10º Entrega
Pie diabético
Responde:
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Dr. Luis Cardonet
• Médico
especialista en Clínica Médica y Terapia Intensiva.
• Docente de la 1º Cátedra de Clínica
Médica y Terapéutica Universidad Nacional de Rosario.
• Coordinador Asistencial Unidad de Terapia
Intensiva del Hospital Centenario de Rosario.
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¿Qué papel tienen las alteraciones neuropáticas en la
génesis del pié diabético? ¿Cuáles son los factores de
riesgo de mayor relevancia para la ulceración del pie?
Las dos primeras preguntas pueden ser asociadas ya que están
íntimamente relacionadas. Si bien las úlceras pueden
clasificarse como neuropáticas, isquémicas o mixtas, la
mayoría son neuropáticas. La neuropatía -en sus aspectos
autonómico, motor y sensitivo- es el principal determinante
de la lesión del pie diabético: el compromiso autonómico
deteriora las funciones de la piel disminuyendo la
sudoración, aumentando la sequedad de la piel, y por lo
tanto su fragilidad. La neuropatía motora es la responsable
de las distorsiones anatómicas del pie, provocando puntos de
hiperpresión, anormalidades en el apoyo, y áreas expuestas a
los traumatismos. La neuropatía sensitiva origina la pérdida
de la llamada sensibilidad protectora: una vez perdida,
contribuye a la generación de úlcera porque interfiere en la
detección tanto de los traumatismos como de los excesos de
presión. Esto impide alejarse del agente agresor, cuyo
contacto permanente con la piel lleva a la aparición de una
solución de continuidad. La hipoestesia o la anestesia
favorecen a que la úlcera progrese en forma peligrosamente
silente. Además de éstos, otros factores como la presencia
de insuficiencia vascular y los desequilibrios metabólicos
contribuyen en fisiopatogenia de la úlcera. Por ejemplo la
hiperglucemia produce alteraciones en los mecanismos de
defensa favoreciendo la aparición de infecciones.
Además existen ciertos aspectos ya no estrictamente
biológicos que pueden ser mencionados, y que están
relacionados con el vínculo entre el sujeto y el medio
ambiente; limitaciones o incapacidades adquiridas en el
curso de la enfermedad, como la inestabilidad en la marcha o
la dificultad visual secundarias a oftalmopatía; la
inaccesibilidad a los recursos para prevenir la evolución de
la diabetes; y por último la incompleta adhesión al
tratamiento.
¿Cuáles son las alteraciones en la inmunidad que predisponen
al paciente diabético a las infecciones?
Cierta predisposición de los pacientes diabéticos a la
infección ha sido puesta de manifiesto en algunos
relevamientos que mostraron claramente que estos pacientes
tienen mayor propensión a morir por infecciones adquiridas,
cuando se los compara con una población no diabética de las
mismas características. Pero también debemos considerar que
este aumento del riesgo se produce casi exclusivamente a
expensas de pacientes con asociación de diabetes y
enfermedad cardiovascular. Esto sugiere que en parte el
riesgo a infecciones en diferentes tejidos específicos está
asociado a déficit de la perfusión tisular. También se han
demostrado –in vitro- alteraciones funcionales del sistema
inmune. Hay compromiso de la función de los neutrófilos y
disminución de la capacidad de proliferación de los
fibroblastos, lo cual compromete la cicatrización. Ambos
defectos retornan a la normalidad con el buen control
metabólico. Por último, una de las alteraciones más
claramente demostradas es un trastorno en la síntesis de
oxidantes, lo cual compromete la capacidad del sistema
inmune para combatir microorganismos.
¿Cuáles considera son los puntos más importantes en el
examen del pie de un diabético y con que periodicidad
recomienda su realización?
El examen debe incluir: la búsqueda de neuropatía periférica,
la pesquisa de enfermedad vascular, la evaluación de la
estructura del pie, la observación de la marcha y la
revisión del calzado. Debemos ver caminar al paciente.
La evaluación de un paciente diabético que no tiene lesiones
en los pies debe efectuarse una vez al año, buscando
alteraciones en los campos recién mencionados. Los pacientes
que tengan una o más condiciones de riesgo tienen que ser
evaluados con mayor frecuencia, ya sea trimestral o
semestralmente. Una vez que el médico detecta que el
paciente ha perdido la sensibilidad protectora -ya sea con
la prueba del diapasón para el estudio de la sensibilidad
vibratoria, con el monofilamento, o con una torunda de
algodón embebida en una solución fría- el examen deber ser
más frecuente. Los pacientes con antecedentes de úlcera o
amputaciones en miembros inferiores deben ser revisados cada
vez que entren en contacto con el médico o la enfermera.
Debemos instruir a nuestros pacientes para el autoexamen e
insistir tanto en la inspección cotidiana de su pie, como en
la de su calzado.
¿Existen escores para cuantificar la evolución de la
neuropatía diabética?
Se han desarrollado escores para cuantificar la neuropatía
diabética basados en el interrogatorio y en la combinación
de pruebas clínicas. Sirven para evaluar la evolución de la
neuropatía, pero no son mejores que el simple examen con el
monofilamento para detectar a los sujetos en riesgo de
desarrollar una úlcera en el pie. Por lo tanto, y en lo
referente a prevención primaria, es mejor proponer un examen
simple y rápido, en vez de un escore complejo, laborioso y
que agrega poco en términos de detección temprana.
¿Qué utilidad tienen las clasificaciones de Wagner y de la
Universidad de Texas para predecir la evolución de las
úlceras en un pie diabético?
Ambos sistemas de clasificación son bastante simples y
parecidos entre sí. Tienen en cuenta la profundidad de la
úlcera y la presencia o ausencia de isquemia y de infección.
Son sistemas prácticos que pueden homogeneizar la
descripción de la úlcera. En ambos, los grados se
correlacionan con la tasa de amputaciones. Su principal
limitación es que tienen una relación mucho menos estrecha
con el lapso de tiempo en que la herida pueda curar.
¿Cuál es la conducta inicial ante una úlcera en un pie
diabético? ¿Qué antimicrobiano recomienda empíricamente y
durante cuánto tiempo? ¿Tienen alguna actividad los
antibióticos de uso tópico? ¿Qué utilidad tiene la
aplicación de la enzima colagenasa tópica en el tratamiento
de las úlceras superficiales? ¿En quiénes estaría indicado
su uso?
El tratamiento de la úlcera en el pie diabético comprende
cuatro aspectos fundamentales: el desbridamiento, la
descarga de la presión sobre la úlcera (lo cual muchas veces
implica el reposo absoluto por lo menos al inicio del
tratamiento), antibióticos sistémicos y eventualmente
revascularización quirúrgica o farmacológica.
El tratamiento antibiótico empírico inicial depende de la
gravedad de la lesión. En las lesiones leves (primer estadio
en ambas clasificaciones) el tratamiento puede ser
ambulatorio y por vía oral para lo cual se puede recurrir a
una aminopenicilina asociada a un inhibidor de la beta-lactamasa
o una quinolona fluorada antipseudomona asociada a
clindamicina. En las lesiones más profundas asociadas a
isquemia o infección es necesario internar al paciente y
administrar antibióticos por vía parenteral. La duración del
tratamiento es variable, y no se puede predecir desde un
primer momento; debemos considerar que si la úlcera es
profunda muy probablemente esté asociada a osteomielitis y
el tratamiento de ésta tiene que ser tenido en cuenta a la
hora de determinar las drogas y el tiempo de administración.
Los antibióticos de uso tópico en general no están
recomendados.
El empleo de la enzima colagenasa tópica es útil para el
desbridamiento químico de aquellas lesiones con un lecho
tórpido.
¿De qué manera podemos promover la angiogénesis para
facilitar la cicatrización de una úlcera? ¿Qué opina de la
curación con azúcar?
Con respecto a los llamados “tratamientos biológicos”, uno de
los más simples es la curación de la úlcera con azúcar o
miel. Se ha demostrado que estas sustancias promueven la
angiogénesis en el tejido cicatrizal y que tienen
propiedades antiinflamatorias.
Otro recurso, más novedoso, es el factor de crecimiento
derivado de las plaquetas obtenido por ingeniería genética
(factor recombinante). Está autorizado y en venta en algunos
países. No está disponible en Argentina. Este factor está
diluido en un gel con el cual debe cubrirse el lecho de la
úlcera. Se ha demostrado en estudios prospectivos que es
efectivo, logrando disminuir el número de amputaciones.
De todas formas aún no está totalmente definido el papel de
los tratamientos biológicos en el manejo de la úlcera en el
pie diabético. Podría recurrirse a ellos en el caso de
úlceras que no curan (por ejemplo que no disminuyen de
tamaño) con los tratamientos habituales bien implementados.
En estas situaciones la ecuación costo-beneficio es
aceptable. El factor de crecimiento derivado de las
plaquetas se ha probado con éxito en otro tipo de úlceras
(no neuropáticas), así como en quemaduras.
Lecturas
recomendadas:
1.
American Diabetes Association; Standards of Medical Care in
Diabetes; Diabetes Care; 2005; 28:S4-S36.
2.
Boulton AJ, Kirsner RS,
Vileikyte L; Neuropathic Diabetic Foot Ulcers; N Engl J Med;
2004; 351:48-55.
3.
Brem H, Sheehan P, Boulton AJ;
Protocol for treatment of diabetic foot ulcers; Am J Surg;
2004; 187:S1-S10.
4.
International Working Group on the Diabetic Foot;
International Consensus on the Diabetic Foot [CD-ROM];
International Diabetes Foundation; Brussels; 2003.
5.
Lavery LA, Wunderlich RP,
Tredwell JL; Disease management for the diabetic foot:
Effectiveness of a diabetic foot prevention program to
reduce amputations and hospitalizations; Diabetes Res Clin
Pract; 2005; 70:31-37.
6.
Lipsky BA, Berendt AR, Deery HG
el al; Diagnosis and Treatment of Diabetic Foot Infections;
Clin Infectious Dis; 2004; 39:885-910.
7.
Pham H, Armstrong DG, Harvey C et al; Screening Techniques
to Identify People at High Risk for Diabetes Foot
Ulceration; Diabetes Care; 2000; 23:606-611.
8.
Singh N, Armstrong DG, Lipsky BA; Preventing Foot Ulcers in
Patients With Diabetes; JAMA; 2005; 293:217-228.
9.
Cardonnet L. Pie Diabético. En: Greca A, Gallo R, Parodi R.
Medicina Ambulatoria.
Problemas
frecuentes en el consultorio. 1º Edición. Rosario Corpus
Editorial, 2007:273-290.
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