/  Rosario - Santa Fe - Argentina

 
 
     

 


 

Esta sección presenta temas de interés en la prevención de patologías prevalentes destinados a publico general.

Se encuentra a cargo del Dr. Gastón Chiganer

 


Dr. Gastón Chiganer

gchiga@hotmail.com

 
Aclaración de uso de Información para la Comunidad

 

 

Nódulo de tiroides

Dr. Gastón Chiganer

 

¿Qué es la glándula tiroides?

La tiroides es una glándula endocrina. Está situada en la parte frontal del cuello a la altura de las vértebras cervical 5º y dorsal 1º, justo debajo de la nuez de Adán junto al cartílago tiroides sobre la traquea y cubierta por el plano muscular, el tejido subcutáneo y la piel. Pesa entre 15 y 30 gramos en el adulto, y está formada por dos lóbulos en forma de mariposa a ambos lados de la tráquea unidos por el istmo. Produce dos hormonas tiroideas-la triiodotironina (T3) y la tiroxina (T4). La T3 y la T4 ayudan a regular la forma en que el cuerpo usa y almacena energía (metabolismo).

 

¿Qué son los nódulos tiroideos y quien presenta riesgo de tenerlos?

            Los nódulos tiroideos son agrandamientos de la glándula tiroidea clínicamente reconocibles caracterizados por un crecimiento excesivo y una transformación funcional y/o estructural de una o más áreas dentro de un tejido tiroideo normal.

Los nódulos tiroideos son detectados comúnmente en la práctica clínica en un porcentaje cercano al 4- 7% de la población. Recientemente, establecimos que la prevalencia de la patología nodular tiroidea en la población del área metropolitana de Buenos Aires, determinada por palpación, fue del 2,5%. La frecuencia de nódulos tiroideos se incrementó con la edad, el 90,5% de los sujetos con nódulos tenía más de 40 años. Más aún, la frecuencia de detección de nódulos subclínicos por ecografía, supera el 50% en las mujeres mayores de 60 años.

Es posible que usted no sepa que tiene un nódulo hasta que no le comience a crecer. Aunque los síntomas no son comunes, un nódulo grande a veces puede causar dolor o ronquera, o puede dificultar el tragar o respirar. Los nódulos de la tiroides a veces pueden ser cancerosos. El cáncer en la tiroides ocurre en un 8% de los hombres con nódulos de tiroides y en un 4% de las mujeres con nódulos de tiroides. Un 90 a 95% de todos los nódulos de la tiroides son benignos (no cancerosos).

            Se desconoce la causa de la mayoría de nódulos benignos pero frecuentemente se encuentran en miembros de la misma familia. Mundialmente, la causa más común es la falta de yodo.

 

¿Cómo se diagnostican los nódulos en la tiroides?

            La mayoría de los nódulos de la tiroides se descubren durante un examen físico rutinario, por medio de la palpación del cuello. Después de encontrar un nódulo, su médico le ordenará pruebas de laboratorio para determinar si está funcionando como un tejido tiroideo normal o si está produciendo demasiada hormona tiroidea (hiperfuncionante).

Sin embargo estas pruebas no son suficientes para eliminar la posibilidad de cáncer tiroideo. Para obtener más información acerca del nódulo, puede ser necesario hacer una o más de las siguientes pruebas:

Ecografía, es un método seguro y efectivo para determinar el tamaño (si son mayores a los 3 mm.) y las características de los componentes del nódulo, ya sean estos sólidos o quísticos. Desafortunadamente este método no sirve para diferenciar entre nódulos benignos y malignos; pero es muy útil para guiar la punción y extraer (aspirar) nódulos muy pequeños.

• Centellografía de la tiroides en el que se utiliza una pequeña cantidad de yodo radioactivo y una cámara especial para obtener una imagen de la tiroides y determinar si el nódulo está produciendo hormonas. El nivel de actividad no puede indicar de si es o no es cáncer de la tiroides. Este procedimiento generalmente se hace cuando su médico sospecha que usted puede tener un nódulo “caliente” o uno que está hiperfuncionante.

Punción-aspiración con aguja fina, en la cual se utiliza una aguja delgada para extraer células o muestra del líquido del interior del nódulo. Esta prueba es muy exacta para identificar los nódulos cancerosos o “sospechosos.” El número de complicaciones importantes (hemorragia, infección, inducción de necrosis o la formación de quistes) es muy bajo.

 

¿Cómo se tratan los nódulos de la tiroides?

            El tratamiento depende del tipo de nódulo. La extirpación quirúrgica de la glándula se recomienda cuando los nódulos son cancerosos o sospechosos. Después de la cirugía, puede utilizarse una terapia con yodo para destruir cualquier célula tiroidea remanente. La opción quirúrgica muchas veces se la utiliza para nódulos benignos, ya sean estos simples o asociados a un bocio multinoduar, cuando son muy grandes o presentan signos o síntomas de compresión, molestias o por cuestiones estéticas. Todos los otros nódulos son candidatos  a tratamiento médico o a seguimiento.

Los nódulos hiperfuncionates casi nunca son cancerosos pero pueden producir demasiada hormona tiroidea y causar hipertiroidismo. Estos nódulos pueden extirparse quirúrgicamente o pueden tratarse con yodo radioactivo, dependiendo del tamaño, edad y enfermedades concomitantes

Todo nódulo que no sea extirpado necesita ser controlado por su médico cada 6-12 meses. Este seguimiento puede incluir un examen físico, ecografía de la tiroides o ambas cosas. Si el nódulo crece, puede que se tenga que repetir la punción-biopsia de aguja fina (aunque ya haya tenido una anteriormente).

 

¿Qué debe hacer con esta información?

Si usted cree que tiene nódulo en la tiroides, visite a un médico clínico o un endocrinólogo para obtener un diagnóstico y tratamiento. Recuerde que es importante que siga el tratamiento recomendado y las visitas de seguimiento.

 

©2004 - 2008  Cínica-UNR.org
Publicación digital de la 1ra Cátedra de Clínica Médica y Terapéutica
y la Carrera de Posgrado de Especialización en Clínica Médica
 
Facultad de Ciencias Médicas - Universidad Nacional de Rosario
 
Todos los derechos reservados
  Sitio web desarrollado por los Dres. Ramón Ferro y Roberto Parodi