Introducción:
De acuerdo a estadísticas no oficiales la enfermedad de
Chagas produce más de 30.000 muertes por año y el 60%
de ellas es en forma súbita.
Generalmente, ocurre en adultos jóvenes (30-50 años), en
plena etapa productiva de la vida, mayormente durante la
realización de ejercicios, actividades rutinarias o ante
situaciones de estrés emocional.
La muerte súbita es más común que ocurra en pacientes
con cardiopatía y arritmias ventriculares complejas,
pero en un gran porcentaje de los mismos, puede ser la
primera manifestación de la enfermedad o el evento final
en los que presentan severa disfunción ventricular.
Curiosamente, cuando se realizan los estudios
anatomopatológicos de los que fallecen súbitamente
tienen lesiones miocárdicas menos severas y extensas
que aquellos que padecen insuficiencia cardíaca
manifiesta.
En base a lo dicho previamente, existe una gran
preocupación en evitar y prevenir estos episodios, de
allí surge el concepto de prevención secundaria y
primaria de la muerte súbita.
·
Prevención
secundaria:
Es toda
intervención efectuada en pacientes que fueron
resucitados de una muerte súbita o de una fibrilación
ventricular (FV) o una taquicardia ventricular (TV)
sostenida con compromiso hemodinámico.
·
Prevención primaria:
Es
toda intervención con el fin de disminuir la mortalidad
en pacientes que nunca presentaron un episodio de muerte
súbita resucitada o una arritmia ventricular maligna
(TV/FV). |