a
Hospital Provincial del Centenario, 1ª Cátedra
de Clínica Médica, Universidad Nacional de
Rosario, Rosario, Argentina
b
Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital
Universitario Arnau de Vilanova, IRBLLEIDA,
Lleida, España
c
Servicio de Cirugía General, Hospital
Universitario Arnau de Vilanova, IRBLLEIDA,
Lleida, España
d
Servicio de Medicina Interna, Hospital
Universitario Arnau de Vilanova, IRBLLEIDA,
Lleida, España
Caso clínico
Un varón de 78 años acudió al hospital por
astenia, pérdida de peso no cuantificada, disnea
de pequeños esfuerzos y dolor en el flanco y en
el hemitórax izquierdos de un mes de evolución.
El paciente había sido diagnosticado de leucemia
linfática crónica (estadio A0) 6 años antes y
seguía controles clínicos sin necesidad de
tratamiento específico. La exploración física al
ingreso mostró: temperatura 36,7ºC, presión
arterial 140/70 mmHg, 18 respiraciones/min.,
matidez, frémito táctil disminuido e
hipoventilación en región basal de hemitórax
izquierdo, así como adenomegalias indoloras en
regiones axilar izquierda (3 cm),
supraclavicular izquierda e inguinal. Los datos
analíticos más destacados fueron: leucocitos 27
x 109/L, neutrófilos 60% (16 x 109/L,
linfocitos 35% (9,45 x 109/L),
hemoglobina 11 g/dL, hematocrito 34%, plaquetas
318 x 109/L, lactato deshidrogenasa
890 UI/L y proteína C reactiva 144 mg/L.
La radiografía de tórax mostró una imagen
compatible con un derrame pleural que parecía
ocupar la mitad del hemitórax izquierdo. Una
punción en el lugar habitual de realización de
toracocentesis dio salida a un líquido
purulento, que se cultivó.
Con la sospecha inicial de empiema pleural se
solicitó una TC toraco-abdominal, donde se
observó un derrame pleural izquierdo moderado y
un bazo de 21 cm con dos lesiones hipodensas
heterogéneas, de 12 y 8 cm, que captaban
contraste en la periferia (fig. 1 y 2).
Asimismo, se objetivaron adenopatías
mediastínicas y abdominales de tamaño
significativo. Por la localización anatómica del
bazo, pareció evidente que la supuesta
toracocentesis inicial fue en realidad una
punción de la lesión esplénica. La
toracocentesis dirigida por TC evidenció un
líquido pleural amarillento, que se consideró
reactivo a la patología abdominal.
Figuras 1 y 2.
TC abdominal. En los cortes coronal y sagital se
aprecian dos lesiones esplénicas hipodensas (con
refuerzo periférico al contraste endovenoso) y
derrame pleural izquierdo moderado.
|