¿Una cara inexpresiva? Un tronco ineficiente
New England Journal
of Medicine – Volumen 342; 18 de Mayo de 2000.
Dr. Javier Montero.
Departamento de
Medicina Interna. Hospital
Povisa, Vigo, España.
Ex Jefe de Residentes de Clínica Médica, Hospital
Provincial del Centenario, Rosario, Argentina.
Probablemente el
diagnóstico diferencial de los cuadros neurológicos sea
el aspecto lúdico más apasionante de la Medicina
Interna. Hace varios años, le revista NEJM presentó el
caso de un hombre de 69 años que presentó un cuadro de 5
meses de evolución que inicialmente se presenta una
alteración al habla, como “arrastrando las palabras”,
agregándose progresivamente acumulación de saliva en la
boca y faringe, disfagia indolora, ptosis y discreta
diplopía; todo asociado a debilidad (aunque no astenia).
Al examen físico
general era normal y al examen neurológico destacaba un
sensorio, postura y deambulación normal; los movimientos
extrínsecos oculares y las pupilas eran normales; ptosis
asimétrica al mantener la mirada hacia arriba luego de
45 segundos, paresia facial bilateral (imposibilidad
para sonreír, silbar, inflar las mejillas con aire), y
disartria; en la cavidad oral, la lengua y el paladar no
presentaban alteraciones; el resto (volumen, tono y
fuerza muscular, reflejos osteotendinosos, sensibilidad
y examen somatostésico) eran normales. Teniendo en
cuenta el cuadro el discusor hace una aproximación
diagnóstica a los trastornos neurológicos que producen
síntomas bulbares, realmente muy enriquecedor desde el
punto de vista del diagnóstico clínico.
·
El desarrollo gradual de disartria,
debilidad facial y disfagia en un período de meses en un
anciano debe hacer sospechar la presencia de un comienzo
“bulbar” de la Esclerosis Lateral Amioatrófica
(ELA). Sin embargo, esta enfermedad no suele afectar a
las nervios motores oculares (pares craneales III, IV y
VI), con lo cual la ptosis y/o diplopía no son comunes;
a su vez, la afectación de las motoneuronas superiores
(detectado por la hiperreflexia y Babinski), e
inferiores (atrofia muscular y fasciculaciones,
particularmente de la lengua) es característica de la
ELA. El estudio electromiográfico (EMG) a su vez, ayuda
a diferenciar el cuadro.
·
La parálisis facial bilateral es una
forma de expresión característica de la Sarcoidosis.
Sin embargo, cualquier par craneal puede afectase en
esta entidad, excepto el XI par. En general, esta es una
enfermedad sistémica que afecta a adultos jóvenes, no a
ancianos, y otros síntomas suelen estar presentes como
la tumefacción parotídea, iritis, y los síntomas
respiratorios. El hallazgo de adenopatía hiliar pulmonar
bilateral, la hipercalcemia y el aumento de la enzima
convertidora de angiotensina completan la aproximación
diagnóstica en esta enfermedad.
·
La sintomatología de origen bulbar
junto a fatiga asociada a la debilidad hacen pensar en
la Miastenia Gravis (MG). La ocurrencia de ptosis
al mantener la mirada hacia arriba luego de 45’ es una
fuerte evidencia de la asociación entre fatiga y
debilidad característica de la MG. A su vez, la forma en
que se expresa la fatiga es importante para el
diagnóstico. Su instalación es progresiva en meses y
tiene un compartimiento diario característico: por la
mañana tienen una emisión de la palabra normal y
masticación normales pero dichas funciones se deterioran
con el transcurso del día; con la progresión de la
enfermedad el habla se hace incomprensible y el paciente
es incapaz de tragar. El 15% de los pacientes con MG
pueden debutar con la forma ocular que se expresa por
ptosis y diplopía.
·
Ante la afectación de múltiples pares
craneales la leptomeningitis subaguda-crónica,
principalmente tuberculosa o fúngica, y la
carcinomatosis meníngea deben tenerse en cuenta. En
el primer caso, suele haber antecedentes de
inmunosupresión y suele existir fiebre. Obviamente las
imágenes del SNC y el examen y cultivo del líquido
cefalorraquídeo (LCR) hacen el resto. En el segundo
caso, el examen citológico e inmunogenético suelen
propiciar el diagnóstico.
·
Entre las entidades más raras, la
distrofia muscular oculofaríngea afecta a ancianos
de origen francocanadiense. Suele manifestarse por
ptosis y disfagia de instalación muy lenta y progresiva.
No afecta a los nervios motores oculares, por lo que la
rareza del cuadro más la presencia de diplopía en el
caso planteado y la ausencia de la descendencia francesa
alejan el diagnóstico.
·
Por último, el disertante comenta que
debido a las relaciones anatómicas de algunos pares
craneales con el seno cavernoso (por este pasan el III,
IV, VI par y rama oftálmica del trigémino), tumores como
el condrosarcomas, el aneurisma de la carótida interna a
su paso por éste, o el raro Síndrome de Tolosa Hunt
(inflamación granulomatosa no específica del seno
cavernoso) puede comprometer dichas estructuras
nerviosas y producir síntomas oculomotores. En estas
patologías suele presentar cefalea y la resonancia
magnética es fundamental para descartar estas entidades.
Avanzando en la
exposición del caso, el paciente tenía una masa
mediastinal, probable timoma, en estudio lo que junto
con el hallazgo sérico de los anticuerpos anti-receptor
de acetilcolina, la detección en el EMG del detrimento
de la amplitud del potencial de acción tras la
estimulación nerviosa repetitiva y el test de Edrofonio
(Tensilon; fármaco que inhibe la acetilcolinesterasa)
que mostró una mejoría clínica transitoria de los
síntomas, sellaron el diagnóstico de Miastenia Gravis.
Posteriormente, la discusión continúa explayándose
ampliamente sobre los métodos diagnósticos y el manejo
de este caso clínico en particular que no tiene
desperdicio. Si bien el caso clínico es de hace 10 años,
la enfermedad y su manejo no han cambiado
sustancialmente en la última década. Leer este
Massachusetts Clinical Case es una buena forma de
repasar esta enfermedad.
Scully RE, Mark EJ, Mc Neely W, et al.
Weekly Clinicopathological Exercises - Case 15-2000. N
Engl J Med 2000;362:1508-14. |