Uso de la melatonina en el choque séptico
El rol de la melatonina en los procesos
sépticos es complejo, recientemente se han realizado
múltiples estudios en ratas, en donde a la MT se le
confiere un efecto benéfico para revertir los síntomas
en un choque séptico, por las propiedades
antiinflamatorias y disminución en mediadores como las
citocinas, factor de necrosis tumoral alfa (FNT
α),
supresión de sintetasa de oxido nítrico, que conlleva a
hipotensión por pérdida de las resistencias vasculares
periféricas por vasodilatación grave(19).
Se ha observado que la MT induce un control en la
formación de lipopolisacáridos, esto, presumiblemente
por reducción en la circulación de los niveles de TNF
α,
producción de superóxido en la aorta y sintetasa de
oxido nítrico en el hígado. La inhibición en la
secreción de la MT en los ancianos, puede ser explicada
por las alteraciones en el ciclo vigilia/sueño, por lo
que este grupo se hace más susceptible a las infecciones
graves, que lleguen a necesitar terapia intensiva, por
falta de los efectos protectores de la MT ya
mencionados. Estos efectos fueron observados en ratas
viejas. También otros estudios experimentales de este
tipo se han llevado a cabo, con una mejoría en los
síntomas gastrointestinales por sepsis, ya que normalizó
las alteraciones en la motilidad, vaciamiento gástrico
al evitar la peroxidación lipídica, activación de
cinasas activadas, producción de nitrito, todo lo que
conlleva a inflamación, debido a que la substancia
interfiere tempranamente en el paso de activación de la
cascada oxidativa y proinflamación. Por lo tanto la MT
puede funcionar como un agente modulador durante la
inflamación y tiene un potencial de ser una nueva clase
de antiinflamatorio.
El paciente con Diabetes mellitus como es bien sabido
tiene mayor predisposición a las infecciones, que éstas
sean graves y puedan producir incluso falla
multiorgánica. En estudios sobre los efectos de la MT en
ratas diabéticas se ha observado una regulación de
lipopolisacaridos disminuyendo los niveles de TNF
α
y IL-6.
Múltiples estudios en animales se han realizado, sin
embargo, hacen falta más estudios clínicos controlados
randomizados que confirmen el potencial beneficio en el
choque séptico.