Discusión del
caso clínico
Dr. Nicolás
Frigeri
Estamos ante el caso de un paciente
varón de 53 años que se interna por fiebre de 4 días de
evolución a predomino vespertino, asociado a tos con
expectoración mucosa y aumento de su disnea habitual
hasta hacerse de reposo. Presentaba además sangrado
gingival del mismo tiempo de evolución. Se constata en
la analítica la presencia de anemia y plaquetopenia
severa. Vale aclarar que el paciente presentó una
internación por cuadro de similares características en
noviembre del 2009.
Como datos guía para el desarrollo de
mi discusión voy a tener en cuenta la presencia de
bicitopenia, en el contexto de un síndrome febril y que
en la TC de tórax realizada en esta internación presenta
linfadenopatípas mediastinales.
Las causas de bicitopenia son
múltiples:
?
INFECCIOSAS
?
INMUNOLÓGICAS
?
NEOPLÁSICAS
?
FÁRMACOS
?
TÓXICOS
?
CARENCIALES
?
HIPERESPLENISMO
Dentro de las causas infecciosas, si
bien pueden ser virales, bacterianas o
producida por hongos, primeramente dentro
de las causas bacterianas nos referiremos a la
Tuberculosis.
La Tuberculosis en una
enfermedad infecciosa, producida por el Mycobacterium
Tuberculosis, tiene una alta prevalencia e
incidencia mundial, la cual se puede presentar de
diferentes formas, como son la pulmonar, extra pulmonar
y diseminada o también conocida como Tuberculosis
miliar.
La Tuberculosis miliar se da
por la diseminación hematógena del bacilo. Si bien en
más frecuente en pacientes inmunodeprimidos, este no es
un criterio indispensable para el desarrollo de la
enfermedad.
Clínicamente se puede presentar como
un cuadro de comienzo agudo, grave, con falla
multiorgánica hasta un shock séptico, pero es más
frecuente la presentación en forma subaguda – crónica,
se vio en la mayoría de las series analizadas que la
duración promedio del cuadro de los pacientes fue de
aproximadamente 2 meses. Los síntomas que presentaron en
forma más frecuente en las series revisadas, fueron
fiebre, sudores nocturnos, anorexia y pérdida de
peso en el 90% de los casos, siendo las
manifestaciones respiratorias las predominantes en las
series revisadas. Con respecto a los órganos afectados,
se vio que el pulmón estaba afectado en un promedio
cercano al 50% de los casos, con cuadros de tos con
disnea e hipoxemia. La afectación de las glándulas
suprarrenales no fue tan frecuente como se piensa, las
autopsias realizadas a pacientes con TBC miliar
mostraron afectación de las suprarrenales solo en el 40%
de los casos, documentándose insuficiencia suprarrenal
sólo en el 1% de los pacientes analizados. El bacilo
también compromete a los ganglios linfáticos, SNC, hueso
y piel. El sistema cardiovascular se vio afectado en un
10% de los pacientes de las series revisadas, siendo lo
más constantemente hallado pericarditis, en muchos casos
asociado a derrame pericárdico.
Si bien la analítica es poco
especifica, es frecuente la presencia de pancitopenia
(sobre todo en afectación de la médula ósea) , una VES
elevada con una frecuencia del 70%, con respecto al
hepatograma la alteración más constante fue la elevación
de la fosfatasa alcalina (83%) y transaminasas (42%). La
alteración electrolítica que presentaron los pacientes
de las series consultadas fue la presencia de
hiponatremia (80%), la cual se cree que es debido a un
síndrome de secreción inadecuada de hormona
antidiurética similar al observado en otros procesos
pulmonares, y no debido a la afectación del SNC por la
enfermedad.
En lo que hace al diagnóstico de la
enfermedad se vio que los exámenes baciloscópicos
directos la búsqueda de bacilo en las diferentes
muestras tienes un rédito bajo si se realiza de una
muestra aislada, pero dicho rédito aumenta si se busca
el bacilo en diferentes sitios como lo son esputo,
orina, líquido gástrico a la vez. Los hemocultivos son
positivos sólo en un 20%, en las series revisadas el
mayor rédito diagnóstico fue en los cultivos de líquido
gástrico, en un porcentaje cercano al 100%.
Nuestro paciente presenta bicitopenia,
VES ,FAL, transaminasas elevadas, así como también
hiponatremia, infiltrados pulmonares bilaterales,
derrame pericárdico y adenopatías mediastinales, lo que
hacen pensar en un diagnóstico probable para esta
enfermedad. En contra de este diagnóstico tenemos el
tiempo de evolución prolongado, ya que sin tratamiento
probablemente las manifestaciones clínicas ý el
pronóstico de nuestro paciente sería peor. Otro punto a
destacar es que en los cultivos y exámenes realizados en
nuestro paciente en busca del bacilo fueron negativos.
Otra de las causas infecciosas de
bicitopenia es la Histoplasmosis, micosis
oportunista producida por el Histoplasma Capsulatum,
enfermedad que es endémica en nuestro país en la zona de
la Pampa húmeda y Mesopotamia.
Generalmente cursa sin síntomas, aunque puede
presentarse como enfermedad pulmonar crónica, con tos
productiva progresiva, fiebre, con imágenes patológicas
en la radiografía de tórax, tales como patrón nodulillar,
a predominio de los campos pulmonares superiores y en la
mayoría de los casos la morbilidad se relaciona con
infecciones sobre agregadas.
También puede presentarse como enfermedad diseminada,
con fisiopatología similar a la tuberculosis, con
diseminación hematógena, con fiebre, pérdida de peso,
astenia, adenopatías generalizadas, bicitopenia o
pancitopenia,
La clínica incluye:
-
Fiebre y pérdida de peso
-
Lesiones erosivas y ulceradas en orofaringe y tubo
digestivo (disfagia y odinofagia)
-
Hepatoesplenomegalia, adenopatías
-
Lesiones cutáneas (45-80%) polimorfas
-
Compromiso adrenal (80-90%)
-
Meningitis, encefalitis
-
Otras menos frecuentes: pericarditis, endocarditis,
coriorretinitis, etc.
El diagnóstico se realiza aislando el hongo en los
cultivos. Los hemocultivos son positivos en 50-60 %. En
presencia de anemia, leucopenia o plaquetopenia la
médula ósea tiene un rédito del 75%. La detección del
anfígeno de histoplasma en orina es muy sensible
(80-90%) y también puede solicitarse en sangre u otros
fluidos estériles. Las pruebas serológicas
(inmunodifusión o fijación del complemento) son
positivas en 60-75% de los casos, dando falsos negativos
en sujetos inmunodeprimidos.
A favor de el diagnóstico de esta enfermedad tenemos el
cuadro clínico que presenta nuestro paciente, el dato de
hacer sido trabajador rural, lo que constituye la noción
de foco, las alteraciones en la analítica, los
infiltrados pulmonares y la presencia de derrame
pericardio, lo que hacen que sea una enfermedad a tener
en cuenta la cual no podemos descartar. En contra del
diagnostico tenemos la negatividad de los cultivos y las
pruebas serológicas realizadas.
Para seguir con las causas infecciosas de bicitopenia,
hay un dato que no podemos pasar por alto y que surge
posteriormente con los sucesivos interrogatorios al
paciente y sus familiares, este dato es que trabajó
durante años en un frigorífico, esto me hace pensar en
la posibilidad de que nuestro paciente presente una
brucelosis.
La brucelosis es una zoonosis producida por la
Brucela Melitensis , se considera una enfermedad
ocupacional que se produce por la ingestión, inhalación
o bien por vía de contagio subcutánea.
Las manifestaciones clínicas de la enfermedad son
generalmente los siguientes:
•
Fiebre
•
Sudoración nocturna
•
Mialgias generalizadas
•
Artralgias
•
Pulmonares (25%)
•
Hepatoesplenomegalia (25%)
•
Linfadenopatía (10-20%)
Si bien la fiebre presenta diferentes patrones, entre
ellos se describen tres formas de presentación de la
misma, ya sea como el patrón de fiebre tifoide (fiebre
alta durante semanas, con períodos afebriles), fiebre
con compromiso monoarticular sobre todo a nivel de
caderas, o bien como un cuadro febril asociado a dolores
musculares generalizados y lumbalgia que impiden la
deambulación del paciente-
Para el diagnóstico es muy importante la sospecha
clínica, ya que se cree que hay muchos más casos de
brucelosis que lo que muestran las estadísticas.
Los datos de laboratorio que podemos encontrar a nivel
del hemograma son la caída en los valores de las tres
series, se cree que la caída en el valor de las
plaquetas se debe a una CID, ya que se encontraron
valores de producto de degradación del fibrinógeno
aumentados. Con respecto del hepatograma es frecuente
encontrar valores de enzimas hepáticas por encima de los
normales.
Los métodos actualmente más usados para la confirmación
diagnóstica son la reacción de Huddleson, la cual se
considera positiva con valores dilucionales entre 1:320
– 1:640. Los cultivos de biopsias arrojaron diagnóstico
definitivo en la mayoría de los casos, no así los
hemocultivos, en los cuales es conveniente cultivarlos
en medios enriquecidos como es el medio de Ruiz –
Castañeda, tardando en crecer entre 7 y 10 días pero se
han visto casos en los cuales el germen demora de 2 a 3
semanas en crecer por lo que es sumamente importante la
búsqueda del mismo por parte de los bacteriólogos.
Si bien no se utiliza con frecuencia la PCR, se vio que
esta es un método sensible no sólo para el diagnóstico
de la enfermedad sino también para detectar posibles
recaídas y brucelsis crónica.
Por lo descripto anteriormente, considero a la
brucelosis como una causa a tener en cuenta en el
diagnóstico de nuestro paciente.
Además de las causas infecciosas que pueden producir
bicitopenia no podemos dejar de nombras las causas
neoplásicas, que por la forma de presentación y el
cuadro clínico de nuestro paciente haré una breve
referencia a los linfomas, sobre todo la variedad
no Hodgkin. Se trata de una neoplasia heterogénea
que afecta al sistema linfoide e inmune. Entre las
causas, si bien no se conocen con exactitud, se cree que
son producidas por ciertas infecciones como HIV, o
Epstein Barr; radiaciones, fármacos o bien enfermedades
del tejido conectivo.
Las manifestaciones clínicas que más frecuentemente
presenta la enfermedad son la presencia de
linfadenopatías, alteraciones hepáticas y esplénicas,
así como también afectación de médulas ósea, hueso y
pulmón. La presencia de fiebre, sudoración nocturna y
pérdida de peso son considerados “síntomas B”, los
cuales si están presentes al momento del diagnóstico de
la enfermedad nos marcan un mal pronóstico.
En lo que hace a las causas inmunológicas de
bicitopenia, debemos hacer referencia a las enfermedades
que más frecuentemente dan este tipo de alteración, como
es el Lupus eritematoso sistémico, la
Artritis reumatoide y el síndrome de Sjògren.
Si bien estas enfermedades entre sus manifestaciones
clínicas dan un cuadro compatible con el que presenta
nuestro paciente, y ante la falta de un laboratorio
inmunológico, considero que es un estudio necesario en
la metodología diagnostica, más aún teniendo en cuenta
que nuestro paciente presenta 2 biopsias de médula ósea
de características normales con hiperplasia de las tres
series medulares.
Por lo anteriormente desarrollado, creo que no es
posible realizar un diagnóstico de certeza, nuestro
paciente seguramente es un inmunodeprimido severo, en
donde la causa de bicitopenia podría ser secundaria a
alguna de las enfermedades anteriormente citadas,
considerando de suma importancia obtener resultados ya
sea anátomo patológicos como de cultivos para hongos,
mycobacterias y gérmenes comunes del liquido pericárdico
obtenido, siendo esta la única muestra disponible para
el análisis que nos puede llegar a acercar al
diagnóstico definitivo.
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