Simposio de Bioética
y Humanización de la Asistencia Hospitalaria.
El 22 de mayo se realizó en el Hospital del Corazón de San Pablo
(uno de los hospitales más importantes de Brasil) el
“Simposio de Bioética hospitalaria. Humanización de la
asistencia hospitalaria”. Las exposiciones y ulteriores
discusiones giraron en torno de cuatro ejes temáticos: Bioética
y Humanización, Espiritualidad de la asistencia hospitalaria,
Elección de los Cuidados Paliativos, y la Terminalidad de la
vida.
Los Cuidados Paliativos fueron abordados como un problema de
Salud Pública, haciendo hincapié que los mismos constituyen un
soporte para el paciente pero también para la familia de éste.
En torno a la biografía del enfermo, la asistencia clínica se
explicitó bajo cuatro dominios: biológico, social, psicológico y
espiritual. Se hizo mención a la historia de estos cuidados en
el Siglo XX, especialmente figuras emblemáticas como Cicely
Saunders y Elizabeth Kubler Ross. Los Cuidados Paliativos frente
a la incapacidad del enfermo, el impacto del hecho desgraciado
en la familia, la prevención del sufrimiento asociado. En el
debate se pusieron de manifiesto distintas posiciones y también
algunas confusiones conceptuales: la instrumentación de estos
cuidados cuando ya no hay nada para hacer (…), la situación
entre curar o cuidar, la incógnita de si estos cuidados deben
reservarse exclusivamente para los pacientes terminales, si debe
regir como pronóstico una expectativa de vida que no supere los
seis meses, la creencia de que estos cuidados deber limitarse a
lo que hoy se conoce como sedación terminal. Quedó en claro la
necesidad de que los pacientes terminales sean asistidos por un
equipo multidisciplinario para lograr así una asistencia médica
adecuada que les permita sobrellevar esta última etapa de la
vida en condiciones dignas.
En cuanto al tema de la espiritualidad, se comentó que ya habría
sido introducido en la currícula de unas 40 universidades de los
Estados Unidos. Pero ¿puede considerarse a la espiritualidad
como sinónimo de religión? Se dijo que el acompañamiento
psicológico es más sistemático, no ritual o pastoral. La
atención religiosa del paciente terminal puede estar mediada por
un equipo religioso (sacerdote, pastor, rabino, etc.). Uno de
los expositores, el teólogo Ivo Lichtenfels de Frankfurt,
sostuvo que en el área religiosa las relaciones suelen ser muy
conflictivas, que hay religiosas que se confunden al hacer un
trabajo de proselitismo, y que ciertos médicos manifiestan
claros escrúpulos para relacionarse con la espiritualidad. No
hay duda que en estas decisiones el médico proyecta su propia
biografía y también su propia muerte. Se insistió en que es
necesario renunciar a los excesos terapéuticos o abusos, y
fundamentalmente, que se acepte la condición humana ante la
muerte.
Durante el transcurso del simposio se presentó el Nuevo
Código de Ética Médica del Consejo Regional de Medicina
del Estado de San Pablo, que entró en vigencia el pasado 3 de
abril. Es de destacar que ésta es la sexta edición del texto
revisado después de 22 años de vigencia del código anterior.
Esto dio lugar a que se discutiera sobre la notable diferencia
entre el lenguaje médico y el lenguaje jurídico. También se dijo
que el respeto del médico por la autonomía del paciente (uno de
los principios fundamentales de la Bioética) cuya vida está
siendo prolongada contra su voluntad puede interpretarse como
homicidio. Asimismo se hizo mención de que no hay deber jurídico
de mantener una vida irrecuperable y, como suele suceder en
estos debates, volvió a surgir la colisión entre el concepto de
sacralidad de la vida (en cuya defensa es intransigente la
Iglesia Católica) y el concepto de calidad de vida de neto corte
antropológico.
Al concluir este evento que reunió a un público numeroso de
profesionales médicos y no médicos (de diferentes edades) quedó
explícito que es mandatario que los profesionales que asistan
médicamente a los pacientes considerados terminales se hallen en
condiciones de entenderlos.
Prof. Dr. Roberto M. Cataldi Amatriain.
Profesor Titular de Medicina Interna.
Secretario General de la Academia
Argentina de Ética Médica. |