Discusión del
caso clínico
Dr. Rodolfo
Navarrete
Como resumen del caso
presentado, estamos frente a una paciente de 33 años que
consulta por cuadro de lumbalgia de comienzo agudo, que
no cede con la administración de AINES y que no está
relacionado con traumatismos. Como antecedentes, la
paciente es tabaquista, tuvo 3 embarazos con partos
normales, siendo el último hace 5 meses con
requerimiento de bloqueo analgésico epidural. No
presentaba alteraciones en los análisis bioquímicos. En
la RMI y radiografía de columna lumbar se constata
alteración en la forma de los cuerpos vertebrales,
principalmente a nivel de L1.
Para comenzar la discusión, considero fundamental
establecer la definición de fractura vertebral. Para
ello, Genant and col. describieron un método
imagenológico, el cual no solo sirve para el diagnóstico
sino también para evaluar la severidad de la fractura, y
de esta forma diferenciarla del resto de las
deformidades vertebrales.
Este score, llamado calificación visual
semicuantitativo, define a las fracturas como toda
deformidad vertebral que esté comprendida entre T4 y L4
con una pérdida del 20% de su altura y una reducción del
10 al 20 % de su superficie; además se divide en 4
grados: grado 0 o normal, 1 o leve, 2 o moderada y 4 o
severa.
Como se puede apreciar, las imágenes de nuestra paciente
coinciden con las características anteriormente
descriptas, considerando de esta manera que estamos
frente una fractura aplastamiento de vértebra.
Las fracturas pueden ser causadas por eventos
traumáticos o causas patológicas. Debido a que nuestra
paciente no presentó traumatismos, me enfocaré en las
causas patológicas. Dentro de estas, debemos evaluar la
posibilidad de etiología infecciosa, neoplásica y
osteoporótica.
Neoplasias y fracturas patológicas de vertebras
Las causas neoplásicas, podemos dividirlas en primarias
y secundarias o metastásicas. Debido a que las primarias
son de baja incidencia, con características clínicas e
imagenológicas distintas, las considero en este caso un
diagnóstico poco probable. Con respecto a las neoplasias
que pueden producir metástasis a nivel vertebral, en
orden de frecuencia se encuentran el cáncer de mama,
pulmón, colon y ovario. Desarrollaré únicamente la
afección secundaria al cáncer de mama, ya que considero
la posibilidad de afección por otro primario como
alejada.
El cáncer de mama es una de las neoplasias más
frecuentes en las mujeres y la principal causa de
muerte. La incidencia comienza a aumentar luego de los
30 años de edad. Los principales sitios de metástasis
son hígado, pulmón y hueso, principalmente en esqueleto
axial. Casi en el 80% de los pacientes que desarrollan
siembra a distancia, presentan nódulos mamarios
palpables o adenopatías en zona axilar.
Una especial consideración merece el cáncer de mama
asociado al embarazo. Se define así cuando se
diagnostica durante el embarazo, la lactancia o hasta un
año después del parto. Se cree que el embarazo es por sí
mismo un factor predisponente, y si bien las
características histológicas son similares al
diagnosticado fuera del embarazo, tienden a ser más
agresivos. Además, es más dificultoso su diagnóstico
debido a la pérdida de la arquitectura normal,
consecuencia de los cambios tróficos durante el
embarazo. Un signo poco sensible es el rechazo de la
leche por parte del hijo.
Con estos datos, me planteo la posibilidad de
encontrarnos frente a la afección secundaria a un cáncer
de mama. Teniendo en cuenta la ausencia de nódulos o
ganglios axilares palpables, asociado a una ecografía
abdominal y de tejido mamario normal, y a un laboratorio
con función hepática sin alteraciones, me pregunto si
estos datos son suficientes para descartar un patología
neoplásica mamaria. En relación a los métodos
diagnósticos, la ecografía tiene una sensibilidad del 75
% y especificidad del 77 %, mientras que la mamografía
tiene una sensibilidad del 85 % y especificidad del 87%.
Si se realizan ambos métodos, se obtiene un valor
predictivo negativo del 97 al 100%. Por lo tanto
considero necesario, la realización de una mamografía
con la finalidad de descartar esta etiología.
Otras de las patologías neoplásicas a considerar, es el
mieloma múltiple. La proliferación clonal de
células plasmáticas productora de proteínas
monoclonales, produce afección ósea en casi el 70% de
los pacientes. Generalmente las lesiones son
osteolíticas u osteopenicas, y al momento del
diagnóstico presentan algún tipo de fractura. Si
analizamos las manifestaciones clínicas del mieloma
múltiple, éste se presenta generalmente entre los 60 y
65 años, siendo su incidencia menor al 2% en menores de
40 años. Además suele cursar con dolores óseos, síndrome
anémico, pérdida de peso, VES elevada, calcio sérico
elevado, hepatoesplenomegalia e insuficiencia renal.
Para su diagnostico es suficiente la presencia de bandas
homogéneas en un proteinograma por electroforesis (PxE).
Si bien nuestra paciente presenta dolores óseos, no
presenta ninguna de las características anteriormente
mencionadas, por lo que considero este diagnóstico como
poco probable.
Utilidad de la RMI para el diagnóstico diferencial entre
causas tumorales vs osteoporóticas
Según diferentes publicaciones, la RMI es un método útil
para poder diferenciar estas patologías. La presencia de
masas paraespinales, lesiones pediculares, compresión de
canal medular, afección de la cara posterior del cuerpo
vertebral de forma convexa, señal baja en T1,y señal
heterogénea tanto en T1 como en T2 luego del contraste,
hablarían a favor de una patología maligna. En cambio,
las lesiones benignas se caracterizan por presentar cara
posterior cóncava, retropulsión del segmento posterior
hacia el canal, medula ósea conservada en secuencias T1
y STIR, y cuerpo vertebral isointenso en T1 yT2.
En nuestro paciente los pedículos están conservados y la
cara posterior presenta forma cóncava.
Con estos hallazgos, podríamos decir que las
características imagenológicas orientan el diagnóstico a
una causa benigna.
Infecciones y fracturas patológicas de vértebras
En la osteomielitis, los gérmenes pueden llegar por tres
vías: hematógena, luego de traumatismos, o secundario a
heridas quirúrgicas. El cuadro clínico de presentación
es típicamente dolor en la zona afectada asociado a
fiebre. La mayoría cursa con VES elevada.
El motivo por el cual planteo este diagnóstico como
posible etiología en nuestro paciente, es debido al
bloqueo analgésico epidural que recibió en su último
embarazo, 5 meses previos al comienzo de los actuales
síntomas. Según la literatura mundial, la osteomielitis
o discitis asociada a este procedimiento es muy poco
frecuente (2 a 3%). Generalmente los síntomas comienzan
2 a 3 semanas luego de la punción, la fiebre está
presente en todos los casos reportados, se asocia a
leucocitosis y VES elevada. Una característica típica en
la RMI, es la afectación del disco junto con los
elementos blandos paravertebrales.
Debido a la ausencia de fiebre, una VES baja, el
comienzo del cuadro a los 5 meses de la punción y las
características en la RMI, considero el diagnóstico de
osteomielitis como alejado.
Osteoporosis y fracturas patológicas
La osteoporosis es la enfermedad esquelética sistémica
caracterizada por la disminución de la masa ósea y
deterioro microestructural del tejido óseo, con el
consiguiente aumento de la fragilidad del hueso y la
susceptibilidad para el desarrollo de fracturas. Según
las diferentes etiologías se las puede dividir en
primarias, secundarias y formas especiales.
Antes de describir las diferentes etiologías, quiero
señalar la dificultad que representa el diagnóstico de
este cuadro en pacientes pre menopáusicas. Cabe
destacar, que en mujeres post-menopáusicas la WHO
determina que la densitometría ósea es un método avalado
para el diagnóstico de osteoporosis. En cambio, en
pacientes pre-menopáusicas no hay acuerdo acerca de cuál
debe ser el método de oro para el mismo. La Sociedad
Internacional de Densitometría Clínica postula que la
densitometría debe realizarse en toda mujer
pre-menopáusica que presente fractura por fragilidad o
causas secundarias potencialmente osteoporóticas. El
método debe ser el z-score ajustado a la etnia. Una
puntuación menor o igual a -2.0 DE, sería equivalente a
disminución de la masa ósea, sin referirse a osteopenia
ni a osteoporosis.
En cambio, otros autores consideran que la sola
presencia de una fractura aplastamiento de vértebra sin
una causa asociada que lo justifique, o la presencia de
signos indirectos de disminución de masa ósea como son
el aspecto de vertebra vacía o el patrón trabecular, son
suficientes para el diagnóstico de osteoporosis.
En cuanto a las causas secundarias de osteoporosis,
considero importante señalar las causas endocrinas:
•
Hipertiroidismo
•
Hiperparatiroidismo
•
Hipogonadotrofismo con hipogonadismo
•
Hipergonadotrofismo con hipogonadismo
•
Hiperprolactinemia
•
Hipercalciuria
•
Síndrome de Cushing
De estos trastornos, el único que no hemos podido
descartar es el Síndrome de Cushing. Si bien la paciente
no presenta ningún síntoma compatible con este cuadro,
hay en la literatura casos publicados de Cushing
subclínico y osteoporosis, por lo cual considero
importante un dosaje de cortisol urinario para descartar
este trastorno.
Además, debemos evaluar las causas hematológicas:
•
Mieloma Múltiple
•
Leucemia y
limfomas
•
Mastocitosis
•
Anemia hemolítica
Por
la forma de presentación, las características clínicas y
bioquímicas, estas enfermedades no son compatibles con
el cuadro de nuestra paciente.
Dentro de las enfermedades crónicas que pueden
cursar con osteoporosis, podemos señalar:
•
Hepatopatías
•
Neuropatías
•
Enf. Del Colágeno
•
Gastrectomía
•
Insuficiencia renal
•
Enf. Celiaca
Quedando por descartar la enfermedad celiaca. La cual,
en pacientes adultos, puede presentarse sin síntomas
gastrointestinales, con síndrome anémico, y PTH elevada.
Por lo tanto, queda pendiente la determinación de
anticuerpos para enfermedad celiaca.
Los déficit nutricionales, ya sea por
hipovitaminosis C o D, no parecen corresponder con este
cuadro.
Por ultimo, debemos considerar a la osteogénesis
imperfecta. Este es un raro trastorno del tejido
conectivo, que si bien se presenta en niños, hay un
subgrupo en el que puede presentarse en la edad adulta
simulando una osteoporosis pre-menopáusica. Cursa
generalmente con hipercalciuria y aumento de la
fosfatasa alcalina. En nuestro paciente, estos valores
de laboratorio no están alterados y dada la infrecuencia
del cuadro, lo considero improbable.
Dentro de las formas especiales es de importancia
remarcar el embarazo y la lactancia como posible
causa de osteoporosis. Esta es una manifestación poco
frecuente, de la cual se desconoce la fisiopatogenia. En
la literatura hay reportado no más de 100 casos. En la
mayoría, el cuadro se manifestó en primigestas, durante
el tercer mes de embarazo o durante la lactancia, siendo
infrecuente que se repita en los sucesivos embarazos.
Generalmente presentaban más de una fractura, y
respondían significativamente con la administración de
bifosfonatos.
En nuestro paciente la forma de presentación no es
típica, ya que en los primeros 2 embarazos no presentó
síntomas, manifestándose a los 4 meses del tercer
embarazo. Por lo cual, si bien podría ser un factor
asociado al cuadro actual, no puedo considerarlo como
única causa.
Tratamiento de la osteoporosis
Por un lado debemos tratar en caso de que exista, la
causa secundaria. El otro eje del tratamiento comprende
un amplio espectro que incluye cambios del estilo de
vida, uso farmacológico, analgesia y tratamiento
quirúrgico.
Los cambios en el estilo de vida comprende la actividad
física con levantamiento regular de peso, dejar de
fumar, peso corporal normal con IMC entre 20 y 25
evitando grandes variaciones del peso, moderación en el
consumo de alcohol, agregar suplementos con 1000 mg de
calcio elemental por día y 600 UI de vitamina D por día.
Con la implementación de estas simples medidas, se
objetivó un aumento notable en la masa ósea en 1,5 años
en distintos estudios.
Los bifosfonatos demostraron ser eficaces solamente en
la osteoporosis asociado a corticoides y también en los
raros casos de osteogénesis imperfecta (nivel de
evidencia IIA). En el resto de mujeres pre-menopáusicas
no hay trabajos bien diseñados que demuestre su
eficacia, sumando efectos adversos. Por lo tanto no está
recomendado su uso
Otras drogas utilizadas son
•
Estrógenos
•
Hormona paratiroides
•
Calcitonina
•
Denosumab
Es muy importante trasmitirle al paciente que el dolor
va a tardar en desaparecer en promedio 3 meses, que es
el tiempo estimado en que el hueso reestructurará su
masa. El tipo de analgésico a utilizar, es motivo de
controversia. Algunos autores consideran que el uso de
AINES retrasa la cicatrización ósea, por lo cual
consideran de elección el uso de opioides y paracetamol.
Otros autores no coinciden con esta teoría, por que
aconsejan el uso de ibuprofeno o naproxeno.
En cuanto al tratamiento quirúrgico hay dos corrientes.
Los autores del UpToDate están en contra del mismo,
argumentando que en los ensayos aleatorizados
controlados realizados que compararon vertebroplastía vs
placebo, se observó una mejoría del dolor a las 24 hs de
procedimiento, pero no hubo diferencias a los 30 días ni
a los 12 meses. Remarcan además el sesgo de tener como
variable al dolor. Además, resaltan los efectos adversos
que trae aparejado este estudio, como la extravasación
de cemento fuera de la vertebra o la fractura de las
vértebras adyacentes al procedimiento.
En cambio otros trabajos bien realizados randomizados en
1188 pacientes demostraron que el dolor disminuyó fue
significativo a los 6 y 12 meses.
Conclusiones
Dentro de las posibles etiologías, considero la
osteomielitis descartada por razones que ya he
discutido.
En cuanto a las neoplasias aún queda por realizar una
mamografía para completar el estudio de la mama. Además,
solicitaría un centellograma óseo para evaluar la
posibilidad lesiones líticas en otros sitios que
orienten a una patología de origen neoplásico.
Por último considero a la osteoporosis como el
diagnóstico más probable en nuestro paciente. Queda
pendiente la realización de una densitometría ósea para
confirmar la pérdida de masa ósea, como así también el
dosaje de cortisol urinario y anticuerpos para
enfermedad celiaca para el estudio de las causas
secundarias.
Considero en este caso a la osteoporosis de probable
origen multicausal, asociada posiblemente al embarazo y
lactancia, al tabaquismo, la falta de ejercicio y los
antecedentes familiares.
Como conductas considero necesario comenzar con los
cambios en el estilo de vida, administrar calcio y
vitamina D, instaurar un plan analgésico con opioides y
paracetamol, y evaluar una conducta quirúrgica a cargo
de personal capacitado con una eventual toma de biopsia
ósea durante el procedimiento.
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