Revisando el manejo de la faringitis estreptocóccica
New England Journal of Medicine – Volumen 364 (7); 17 de
Febrero
de 2011.
Dr. Javier Montero.
Departamento de Medicina Interna. Hospital Povisa, Vigo,
España. Ex Jefe de Residentes de Clínica Médica,
Hospital Provincial del Centenario, Rosario, Argentina.
La faringitis aguda (FAg) es un motivo de consulta
extremadamente frecuente y constituye una de las
entidades que más frecuentemente se asocia a una
prescripción inadecuada de antibióticos (ATB) debido a
que la mayoría son de etiología viral. La revista NEJM
del 17 de febrero hace una excelente revisión de la FAg
de causa bacteriana más importante por frecuencia y
potenciales riesgos si no se trata adecuadamente: la
Faringitis Estreptocóccica (FE). Resaltamos los
conceptos sobresalientes.
·
El Estreptococo piogenes es responsable del 15 a
20% de las faringitis agudas en adultos. Esta incidencia
disminuye luego de los 45 años, en quienes la mayoría
son de etiología viral.
·
Si bien el cuadro clínico típico es de comienzo abrupto
con odinofagia, inflamación o exudado amigdalino uni o
bilateral, adenopatías cervicales anteriores, fiebre y
malestar general, cuadros “menos sintomáticos” suelen
ser comunes. La presencia de tos y/o rinorrea alejan
claramente las posibilidades de que la causa sea
bacteriana (hacia una viral). Debido a la poca
fiabilidad del diagnóstico de FE por la clínica, en la
mayoría de los casos se sugiere recurrir a los estudios
complementarios dirigidos a detectar el microorganismo.
·
El cultivo faríngeo o test rápido de detección del
antígeno estreptococcico del grupo A son los exámenes
diagnósticos que deben utilizarse. La muestra debe
tomarse de la pared posterior de la faringe y de las
amígdalas, y no de otros sitios (labios, mucosa yugal,
etc). La sensibilidad del cultivo es mayor que la del
test rápido (>95% versus 70-90%, respectivamente), por
lo que las guías sugieren su realización si el test
rápido es negativo. En nuestro medio, como en otros, la
sensibilidad de los test rápidos puede ser menor (hasta
un 55%).
·
La solicitud de anticuerpos antiestreptocóccicos
(antiestreptolisina y DNAsa B) sólo tienen utilidad en
el diagnóstico retrospectivo o para apoyar el
diagnóstico de complicaciones postestreptocóccicas como
glomerulonefritis y fiebre reumática (los anticuerpos
aumentan entre los 7 y 14 días y alcanzan el pico entre
los 21 y 28 días).
·
Si bien la FE es una enfermedad autolimitada en la
mayoría de los casos, el tratamiento antibiótico está
justificado por 3 razones: abrevia la duración de la
enfermedad y la tasa de complicaciones locales (otitis
media, absceso periamigdalino, etc.), disminuye la
incidencia de enfermedad reumática post-estreptocóccica
(aunque no de gomerulonefritis), y reduce el estado de
potador asintomático (el 80% negativizan el cultivo
luego de 24 horas de tratamiento antibiótico).
·
El manejo terapéutico de la FE depende de muchas
variables: especificidad del cuadro clínico,
disponibilidad de los test y calidad de los mismos,
prevalencia de la enfermedad en el medio que trabajamos,
etc. Esto explica porque varios estudios que han
evaluado diversas estrategias de manejo (ej. tratar a
todos los pacientes con síntomas sin test diagnóstico,
realizar test rápido solo con y sin cultivo y tratar,
etc, etc, etc) han reportado resultados dispares en
cuanto a cual es la mejor opción de manejo. Lo que SÍ
unánimemente concluyen es que “el tratamiento
antibiótico empírico en base a los síntomas
exclusivamente resulta en un uso excesivo de
antibióticos, aumenta la incidencia de efectos adversos
y los costos en relación a otras estrategias”.
·
Todas las guías americanas coinciden en iniciar
antibióticos en aquellos casos con faringitis aguda y
test rápido positivo. Algunas como la American
College of Physicians (ACP), American Academy of
Family Physicians (AAFP), y Centers for Disease
Control and Prevention (CDC) proponen que si existen
los 4 criterios sintomáticos “típicos” (fiebre,
adenopatía cervical anterior, inflamación o presencia de
exudado amigdalino y faríngeo, y ausencia de tos) podría
iniciarse la pauta antibiótica empírica sin test
diagnósticos previos.
·
Los estreptococos son naturalmente sensibles a la
penicilina. En adultos, el tratamiento oral inicial
puede incluir Penicilina V (500 mg/8-12 hs) o
Amoxicilina (500 mg/12 hs o 1gr/24 hs) por 10 días. Otra
opción es la Penicilina Benzatínica 1.200.000 UI
intramuscular (IM) en una única dosis. En alérgicos a la
penicilina puede optarse por: Clindamicina 300 mg/8hs
por 10 días y Azitromicina 500 mg/día por 5 días.
·
No está indicado repetir el cultivo luego del
tratamiento de la FE no complicada. En caso de
recurrencia sintomática deben realizarse nuevamente los
test diagnósticos (se recomiendan ambos) y, en el caso
de positividad, reiniciarse el tratamiento antibiótico.
Si se sospecha incumplimiento terapéutico, se sugiere
utilizar la penicilina benzatínica IM; si no es el caso,
puede intentarse una cefalosporina (Cefalexina 500 mg/12
hs o Cefadroxilo 1gr/día), siempre por 10 días.
·
Debido a que la recurrencia puede deberse a reinfección
a partir de portadores domiciliarios asintomáticos,
algunos expertos sugieren realizar test diagnósticos a
los familiares o contactos directos y en caso de
positividad, realizar tratamiento antibiótico a los
portadores también. En este caso, la Clindamicina y
cefalosporinas por 10 días han demostrado ser más
efectivos para erradicar la “portación estreptocóccica”.
Al enfrentarnos a un adulto con faringitis aguda,
debemos tener en cuenta que la mayoría son de etiología
viral y que es muy rara la FE en mayores de 45 años.
Estos pacientes solo requieren tratamiento sintomático.
En los pacientes que tengamos dudas, por ejemplo, menor
de 45 años que presenten algún síntoma típico (no los
4), requieren test diagnósticos microbiológicos. Ahora,
cuando se presenten los 4 síntomas típicos, que son
fiebre, adenopatía cervical anterior, inflamación o
presencia de exudado amigdalino y faríngeo, y ausencia
de tos, puede optarse por la pauta empírica aunque
sugerimos realizar cultivo o test rápidos de estar
disponibles para acortar el tiempo de mala utilización
de los antibióticos en caso negativo. Creo que vale la
pena refrescar viejos conceptos y estar al tanto de las
nuevas recomendaciones que proponen las entidades
médicas de referencia.
Wessels MR. Streptococcal Pharyngitis. N Engl J Med
2011;364:648-55.
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