Nódulo de
tiroides
Dr. Gastón Chiganer
¿Qué es la glándula
tiroides?
La tiroides es una
glándula endocrina. Está situada en la parte frontal del cuello
a la altura de las vértebras cervical 5º y dorsal 1º, justo
debajo de la nuez de Adán junto al cartílago tiroides sobre la
traquea y cubierta por el plano muscular, el tejido subcutáneo y
la piel. Pesa entre 15 y 30 gramos en el adulto, y está formada
por dos lóbulos en forma de mariposa a ambos lados de la tráquea
unidos por el istmo. Produce dos hormonas tiroideas-la
triiodotironina (T3) y la tiroxina (T4).
La T3 y la T4 ayudan a regular la forma en
que el cuerpo usa y almacena energía (metabolismo).
¿Qué son los
nódulos tiroideos y quien presenta riesgo de tenerlos?
Los
nódulos tiroideos son agrandamientos de la glándula tiroidea
clínicamente reconocibles caracterizados por un crecimiento
excesivo y una transformación funcional y/o estructural de una o
más áreas dentro de un tejido tiroideo normal.
Los nódulos tiroideos
son detectados comúnmente en la práctica clínica en un
porcentaje cercano al 4- 7% de la población. Recientemente,
establecimos que la prevalencia de la patología nodular tiroidea
en la población del área metropolitana de Buenos Aires,
determinada por palpación, fue del 2,5%. La frecuencia de
nódulos tiroideos se incrementó con la edad, el 90,5% de los
sujetos con nódulos tenía más de 40 años. Más aún, la frecuencia
de detección de nódulos subclínicos por ecografía, supera el 50%
en las mujeres mayores de 60 años.
Es posible que usted
no sepa que tiene un nódulo hasta que no le comience a crecer.
Aunque los síntomas no son comunes, un nódulo grande a veces
puede causar dolor o ronquera, o puede dificultar el tragar o
respirar. Los nódulos de la tiroides a veces pueden ser
cancerosos. El cáncer en la tiroides ocurre en un 8% de los
hombres con nódulos de tiroides y en un 4% de las mujeres con
nódulos de tiroides. Un 90 a 95% de todos los nódulos de la
tiroides son benignos (no cancerosos).
Se
desconoce la causa de la mayoría de nódulos benignos pero
frecuentemente se encuentran en miembros de la misma familia.
Mundialmente, la causa más común es la falta de yodo.
¿Cómo se
diagnostican los nódulos en la tiroides?
La
mayoría de los nódulos de la tiroides se descubren durante un
examen físico rutinario, por medio de la palpación del cuello.
Después de encontrar un nódulo, su médico le ordenará pruebas de
laboratorio para determinar si está funcionando como un tejido
tiroideo normal o si está produciendo demasiada hormona tiroidea
(hiperfuncionante).
Sin embargo estas
pruebas no son suficientes para eliminar la posibilidad de
cáncer tiroideo. Para obtener más información acerca del nódulo,
puede ser necesario hacer una o más de las siguientes pruebas:
• Ecografía, es
un método seguro y efectivo para determinar el tamaño (si son
mayores a los 3 mm.) y las características de los componentes
del nódulo, ya sean estos sólidos o quísticos.
Desafortunadamente este método no sirve para diferenciar entre
nódulos benignos y malignos; pero es muy útil para guiar la
punción y extraer (aspirar) nódulos muy pequeños.
• Centellografía de
la tiroides en el que se utiliza una pequeña cantidad de
yodo radioactivo y una cámara especial para obtener una imagen
de la tiroides y determinar si el nódulo está produciendo
hormonas. El nivel de actividad no puede indicar de si es o no
es cáncer de la tiroides. Este procedimiento generalmente se
hace cuando su médico sospecha que usted puede tener un nódulo
“caliente” o uno que está hiperfuncionante.
•
Punción-aspiración con aguja fina, en la cual se utiliza una
aguja delgada para extraer células o muestra del líquido del
interior del nódulo. Esta prueba es muy exacta para identificar
los nódulos cancerosos o “sospechosos.” El número de
complicaciones importantes (hemorragia, infección, inducción de
necrosis o la formación de quistes) es muy bajo.
¿Cómo se tratan los
nódulos de la tiroides?
El
tratamiento depende del tipo de nódulo. La extirpación
quirúrgica de la glándula se recomienda cuando los nódulos son
cancerosos o sospechosos. Después de la cirugía, puede
utilizarse una terapia con yodo para destruir cualquier célula
tiroidea remanente. La opción quirúrgica muchas veces se la
utiliza para nódulos benignos, ya sean estos simples o asociados
a un bocio multinoduar, cuando son muy grandes o presentan
signos o síntomas de compresión, molestias o por cuestiones
estéticas. Todos los otros nódulos son candidatos a tratamiento
médico o a seguimiento.
Los nódulos
hiperfuncionates casi nunca son cancerosos pero pueden producir
demasiada hormona tiroidea y causar hipertiroidismo. Estos
nódulos pueden extirparse quirúrgicamente o pueden tratarse con
yodo radioactivo, dependiendo del tamaño, edad y enfermedades
concomitantes
Todo nódulo que no sea
extirpado necesita ser controlado por su médico cada 6-12 meses.
Este seguimiento puede incluir un examen físico, ecografía de la
tiroides o ambas cosas. Si el nódulo crece, puede que se tenga
que repetir la punción-biopsia de aguja fina (aunque ya haya
tenido una anteriormente).
¿Qué debe hacer con
esta información?
Si usted cree que
tiene nódulo en la tiroides, visite a un médico clínico o un
endocrinólogo para obtener un diagnóstico y tratamiento.
Recuerde que es importante que siga el tratamiento recomendado y
las visitas de seguimiento. |