6º Entrega
Derrames
pleurales
En esta
oportunidad contamos con la participación del
Prof. Dr.
José M. Porcel, como experto e invitado especial.
El Prof.
Porcel es
Jefe de Servicio de Medicina Interna y Profesor Titular
de Medicina del
Hospital Universitario Arnau de Vilanova (Lleida-España). Es un
reconocido experto en el tema, destacándose su reciente y
excelente artículo “Diagnostic Approach to Pleural Effusion in
Adults” junto con el Dr. Richard Light (Saint Thomas
Hospital, Nashville, Tennessee) publicado en abril de este
año en American Family Physician
(Am Fam Physician 2006;73:1211-20)
Algunos de
los trabajos del Dr. Porcel referente a derrames pleurales son:
-
Useful tests on pleural fluid that distinguish transudates
from exudates. Ann Clin Biochem 2001;38:671-5.
-
Measurement of pro-brain natriuretic peptide in pleural
fluid for the diagnosis of pleural effusions due to heart
failure. Am J Med 2004;116:417-20.
-
The use of probrain natriuretic peptide in pleural fluid for
the diagnosis of pleural effusions resulting from heart
failure. Curr Opin Pulm Med 2005;11:329-33.
-
Practical management of pleural effusion. An Med Interna
2002; 19:202-8.
-
Etiology and pleural fluid characteristics of large and
massive effusions. Chest 2003;124:978-83.
-
Thoracentesis. PIER, American College of Physicians, 2004.
Accessed online October 28, 2004, at: http://pier.acponline.org.
-
Adenosine deaminase levels in nontuberculous lymphocytic
pleural effusions. Chest 2002;121:1379-80.
-
Differentiating tuberculous from malignant pleural
effusions: a scoring model. Med Sci Monit 2003;9:CR175-80.
-
Soluble oncoprotein 185(HER-2) in pleural fluid has limited
usefulness for the diagnostic evaluation of malignant
effusions. Clin Biochem 2005;38:1031-3.
Teniendo en
cuenta la alta especificidad de la adenosina desaminasa
(ADA) a títulos altos (>40 U/L) en líquido pleural para el
diagnóstico de pleuritis tuberculosa, ¿iniciaría tratamiento
empírico para tuberculosis en alguna situación particular?
Unas cifras de ADA pleural superiores a 40 U/L tienen una
sensibilidad del 95% y una especificidad del 85% al 95% para
establecer el origen tuberculoso de un derrame pleural. La
especificidad supera el 95% si se consideran sólo los
exudados linfocitarios. Aproximadamente una tercera parte de
los derrames pleurales paraneumónicos (65% en el caso de los
empiemas) presentan cifras elevadas de ADA pleural, pero se
trata de exudados polimorfonucleares. Por otro lado,
alrededor de un 5% de derrames malignos (incluyendo
neoplasias hematológicas y sólidas) y un número no
determinado, aunque probablemente pequeño, de derrames
asociados con conectivopatías (artritis reumatoide, lupus
eritematoso sistémico) pueden exhibir concentraciones de ADA
pleural superiores a 40 U/L; en este último supuesto con un
perfil bioquímico de exudado linfocitario.
Con estas consideraciones, en un medio con una alta
prevalencia de tuberculosis, se puede iniciar tratamiento
empírico antituberculoso ante todo sujeto con un exudado
linfocitario y cifras elevadas de ADA en líquido pleural,
sin necesidad de obtener una biopsia pleural con aguja. Son
datos adicionales que apoyan el diagnóstico de tuberculosis
la edad inferior a 35 años y la presencia de fiebre. La
prueba de la tuberculina puede ser negativa en una tercera
parte de los sujetos con pleuritis tuberculosa. Si el
paciente no evoluciona favorablemente después de instaurar
el tratamiento empírico, se indagará la posibilidad de una
neoplasia o de un lupus eritematoso sistémico (síntomas
cutáneos, articulares y presencia de autoanticuerpos). No
obstante, se debe tener presente que durante las primeras
3-12 semanas de tratamiento, entre un 11% y un 16% de
pacientes con derrame tuberculoso pueden presentar una
respuesta paradójica, con aumento del tamaño del derrame, lo
cual no implica un fracaso terapéutico.
¿Cuál es su opinión acerca de la determinación de
mieloperoxidasa en los derrames paraneumónicos?
El principal dilema con que se enfrenta el clínico ante un
derrame pleural paraneumónico consiste en decidir cuándo
insertar un tubo de drenaje pleural. Si el líquido pleural
es pus no hay duda de que se debe colocar un tubo de
toracostomía, quizás con la excepción de derrames pleurales
muy pequeños que evolucionan bien después de instaurar el
tratamiento antibiótico pertinente. Cuando el líquido
pleural obtenido no es purulento, el médico hace uso de los
datos clínicos (persistencia de la fiebre, mal estado
general), radiológicos (derrame pleural loculado o que ocupe
la mitad o más del hemitórax) o del líquido pleural (cultivo
positivo, pH <7,2, glucosa < 60 mg/dL, LDH >1000 U/L) para
predecir una mala evolución y, en consecuencia, drenar la
cavidad pleural. No obstante, diferentes estudios han
mostrado que las características microbiológicas o
bioquímicas del líquido pleural, particularmente pH y
glucosa, tienen aisladamente una sensibilidad limitada
(25-55%) para identificar aquellos derrames pleurales que
requerirán drenaje (complicados). Por ello, en los últimos
años se han buscado parámetros bioquímicos alternativos en
el líquido pleural, indicadores de inflamación (p.ej.
complejo de ataque a la membrana del sistema del
complemento, factor de necrosis tumoral, interleucina 8,
proteína C reactiva, elastasa, mieloperoxidasa) como
marcadores potenciales de mal pronóstico y, en consecuencia,
de guía para la indicación de tubo de drenaje.
En un estudio, concentraciones de mieloperoxidasa pleural
superiores a 3000
mg/L
discriminaron entre derrames pleurales simples y complicados
(no purulentos) con una sensibilidad del 87,5% y una
especificidad del 85,1%. Nosotros no tenemos experiencia
directa con la medición de esta enzima, pero sí con diversas
citocinas. En concreto, la determinación de factor de
necrosis tumoral alfa o de interleucina 8 en el líquido
pleural tiene una sensibilidad del 80-85% y una
especificidad del 80-90% para identificar derrames pleurales
paraneumónicos complicados no purulentos. Por tanto,
aisladamente estos nuevos parámetros, incluyendo la
mieloperoxidasa, pueden mejorar nuestra capacidad de dar
respuesta al dilema planteado inicialmente. Por el momento,
su uso se debe limitar a la investigación clínica, en espera
de que futuros estudios confirmen su potencial
aplicabilidad.
Debido a que la causa más común de derrame pleural con
características de trasudado según los criterios de Light es
la insuficiencia cardiaca y a que la mayoría de las veces es
clínicamente evidente, ¿en qué situaciones le parece útil la
utilización del propéptido natriurético cerebral (NT-proBNP)
para el diagnóstico de derrame pleural secundario a
insuficiencia cardiaca?
En nuestra experiencia, el hallazgo de unas concentraciones
pleurales o sanguíneas de NT-proBNP superiores a 1500 pg/mL
discrimina derrames pleurales cardiacos de no cardiacos con
una sensibilidad del 92% y una especificidad superior al
85%. Esto no significa que este parámetro deba desplazar a
los clásicos criterios de Light para diagnosticar trasudados
cardiacos. En mi opinión, la medición de NT-proBNP podría
ser útil en las siguientes circunstancias:
1) Derrames cardiacos que cumplen criterios de Light para
“exudado” (15%-25%). Suele tratarse de sujetos sometidos a
terapia diurética que bordean los criterios de exudado. En
estos casos, probablemente es más barato e igual de eficaz
calcular el gradiente de albúmina entre suero y líquido
pleural (si es >12 g/L asumiremos la condición de trasudado)
que determinar el NT-proBNP, aunque indudablemente este
último es una opción.
2) Trasudados en los que se duda del origen cardiaco o
hepático de los mismos. El NT-proBNP estaría elevado en los
primeros pero no en los segundos.
3) Finalmente, pequeños derrames pleurales, cuya aspiración
suponga un riesgo de neumotórax (salvo que la toracocentesis
se guíe mediante ecografía) podrían beneficiarse de una
medición sanguínea de NT-proBNP si el diagnóstico clínico no
es certero.
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Síndrome
coronario agudo
Responde:
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Dr. Héctor Ugalde Prieto
- Presidente Sociedad Medica de
Santiago- Sociedad Chilena de Medicina
Interna
- Secretario Ejecutivo Congreso Mundial
de Medicina Interna 2012.
- Especialista en Medicina Interna-
Cardiología- Cardiologia Intervencional
- Hospital Clínico Universidad de Chile. |
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Se encuentra abierta la recepción de consultas
para el próximo tema.
Las preguntas recibidas se
seleccionarán por su frecuencia y calidad y
conformarán parte del cuestionario a responder
en la pxóxima entrega. |
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