4º Entrega
Insuficiencia Cardíaca (IC)
Prof.
Adj. Fernando Filippini
¿Qué utilidad tienen los nuevos diuréticos antagonistas de
la vasopresina en el tratamiento de la IC?
Es un grupo de drogas interesantes que en
realidad aún no ha ingresado a la práctica clínica. La
vasopresina es un potente vasocontrictor y en los niveles
elevados originan vasocontricción sistémica y ha menudo
hiponatremia. Estos fármacos actúa sobre distintos tipos de
receptores (familias de receptores V1 y V2, siendo el más
conocido el V1a). Se supone que van a tener un terreno muy
bien ganado en la práctica, pero todavía están en fase de
desarrollo.
¿Es útil la combinación de inhibidores de la enzima de
conversión de angiotensina (IECA) y antagonistas de los
receptores de la angiotensina II (ARA-II)?
Los IECA tienen un lugar preponderante en el tratamiento de
la IC. Estas drogas producen un bloqueo parcial del sistema
renina-angiotensina-aldosterona (RAA). Existen otras vías de
activación y de allí, la posibilidad de hacer el tratamiento
en forma combinada. Hay varios protocolos que se han
desarrollado, pero no se han visto diferencias sustanciales
con la combinación. El estudio ELITE II por ejemplo,
no demostró una ventaja cierta de uno sobre otro. Los
trabajos de combinación pueden tener un futuro interesante.
Por el momento, no son más que experiencias en curso y habrá
que dedicarles más tiempo a ellos.
¿Existe alguna alternativa terapéutica cuando existe una
contraindicación formal para el uso de IECA?
Los
pacientes que realmente no pueden recibir IECA, la
alternativa sería usar losartan u otro ARA II.
Principalmente, la contraindicación está dada en aquellos
pacientes que tienen tos que no se puede controlar o ante un
episodio de angioedema, que es raro. La FDA aún no autoriza
la utilización específica del losartan en el tratamiento de
la ICC; sí para HTA, pero la experiencia y los trabajos en
curso han demostrado que la eficacia sería similar sino
equiparable.
¿Existe alguna nueva opción para el tratamiento de la
descompensación aguda?
Hay drogas
que se están investigando y que podrían tener utilidad, pero
están aún muy lejos del uso clínico. Están en fase 2 o 3 de
investigación y todavía no han ingresado a la práctica
clínica. Un ejemplo de estas drogas son los bloqueadores del
factor de necrosis tumoral alfa (anti-TNF-a).
En el medio hospitalario, por cuestiones de recursos, se
dispone de atenolol y no de otros beta-bloqueantes como
carvedilol o bisoprolol, ¿qué opina usted de su utilización
en la ICC?
El atenolol
es una droga muy noble. Sin embargo, en el terreno de la IC
no tiene, por el momento, el lugar que tienen los otros. Los
receptores bloqueados por el atenolol no son los mismos que
aquellos antagonizados por el carvedilol y el bisoprolol. No
aconsejo la utilización de atenolol para IC si no dispongo
de los otros; en tal caso uso directamente IECA, diuréticos,
dieta, etc.
¿Recomienda el uso de espironolactona en IC grados 1 y 2?
La
espironolactona es una droga interesante, vieja, que se ha
revalorizado y su actividad clave está en IC grados 3 y 4.
Sin embargo, en algunas situaciones especiales, por ejemplo
en algún paciente que tenga fracaso terapéutico donde uno
quiera agregar bajas dosis de espironolactona para optimizar
el tratamiento, puede llegar a mejorar parte del cuadro e
indirectamente ser útil en la IC, pero las indicaciones son
principalmente para estadios 3 y 4.
En un paciente con IC con cifras tensionales cercanas a
la hipotensión en donde es dificultoso alcanzar las dosis de
IECAs y beta-bloqueantes de los trials: ¿qué prioriza,
alcanzar dosis más elevadas de IECAs o de beta-bloqueantes?
Ese tipo de
pacientes son aquellos que tienen IC muy avanzada y la
hipotensión que presentan no es más que el reflejo de la
falla cardíaca que poseen. Son pacientes muy difíciles, en
donde el trasplante podría llegar a ser la única solución.
Hay que intentar alcanzar inicialmente las dosis máximas
toleradas de IECAs, que no le va a bajar más la presión
arterial sino que al compensarlo parcialmente puede incluso
optimizar ligeramente las cifras tensionales.
En lo que
respecta a beta-bloqueantes, hay que ser muy cautos, con
aumentos progresivos y lentos de las dosis.
En última
instancia, lo que hay que hacer es llegar a las dosis más
altas de IECAs toleradas por el paciente y si es factible
después empezar lentamente con los beta-bloqueantes.
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