Sodium and Potassium in the Pathogenesis of Hypertension
HJ Adrogué and NE Madias
N Engl j Med 2007;356:1966-1978.
LINK:
http://content.nejm.org/cgi/reprint/356/19/1966.pdf
El Dr Horacio Adrogué (uno de los autores) expuso este tema
en las Jornadas Internacionales de Medicina Interna (Junio
2007) realizadas en Rosario; en este artículo, cuya lectura
se recomienda, se refleja el contenido de su conferencia.
La hipertensión arterial (HA) afecta aproximadamente al 25 %
de la población mundial y se espera que ese porcentaje
aumente en los próximos años (en el 95 % de los casos se
trata de HA primaria). Sostienen que la HA primaria
resultaría del interjuego entre alteraciones internas
(primariamente del riñón) y el ambiente exterior. Enfatizan
que al exceso de sodio se le ha asignado un rol pivote en la
patogénesis de la hipertensión arterial (HA), pero que al
potasio se le asignó históricamente un rol menor en dicha
patogénesis, a pesar de existir abundante evidencia que
indica que el déficit de potasio tiene un rol crítico en la
HA y en sus secuelas cardiovasculares.
Recuerdan que la HA primaria y el aumento de presión
relacionado con la edad están virtualmente ausentes en las
poblaciones en que el consumo individual de sodio es menor a
50 mmol/día; la condición se observa principalmente en las
poblaciones en que las personas consumen más sodio. Pero
como no padece HA la mayoría de las personas expuestas a la
dieta actual de las regiones industrializadas, rica en sodio
y pobre en potasio, los autores expresan que una ingestión
de sodio que exceda 50 a 100 mmol/día sería necesaria, pero
no suficiente para el desarrollo de HA primaria.
En esta revisión los autores examinan la influencia de la
interdependencia de sodio y potasio sobre la presión
arterial, enfatizando que es esa interdependencia y no el
exceso de sodio aislado, o el déficit de potasio aislado, el
factor ambiental dominante en la patogénesis de la HA
primaria y sus complicaciones cardiovasculares.
El artículo comprende la discusión de aspectos relevantes y
el suministro de bibliografía apropiada, acerca de:
. Sodio en la dieta e hipertensión
. Contenido de potasio en las dietas ricas en sodio
. Efectos vasculares de la depleción de potasio
. Efectos cardiovasculares de la suplementación de potasio
. Falta de adaptación de los riñones a la dieta moderna
. Mecanismos de la alteración en la homeostasis de potasio y
de sodio
. Retención de sodio, depleción de potasio e hipertensión
(efectos sobre la pared arterial, cerebro y metabolismo).
. Implicancias para la prevención y el tratamiento.
Consideran los resultados de diversos trabajos científicos
que apuntan a la noción general del efecto beneficioso de un
régimen dietético con menor contenido de sodio y con mayor
contenido de potasio que el de la dieta actual, tanto en la
prevención como en el tratamiento de la HA; esto resalta la
enorme importancia de los cambios en el estilo de vida
(entre los que se encuentra la dieta) que deben
implementarse en la terapéutica de la HA.
Consignan las ingestas diarias recomendadas por el Institute
of Medicine (IOM 2005) tanto para sodio (65 mmol/día en
menores de 50 años, 55 mmol para adultos de 51 a 70 y 50
mmol para mayores de 70) como para potasio (120 mmol/día).
Piénsese que en la dieta de nuestros ancestros la relación
potasio/sodio era aproximadamente 10 y que en la dieta
actual esa relación ha caído hasta 0.2 en algunas
sociedades. El IOM propone elevar dicha relación a 2.
Comentan el estudio DASH (Dietary Approaches to Stop
Hypertension 2001) en el que se observó descenso de las
presiones sistólica y diastólica con una dieta con menor
contenido de sodio. Asimismo recomiendan evitar los
alimentos procesados, que en general contienen alto
contenido de sodio y muy bajo contenido de potasio.
El Dr. Adrogué enfatizó en su conferencia que la forma mas
práctica y sencilla para estimar en forma aproximada el
consumo diario de sodio y de potasio, es su determinación en
orina de 24 horas, dado lo engorroso que sería medirlo en la
dieta, cambiante a veces día a día en composición y
cantidad.
Consideran la interacción de la dieta propuesta con diversos
antihipertensivos, por ejemplo reduciendo las dosis
requeridas de estos fármacos o incluso obviando su necesidad
en algunos hipertensos. Aclaran que los aportes de sodio y
de potasio sugeridos requieren modificaciones en grupos
especiales: atletas competitivos, personas que trabajan en
ambientes con alta temperatura, pacientes con enfermedad
renal crónica o diabetes y pacientes que toman medicaciones
que afectan el balance de potasio.
Resumiendo, en este excelente artículo se revisan los
fundamentos científicos que soportan la necesidad de
implementar una dieta con menos sodio y con más potasio que
el de la dieta actual, tanto para la prevención como para el
tratamiento de la HA.
Para consultar la composicion general de los alimentos,
proteínas, hidratos de carbono, lípidos, micronutrientes,
calorías, etc. ver:
http://www.senba.es/recursos/tablas_comp_alim.htm
Para consultar los contenidos de sodio y de potasio en
diversos alimentos (pan, carne, lácteos, verduras, frutas,
etc.) ver:
http://www.senba.es/recursos/pdf/tablas_comp_alim/1.2.%20Macronutrientes%20y%20Minerales.pdf
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