atraen, en tanto que la piel fría y el olor a jabón
los ahuyenta. Por eso pican menos a quienes están recién
bañados.
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Pueden picar a cualquier hora del día y de la noche,
pero generalmente lo hace en la mañana y en horas de la
tarde.
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Los enfermos de Dengue presentan el virus en la sangre
durante los primeros cinco días de fiebre. Cuando un
mosquito Aedes pica a un enfermo en este período
se infecta a su vez, y al cabo de 14 días adquiere la
capacidad de contagiar a otras personas que pique.
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El mosquito se infecta con el virus Dengue de por vida,
y transmite la infección a su descendencia puesto que
desova huevos ya infectados. Estos huevos se mantienen
viables hasta 7 meses si el medio en el que son
depositados está seco. Al germinar en la próxima
temporada de lluvias, darán origen a una nueva
generación de mosquitos Aedes que nacerán ya
infectados con el virus Dengue. Por este motivo la
fumigación no alcanza a erradicar la enfermedad por si
sola y es necesaria una participación permanente de la
comunidad para erradicar los criaderos domiciliarios de
Aedes.
Alerta en verano
Cuanto más calor hace, el ciclo de vida del mosquito se
cumple en menos días. En invierno, el Aedes deja de
poner huevos cuando la temperatura desciende a menos de
15º y muere a menos de 10º grados de temperatura. Pero
en los días húmedos y templados del invierno pueden
originar rápidamente una nueva generación de mosquitos,
ya que los huevos germinan en 48 hs.
Alerta en invierno.
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El invierno proporciona una cierta tregua que debe
aprovecharse para eliminar todo sitio donde puedan
proliferar mosquitos: cacharros, cubiertas de automóvil,
frascos con plantas (potus), piscinas, estanques,
tanques de agua mal tapados, aljibes, desagües deben ser
revisados meticulosamente para eliminar todo vestigio de
mosquitos, larvas y huevos. Los recipientes vacíos deben
cepillarse o lavarse con agua hirviendo y luego
colocarse boca abajo. Las flores acuáticas como los
potus deben mantenerse en frascos rellenos con arena
hasta la boca, y luego inundados con agua. De este modo
no criarán mosquitos Aedes que prefieren el agua
limpia para desovar. Las zanjas de desagües deben ser
intubadas y cubiertas, y si esto no es posible,
mantenidas libres de obstáculos para que el agua pueda
fluir libremente, ya que el mosquito prefiere aguas
estancadas para desovar. Fuentes ornamentales, lagos
artificiales y grandes estanques pueden ¨sembrarse¨ con
peces y anfibios larvífagos, que se alimentan de larvas
de mosquitos y contribuyen a mantener controlado el
medio ambiente.
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¿Qué manifestaciones clínicas produce?
La inmensa mayoría de los casos (87%) son asintomáticos, es
decir que aunque pueden contagiar al ser picados por un mosquito
Aedes, no presentan ningún síntoma.
Los casos sintomáticos pueden presentar un cuadro febril
inespecífico, o desarrollar el dengue clásico, que se
caracteriza por el desarrollo rápido de una fiebre que
puede durar entre cinco y siete días, con dolores
intensos de cabeza, articulares, musculares y erupción. El
dengue también puede presentar una erupción
característica que se desarrolla en el tronco y palidece con la
compresión, la que aparece pocos días después de haber aparecido
la fiebre. En los niños pequeños esta erupción puede ser muy
llamativa y confundirse con rubéola o sarampión.
La forma hemorrágica del dengue es más grave y se asocia
con pérdida del apetito, vómitos, fiebre alta, dolor de cabeza y
dolor abdominal, seguido de manifestaciones hemorrágicas. Pueden
ocurrir shock e insuficiencia circulatoria. El dengue
hemorrágico sin tratamiento causa la muerte hasta en el 50 por
ciento de los casos.
Las epidemias tienen carácter explosivo, pero la tasa de
letalidad es muy baja, siempre que no aparezca el dengue
hemorrágico.
¿Existe un tratamiento específico?
No existe un tratamiento específico para el dengue. Con
frecuencia, se utilizan líquidos intravenosos y terapia de
oxígeno en los pacientes que sufran un shock durante su
enfermedad. Se debe evitar la ingesta de aspirina, prefiriéndose
paracetamol en caso de dolores o fiebre.
¿Existe una vacuna? ¿Se puede prevenir?
No hay vacuna para el dengue.
La mejor medida de prevención es eliminar los lugares donde el
mosquito pone sus huevos, principalmente los envases
artificiales que acumulan agua
(floreros, latas, cubiertas de automóviles, y todos aquellos
elementos que puedan conservar agua estacionada).
La aplicación adecuada de repelente de mosquitos que contenga de
20% a 30% DEET como ingrediente activo en la piel expuesta y la
ropa, reducirá el riesgo de ser picado por los mosquitos. Al
respecto, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda como
repelente de insectos los productos que contengan DEET (N-N
dietil-toluamida).
El repelente debe aplicarse sobre la piel descubierta. Al
utilizar un repelente, lea atentamente las indicaciones del
envase. La aplicación de repelente debe repetirse a intervalos
regulares, cuya duración depende de la concentración de DEET:
Los aerosoles que contienen una concentración de entre 15% y
25% de DEET, deben aplicarse cada 4-5 horas.
Los sprays y cremas que contienen entre 5% al 7,5% de DEET,
deben renovar su aplicación cada 1-2 horas.
La Sociedad Argentina de Pediatría recomienda en menores de 2
años la utilización de citronella. Entre los 2 a 12 años se
recomienda utilizar DEET con una concentración hasta 10%. No
debe aplicarse DEET a los bebés menores de un año. En su lugar
se recomienda proteger la cuna con un mosquitero de malla fina.
¿Por qué ha aparecido la epidemia de dengue en Argentina?
Razones que explican la aparición del dengue en nuevas regiones:
Existen dos factores directamente responsables de la aparición y
reaparición del dengue: Ellos son a) Un incremento en la
densidad y distribución geográfica del mosquito vector, y b) un
aumento en la tasa de transmisión viral y en el área de
circulación del virus dengue.
El incremento en la densidad y distribución geográfica del
mosquito vector está directamente influenciado por los grandes
movimientos demográficos ocurridos en América Latina en las
últimas décadas y a los cuales Argentina no ha sido ajena:
importantes masas de pobladores empobrecidos, desocupados o
marginados por cambios en los modos de producción,
desindustrialización o recesión que se dirigen hacia la
periferia de los grandes centros urbanos en búsqueda de mejores
oportunidades terminan creando bolsones de pobreza
caracterizados por urbanización precaria, inadecuada provisión
de agua potable y manejo incorrecto de los efluentes sanitarios
(pozos ciegos, cisternas, aljibes, zanjas de riego, zanjas de
aguas servidas). A comienzos de 1940 las naciones de las tres
Américas iniciaron una campaña para la erradicación continental
del mosquito Aedes aegypti –transmisor del dengue y de la
fiebre amarilla- y lograron mantenerse libres del insecto entre
1960 y 1970. Cuando esta campaña fue oficialmente discontinuada
por los EEUU primero y por los restantes países poco después, el
mosquito logró repoblar una a una todas las regiones de donde
fuera desplazado, llegando a ocupar un área mayor que la
original de donde fuera desplazado.
El aumento en el volumen de aeronavegación, a su vez, facilita
el movimiento de diferentes serotipos del virus dengue entre
regiones, ya sea mediante el traslado inadvertido de mosquitos
infectados, o de viajeros humanos en fase virémica, lo que
posibilita la introducción de nuevos virus en una población
susceptible.
En la urgencia, la fumigación es una medida razonable, pero
resulta ineficaz para controlar y erradicar por si sola al
mosquito vector. Para que el control sea eficiente, debe
complementarse con otras medidas.
El medio más eficaz para controlar el vector es el manejo
ambiental, que implica planificar, organizar, ejecutar y
monitorear periódicamente actividades tendientes a la
modificación o manipulación de factores ambientales con miras a
prevenir o reducir la propagación del vector y a disminuir o
impedir el contacto del mosquito vector con los humanos.
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