DOS AÑOS DE SUPLEMENTO CULTURAL
Alcides A. Greca
Cuando nació Clínica-UNR.org, una sección del
portal fue dedicada a temas culturales de lo más variados, de
acuerdo a nuestro particular concepto de lo que es la cultura
(ver “El nuevo suplemento. ¿Qué entendemos por cultura?”) Pese a
que lo hicimos con plena convicción de la importancia que tiene
para el médico levantar periódicamente la vista de las revistas
científicas, mirar a su alrededor y descubrir o redescubrir
cuánto de extraordinario existe en el mundo y cuánto se puede
alimentar el espíritu de escritores, pintores, músicos,
cineastas, historiadores y filósofos, no pocas incertidumbres
nos asaltaron al emprenden la tarea.
¿Sería realmente una sección visitada?,
¿recibiríamos aportes de amigos y colegas?, ¿entendería la gente
más joven, involucrada con todas sus energías en aprender y
adquirir experiencia en cuestiones meramente técnicas de la
medicina, que leer otras cosas y frecuentar otros autores
también los haría mejores médicos, como un efecto colateral de
hacerlos mejores personas?
Las respuestas se fueron produciendo lentamente
y fueron tan alentadoras que hace exactamente dos años, pensamos
en que Medicina y Cultura se convirtiese en un suplemento
mensual, con formato de revista digital, al cual pudiera
accederse también desde la dirección electrónica
www.medicinaycultura.org.ar. Nuevas cavilaciones cobraron
cuerpo: ¿Sería posible mantenerla en el tiempo?, ¿habría
producción suficiente?
Incorporamos al comité editorial a figuras
reconocidas de la cultura local y nacional y a poco de andar,
también de la internacional. Generosamente, autores consagrados
(médicos y no médicos) nos enviaron sus textos y la revista
on line, con el talento en la diagramación, la creatividad y
el sentido estético de Ramón Ferro, ganó rápidamente un sólido
prestigio. Mucha fue y sigue siendo nuestra satisfacción y
nuestro agradecimiento a todos los que siendo nombres
reconocidos engalanaron y elevaron a nuestra publicación.
Pero hubo un hecho impensado, que por muy
anhelado, ni siquiera habíamos puesto en palabras. Poco a poco,
pero cada vez con mayor consecuencia y constancia, jóvenes
médicos y estudiantes de medicina, que verdaderamente
descubrieron un mundo nuevo, más allá del perímetro de
consultorios y de salas de hospital, comenzaron a escribir y lo
hicieron con entusiasmo encomiable.
Durante 2008, y con motivo del Congreso
Argentino de Estudiantes de Medicina realizado en Rosario, con
nuestra Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional
de Rosario como sede, coorganizamos junto al portal Intramed, y
a su director, nuestro amigo Daniel Flichtentrei (el padre de la
idea), un concurso literario para estudiantes, con el tema
“Retrato de un maestro”. Una vez más nos preguntamos ¿mandarán
los alumnos algún texto, o quedará desierto?
Varias decenas de retratos dieron buen trabajo
al Jurado y más allá de quiénes resultaron ganadores, lo que se
puso en evidencia fue que se había abierto una compuerta, por
largo tiempo clausurada, por la que fluyó como una catarata, el
agradecimiento, la admiración y el reconocimiento de modelos a
imitar. Pero por sobre todo, los estudiantes, llenos de
entusiasmo, concordante con sus pocos años, se dispusieron a
escribir.
Hemos conseguido mantenernos en el tiempo, el
material enviado por nuestros colaboradores comienza a
acumularse en nuestros archivos y los jóvenes leen más y
escriben sus propias experiencias, buscan bibliografía sobre
temas de cultura general y amplían su visión de la medicina y de
la vida. Se nos dirá que sólo se trata de una selecta minoría.
¡No importa! Con que haya una sola persona receptiva que como
consecuencia de nuestra invitación descubra una nueva faceta de
sí misma, estamos más que justificados. Y por suerte, son cada
vez más numerosas. Tenemos suficientes razones para sentir
satisfacción y optimismo. Y desafiando al dicho popular,
derrotista por cierto, decir con convicción que todo tiempo
futuro será mejor. |