Discusión del
caso clínico
Dra. Micaela
Villarruel
Voy a discutir el caso de un paciente de 66 años, con
antecedentes de tabaquismo, que consulta por cuadro por
síndrome vertiginoso, que se acompaña de sintomatología
respiratoria y fiebre, con requerimiento de múltiples
tratamientos antibióticos. Como datos objetivos en los
estudios complementarios presenta masa ocupante de
espacio pulmonar, basal izquierda, con engrosamiento
pleural, con biopsia y citología negativa para células
neoplásicas, y múltiples lesiones hiperdensas en la
tomografía de cráneo con contraste. Considero como más
probable la etiología infecciosas versus neoplásica, y
por lo tanto en esta discusión intentaré arribar al
diagnóstico más probable y su respectivo tratamiento.
Voy a comenzar mencionando al cáncer de pulmón, como la
entidad más frecuente de muerte por cáncer, tanto en
hombres como en mujeres, desde la década del ´50 y del
´80 respectivamente, con una leve declinación en la
incidencia en el sexo masculino y en una fase de plateau
en mujeres.
Además, esta patología generalmente al momento del
diagnóstico se presenta como una enfermedad avanzada en
el 66 al 75 % de los pacientes.
Los factores de riesgo son múltiples, entre los que se
encuentra como de mayor relevancia y frecuencia el
tabaquismo (90 %), en el cual no existe hasta la fecha
evidencia científica que determine que la realización de
pruebas de detección sistemática en pacientes de alto
riesgo, permita disminuir la mortalidad, aún en
pacientes asintomáticos.
Otros factores son las radiaciones, los compuestos
nitrógenos carbonados, la infección por HIV, metales
pesados y otros.
La clasificación histológica los divide en 4 grandes
grupos:
§
38 % adenocarcinoma de pulmón, que incluye dentro del
mismo al carcinoma bronquioalveolar
§
20 % carcinoma de células pequeñas o carcinoma de
células tipo oat cells
§
13 % carcinoma epidermoide
§
5 % carcinoma anaplásico de células grandes
La sintomatología es variable, dependiendo de si está
relacionada a su localización, es decir: compromiso
regional, por la presencia de metástasis a distancia o
como manifestaciones de síndromes paraneoplásicos.
Sintomatología en relación al compromiso local:
·
50 – 75 % tos seca o productiva
·
25 – 50 % hemoptisis
·
20 % dolor de pecho
·
10 – 15 % compromiso pleural
·
Disfonía o ronquera persistente
·
Síndrome de Vena Cava Superior
·
Síndrome de Pancoast
Los sitios en los cuales más frecuentemente presenta
metástasis el carcinoma pulmonar son a nivel hepático,
con evidencia de las mismas hasta en un 50 % de las
necropsias, ósea y cerebral y en glándulas
suprarrenales, las cuales son evidenciadas en un 40 % de
las necropsias de los pacientes con cáncer de pulmón.
Los síndromes paraneoplásicos son múltiples, de los
cuales nuestro paciente no presentaba evidencia:
·
HIPERCALCEMIA
·
SIADH
·
OSTEOARTROPATÍA HIPERTRÓFICA
·
DERMATO-POLIMIOSITIS
·
ALTERACIONES HEMATOLÓGICAS
·
SME. HIPERCOAGULABILIDAD
·
SÍNDROME DE CUSHING
Ahora bien, en el contexto de la sospecha de carcinoma
de pulmón, sumado a un cuadro compatible y hallazgos en
los exámenes complementarios, debe realizarse
confirmación histológica, ya que la división clásica es
entre carcinoma microcítico (o de células pequeñas) y no
microcítico, que abarca el adenocarcinoma, el carcinoma
epidermoide y el anaplásico de células grandes. Existe
una marcada diferencia en el pronóstico y su
terapéutica.
Para la confirmación histopatológica de una neoplasia
debemos tener en cuenta:
§
Selección de una técnica con alto perfil de seguridad,
de fácil realización, a cargo de expertos y evaluando
la probabilidad pre-test de mayor de rédito
§
Se debe realizar biopsia de cualquier lesión accesible
sospechosa de cáncer si las decisiones terapéuticas van
a estar influidas por el diagnóstico histológico
Ante lo mencionado, podemos realizar el diagnóstico a
partir de tomar muestras biópsicas o citológicas del
tumor primario, de adenopatías loco-regionales, del
derrame pleural o de metástasis a distancia.
Entre los métodos posibles, se encuentra la citología de
esputo, la cual es de baja sensibilidad, sólo es
positiva en un 20 – 25 % de los casos, y se indica en
aquellos pacientes que presentan gran número de
comorbilidades, o bien cuando se encuentre formalmente
contraindicada la realización de un método invasivo.
El tumor primario pude abordarse a partir de punción –
aspiración con aguja a ciegas, por fibrobroncoscopía,
sensibilidad cercana al 75 %, o bajo guía tomográfica,
la cual tiene una sensibilidad entre 90 – 95 %. Cuando
no es posible acceder a la misma por estos métodos, debe
recurrirse a metodología de mayor invasividad, es decir,
por toracoscopía o toracotomía.
En el caso de las adenopatías sospechosas de patología
neoplásica, estas pueden ser arribadas por
fibrobroncoscopía con una sensibilidad del 80 – 85 %.
En el derrame pleural, presente en un 1/3 de los
pacientes al diagnóstico, y con importancia a la hora de
la estadificación, la realización de una primer
toracocentesis y el análisis citológico del mismo, tiene
una sensibilidad promedio del 65 %. La misma aumenta un
30 % con una segunda toracocentésis más la toma de
muestra de biopsia pleural.
Algunos autores indican una tercera punción pleural,
mientras que otros hacen referencia a la práctica de un
método quirúrgico como la videotoracoscopía, que permite
no sólo la evaluación de las características anatómicas
del tumor primario, y la toma de muestra del mismo, sino
que también permite su estadificación con una
sensibilidad del 95 % en manos de expertos.
En 1997 en la revista The Annals of Thoracic Surgery fue
publicado un estudio prospectivo de cohorte de 64
pacientes con sospecha de Carcinoma no microcítico III B
antes de la realización de terapia neoadyuvante, en los
cuales se les realizó una toracoscopía para evaluar la
efectividad del método en cuanto su capacidad para
estadificación:
•
60 % de los pacientes presentaban invasión pleural por
toracoscopía, con citología negativa en el derrame
pleural
•
De 30 pacientes en los que se sospechaba invasión
mediastinal por TC, por toracoscopía la misma sólo
estaba presente en 15 pacientes
Por último también puede recurrirse a la realización de
una mediastinoscopía o mediastinostomía. Presentan una
elevada sensibilidad del 83 – 95 % y al igual que la
toracoscopía, permiten su estadificación
En el caso de los no microcíticos, se estadifican de
acuerdo al sistema TNM, en el cual se evalúa el tamaño
tumoral (T), la presencia de invasión ganglionar y la
ubicación de las mismas (N), y si existe compromiso de
metastásis o no (M). De la combinación de estos 3
componentes surgen 4 estadios. En un 1/3 de los
pacientes se realiza diagnóstico con una enfermedad
bastante confinada (estadio I A – IB) que pueden ser
pasibles de un tratamiento curativo por cirugía,
quimioterapia y/o radioterapia. La sobrevida a 5 años en
este grupo es del 38 – 67 %.
Otro tercio de los pacientes presenta invasión
loco-regional (estadio II – IIIA), donde la
posibilidades curativas disminuyen ostensiblemente y la
sobrevida a 5 años varía ampliamente entre 5 – 25 %.
Finalmente, el último tercio de los pacientes ya
presenta un estadio avanzado de la enfermedad (IIIB – IV),
sin posibilidad de terapéutica curativa, con una
sobrevida < 1% y se indica tratamiento paliativo.
En el carcinoma microcítico la estadificación es en 2
grupos:
¡
Limitado (30 %)
Confinado a un hemitórax y afección de
ganglios linfáticos regionales (mediastínicos,
hiliares homo y contralaterales y
supraclaviculares)
¡
Avanzado (70 %)
Sobrevida sin tratamiento de 6 – 17 semanas
En el caso de que nuestro paciente presentara un
carcinoma de pulmón, las posibilidades terapéuticas en
cada uno de las clasificaciones sería:
¡
Carcinoma no microcítico ESTADIO IV – IIIB avanzado
§
Radioterapia
de los lugares sintomáticos. No está demostrado el valor
de la irradiación profiláctica en pacientes
asintomáticos
§
Toracocentesis evacuadora, drenaje pleural con tubo de tórax
(derrames voluminosos) o pleurodesis
§
Quimioterapia
en pacientes con buena situación
funcional y lesiones evaluables
§
Resección del tumor primario
o de metástasis
suprarrenal o cerebral aislada
¡
Carcinoma microcítico en estadio avanzado con mala
situación funcional
§
Poliquimioterapia con dosis modificadas, para evitar
toxicidad excesiva
§
Radioterapia paliativa en metástasis cerebrales
documentadas
¡
Haciendo mención a las metástasis cerebrales, sabemos
que son los tumores intracraneales más frecuentes,
dentro de las neoplasias primarias más frecuentes que
presentan secundarismo en sistema nervioso son:
§
Cáncer de pulmón – no microcítico (16 – 20 %)
§
Carcinoma renal (7 – 10 %)
§
Melanoma (7 %)
§
Cáncer de mama (5%)
§
Cáncer colon-rectal (1- 2 %)
La tasa de sobrevida media en presencia de las mismas es
de 1 – 2 meses.
El diagnóstico por imágenes se realiza con RMI con
gadolinio, en la cual las mismas se identifican por sus
características ya que, generalmente son múltiples, en
la unión de la sustancia gris – blanca, bien delimitadas
y con moderado a severo edema perilesional.
Ante la imposibilidad de diagnosticarlas por esta
metodología, puede recurrirse a la
biopsia cerebral por excéresis quirúrgica o biopsia
estereotáxica bajo guía tomográfica.
En los pacientes con metástasis cerebrales, con pobre
pronóstico, con un performance status de Karnofsky < 70
% y presencia de neoplasia primaria no controlada, la
sobrevida media es de 2,4 meses y el tratamiento es
netamente paliativo:
¡
Radioterapia cerebral que incrementa la sobrevida a 3 –
6 meses, con 30 Gy en 10 sesiones (evidencia 2B) junto
a corticoterapia
§
Mejora del déficit neurológico
§
Disminuye el edema perilesional
§
Previene el mayor deterioro neurológico
¡
Tasa de respuesta 50 – 85 %
Al comienzo de la discusión hacíamos mención a la
posibilidad de que nuestro paciente pudiera presentar
una entidad infecciosa, como por ejemplo un absceso de
pulmón, el cual se define como colección focal de
paredes propias y contenido purulento o necrótico en
parénquima pulmonar.
Estos pueden clasificarse de acuerdo a su evolución en
agudos o crónicos, si es menor o mayor a 1 mes
respectivamente. Si es primario, es decir que se
presenta en pacientes previamente sanos; o secundario,
en pacientes con infecciones en cavidad oral,
odontógenas, con brancoaspiración, pérdida del
conocimiento, alcohólicos o presencia de carcinomas
broncógenos con abscesos post obstructivos.
En un trabajo publicado en 1988 en la revista Chest fue
publicado un
estudio retrospectivo en 52 pacientes con diagnóstico de
absceso de pulmón a los cuales se les realizó una
broncofibroscopía, y se dividieron en 2 grupos:
Grupo 2 (63, 5 %):
sin evidencia de
malignidad
Grupo 1 (36, 5 %):
carcinoma broncogénico asociado
§
15, 8 % Síntomas sistémicos (vs 51,5 % del grupo 2
p < 0,01)
§
26 % Predisposición para neumonía por aspiración
( vs 60,6 % p < 0,01 )
§
10 % Incremento en el recuento de glóbulos blancos
( vs 14 % p < o,o5)
§
17 % Extenso infiltrado en radiografía al ingreso
( vs 86 % p < 0,05)
Teniendo en cuenta la posible diseminación hematógena de
esta entidad, podemos decir que la presencia de
múltiples lesiones en encéfalo podrían ser secundarias a
la lesión pulmonar, como sabemos, generalmente estas se
encuentran a los largo del trayecto de la arteria
cerebral media, y el origen puede ser además del absceso
de pulmón, endocarditis infecciosa, abscesos renales,
intrapélvicos, o posterior a tratamiento endoscópico
esclerosante de esófago, aunque en un porcentaje no
menor (20 -40 %) no se evidencia un foco claro.
Las manifestaciones clínicas son múltiples:
¡
Cefalea (más frecuente)
§
Gradual o súbito
§
No cede con analgésicos
¡
Fiebre (45 – 50 %)
¡
Déficit neurológico motor (50 %)
¡
Convulsiones (25 %)
¡
Rigidez de nuca (15 %)
§
Frecuente en abscesos occipitales o en el interior de
los ventrículos laterales
¡
Alteración del estado de conciencia (letargia -
coma)
¡
Hipertensión endocraneana
El diagnóstico de abscesos cerebrales se realiza a
partir de:
¡
RMI con gadolinio
§
Elevada sensibilidad en T1 para abscesos precoces (1-2
semanas) y lesiones satélites
¡
RMI con técnica de difusión
§
Abscesos
à
hiperintensidad
§
Metástasis
à
hipointensas o de menor hiperintensidad comparativamente
a los abscesos
¡
Aspiración estereotáxica guiada por TC y posterior
histopatología y cultivos del material
El tratamiento se basa en los dos pilares del drenaje,
ya sea por aspiración bajo guía tomográfca, o excéresis
quirúrgica más el tratamiento antibiótico, en primer
lugar empírico y luego ajustado a los cultivos por 4 – 6
semanas.
Por último me hago la pregunta de ¿cómo proceder ante la
decisión del paciente y su familia de discontinuar la
metodología diagnóstica y terapéutica?
Es cuando debemos recurrir a la Bioética, que es el
conjunto de valores y convencimientos que pertenecen al
ámbito de lo ÍNTIMO y PERSONAL y proceden
de la RAZÓN para encargarse de la vida y las
ciencias de la misma.
Basadas en 4 principios que son la Autonomía, que es la
obligación de respetar los valores y principios de cada
individuo, lo que atañe a los derechos vitales, el
derecho a equivocarse aún tomando la decisión propia.
La Beneficencia, la obligación de hacer el bien, el
complemento entre el conocimiento del médico y la
decisión del paciente y su familia, siendo éste un
principio positivo aunque no tan fuerte como el
principio de la No maleficencia. Ante todo No hacer
daño, aunque esto no pueda ser analizado
cuantitativamente debe ser evaluado en cada una de las
acciones.
Por último, la Justicia, la repartición de beneficios y
responsabilidades entre las partes, la que pone límites
a la beneficencia.
De la conjunción de la autonomía y la beneficencia surge
la ética del Máximos, la ética de lo privado, la máxima
moralidad exigible para un individuo. Mientras que la
suma de la no maleficencia y la justicia da como
resultado la ética del Mínimos, la ética pública, la de
las sociedades, la que debe garantizar el estado y está
plasmada en el derecho.
Ahora bien, cuando hay interferencia entra éstas cómo
equilibrarlas, y cómo tomar las decisiones,
probablemente, deba primar el principio hipocrático
“Primum Non Nocere”.
Algunos conceptos que no debemos olvidar en nuestra
práctica cotidiana son:
¡
Muerte digna:
es la muerte con todos los alivios médicos adecuados y
los consuelos humanos posibles. También se denomina
ortotanasia
¡
Distanasia:
es la muerte en malas condiciones, con dolor, molestias,
sufrimiento. La muerte con un mal tratamiento del dolor,
o la asociada al encarnizamiento terapéutico
¡
Enfermo desahuciado:
el que padece una enfermedad para la que no existe un
tratamiento curativo y que es mortal, no necesariamente
a corto plazo
¡
Enfermo terminal:
el que padece una enfermedad irrecuperable,
previsiblemente mortal a corto plazo
Cómo conclusión creo que por las características del
cuadro clínico, con los antecedentes de nuestro paciente
y ante la evidencia de los exámenes complementarios,
estamos ante la presencia de un paciente con probable
cáncer de pulmón. Si el paciente y su familia estuviesen
de acuerdo, intentaría su confirmación diagnóstica por
medio de toracoentésis y biopsia pleural en primer
lugar. Si por esta metodología no fuese esclarecedora,
indicaría videotoracoscopía o toracotomía con toma de
muestra biopsia de masa tumoral, adenopatías y pleura, y
en base a los resultados obtenidos, plantearía una
terapéutica correspondiente, probablemente, cuidados
paliativos.
Como otras conductas sugiero:
¡
Continuar tratamiento antibiótico hasta descartar un
proceso infeccioso
¡
Continuar tratamiento con corticoides en relación a la
mejoría clínica
¡
Creación de Comité de Bioética debido a la importancia
del mismo para la toma de decisiones que conllevan desde
su origen dilemas morales
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