Tabaquismo
El tabaquismo es la principal causa de muerte
prematura evitable en el mundo. Es responsable de 5.000.000
de muertes anuales, cifra que podría duplicarse en el 2030, de
no mediar acciones para contrarrestar la situación. Se observa
un claro desplazamiento de la epidemia hacia los países de menor
desarrollo y hacia aquellos países que poseen regulaciones
débiles a los productos del tabaco.
La situación en Argentina es aún alarmante, si bien en el 2004
se observó una disminución en el consumo respecto a cifras
anteriores. Actualmente fuma el 34% de la población adulta, el
23% de los adolescentes de 12 a 14 años y el 40% de los de 15 a
18 años, con un claro predominio femenino a edades tempranas.
Cada año mueren 40.000 argentinos debido a enfermedades
directamente relacionadas con el consumo de tabaco.
La situación es igualmente preocupante en cuanto al tabaquismo
pasivo y a la escasa implementación de ambientes sin humo, donde
el 67% de la población está expuesta en los hogares y 90% en
otros ámbitos.
Consideraciones generales:
La nicotina, uno de los ingredientes
principales del tabaco, es un poderoso estimulante. Al cabo de
unos segundos de inhalar una bocanada de humo, el fumador recibe
una poderosa dosis de este componente en el cerebro. Esto hace
que las glándulas adrenales viertan en la sangre adrenalina, lo
cual acelera el ritmo cardiaco y aumenta la presión sanguínea.
La nicotina está considerada como una sustancia más adictiva que
otras drogas ilícitas.
Los efectos dañinos de estas
sustancias incluyen:
-
Aumento del nivel de monóxido de
carbono en la sangre y reducción de la cantidad de oxígeno
disponible para el cerebro y otros órganos
-
Daño a los
pulmones y aumento de riesgo de cáncer de pulmón, enfisema y
bronquitis crónica
-
Aumento del riesgo
de
cáncer
de laringe, boca, esófago, vejiga, riñones y páncreas
-
Menopausia
prematura y mayor riesgo de osteoporosis en
mujeres mayores
-
Envejecimiento
prematuro de la piel en mujeres
-
Mayor riesgo de
abortos,
muerte
súbita y bajo peso al nacer en bebés de madres
fumadores
-
El riesgo de padecimientos
cardíacos aumenta de 2 a 4 veces
Consulta a un profesional:
Si tiene dificultad en dejar de fumar, vea al médico. Consúltelo
al menos una o dos veces al año para hacer una revisión del
corazón y pulmones, porque el cigarrillo afecta principalmente a
estos órganos.
Un médico puede ayudar sugiriendo el método más eficaz para
dejar de fumar.
Opciones terapéuticas:
En la actualidad existen diferentes métodos para intentar dejar
de fumar, entre ellos los parches o chicles de nicotina que poco
a poco van reduciendo las dosis de nicotina suministrada y la
dependencia.
Dejar de fumar
no es fácil, pero no es tan difícil como mucha gente piensa.
Existen numerosos programas disponibles que ayudan a abandonar
el hábito.
Mejorías tras
la suspensión:
Cuando un
paciente deja de fumar el cuerpo tiende a mejorar y repara
algunos de los daños causados por el cigarrillo. Por ejemplo,
dentro de los tres primeros meses después de dejar de fumar la
función pulmonar mejora cerca de un 30%. En un año el riesgo de
padecimientos cardíacos se reduce a la mitad de lo que habría
sido si el paciente hubiera continuado fumando. Después de cinco
años de dejar de fumar, el índice de mortalidad por cáncer de
pulmón también se reduce a la mitad. Los riesgos de otros
cánceres también se reducen, por lo tanto NUNCA es demasiado
tarde para dejar de fumar!
La mejor manera
de evitar todos los problemas causados por el tabaco es NO
EMPEZAR A FUMAR! Por ello es muy importante que los adultos
den ejemplos a los niños para no comenzar a fumar y apoyen a los
que están tratando de dejar el hábito. |