Discusión del
caso clínico
Dr. Rodolfo
Navarrete
Voy a discutir el caso de
una mujer de 40 años que presenta como problemas
principales:
-Enzimas musculares aumentadas asociado a mialgias y
lesiones en piel.
-Síndrome
colestásico asociado a granulomas hepáticos.
Como objetivos de mi discusión me propongo responder a
dos interrogantes:
1. ¿Estos problemas se deben a una misma enfermedad,
o es una asociación de patologías coexistentes?
2. ¿Se justifica comenzar un tratamiento empírico?
Comenzaré hablando de la
asociación entre patologías musculares y lesiones en
piel.
Las miopatías son un síndrome que se caracteriza
por la presencia de enzimas musculares aumentadas (TGO,
TGP, CPK, Aldolasa) asociado a mialgias y/o debilidad.
Dentro de las posibles etiologías causantes se decriben
causas infecciosas, inflamatorias, drogas, enfermedad de
motoneurona, distrofias, metabólicas, rabdomiólisis,
endócrinas e iatrogénicas. Debido al cuadro clínico que
presenta nuestra paciente, voy a descartar varias de
estas etiologías, dejando como posibles causas las
inflamatorias e infecciosas.
Dentro de las patologías inflamatorias se encuentran la
dermatomiosistis, polimiositis, miopatías por cuerpos
de inclusión y sarcoidosis. Con respecto a las causas
infecciosas, se encuentran las noxas bacterianas,
víricas, mycobacterium tuberculosis y hongos.
Ahora bien, ¿cuáles de estas causas de miopatías pueden
presentarse con lesiones cutáneas como las de nuestra
paciente? La sarcoidosis, histoplasmosis, candidiasis o
mycobacterium tuberculosis pueden asociarse con lesiones
en piel, pero ninguna de ellas con las características
de las lesiones en nuestra paciente.
Analizando las lesiones en piel de nuestra
paciente, podemos observar que son compatibles con
eritema heliotropo, pápulas de Gottron y eritema en
escote fotosensible. Estas lesiones pueden ser
confundidas cono prpias del lupus eritematoso sistémico,
pero esta patología no presenta dos características
presentes en nuestra paciente como son el prurito y la
miopatía.
Por lo tanto, teniendo en cuenta la asociación de
lesiones cutáneas típicas y miopatías considero que
estamos frente a un cuadro producido por miopatías
inflamatorias idiopáticas. Dentro de estas, se
encuentran la dermatomiosistis, polimiositis y miopatía
por cuerpos de inclusión.
Existen criterios diagnósticos bien definidos para
definir a estas patologías, los cuales incluyen:
debilidad muscular proximal, aumento de enzimas
musculares, electromiografía y biopsia muscular
compatible con miopatías y asociación con lesiones en
piel. Nuestra paciente presenta lesiones en piel y
aumento de enzimas musculares, por lo tanto lo hace un
diagnóstico posible.
La dermatomiositis se caracteriza por presentarse
en mujeres de 40 años, con un comienzo subagudo,
cursando con complemento consumido. Las mialgias no son
tan frecuentes, pero pueden presentarse hasta en un 30 %
de los casos.
Nuestra paciente, si bien presenta lesiones cutáneas
patognomónicas, no presenta manifestaciones musculares
típicas por lo que no puede ser diagnosticada
estrictamente como dermatomisotis. Debido a ello la
Academia Americana de Dermatología en el año 2006
analizó a una serie de pacientes que no presentaban
todos los criterios para miopatías inflamatorias, pero
que presentaban lesiones en piel y enzimas musculares
aumentadas, observando que en un seguimiento a 10 años
la mayoría de pacientes presentaron debilidad muscular
reuniendo los criterios diagnósticos necesarios. Además
la asociación con neoplasias y enfermedad pulmonar
intersticial fue similar tanto en los pacientes con
presentación clásica como en los pacientes sin todos los
criterios.
Con respecto al tratamiento de estas patologías, se las
puede dividir en dos pilares.
Por un lado, el manejo de las manifestaciones cutáneas,
principalmente el tratamiento sintomático del prurito y
la fotosensibilidad. El prurito suele ser invalidante
para el paciente causando irritabilidad e insomnio. Para
el tratamiento se aconseja el uso de soluciones tópicas,
como el alcanfor, mentol, corticoides tópicos y
clorhidrato de pramoxina. La fotosensibilidad debe
prevenirse con protectores solares.
Tales síntomas son refractarios en un alto porcentaje de
los casos, resultando ambas medidas poco eficaces.
Por lo tanto, tanto en estos casos como o en quienes
presenten desde el comienzo afectación muscular, debe
comenzarse con tratamiento sistémico. De elección, se
utilizan los corticoides en dosis de 1 mg/kg durante
cuatro semanas, para luego disminuir la dosis hasta
cumplir doce meses de tratamiento. El objetivo de esta
terapia es mejorar la debilidad, las lesiones cutáneas e
incluso prevenir las manifestaciones extramusculares.
Como otro problema,
nuestra paciente presenta síndrome de colestasis
asociada a granulomas en la biopsia hepática.
La colestasis se define como el aumento de las enzimas
GGT, FAL y 5-nucleotidasa, asociado o no a
hiperbilirrubinemia y transaminasas elevadas. El cuadro
clínico cursa además, con una serie de síntomas y signos
inespecíficos como son las náuseas, vómitos, dolor
abdominal, coluria y fiebre.
El estudio de colestasis debe comenzarse con la
realización de una ecografía abdominal. Esta dividiría
las causas de este cuadro en trastornos extrahepáticos y
trastornos intrahepáticos. Nuestra paciente presentaba
vía biliar extrahepática normal, por lo tanto voy a
considerar solo las colestasis intrahepáticas.
La forma de dividirlas es muy arbitraria, pero una de
ellas es la diferenciación entre:
- Colestasis colangiocelular: cirrosis biliar primaria (CBP),
colangitis esclerosante primaria (CEP), ductopenia
idiopática del adulto, drogas, infecciones, enfermedad
asociada a rechazo de transplante y hepatitis
autoinmune.
- Colestasis hepatocelular: sepsis, endotoxinas,
hepatitis alcohólica, hepatitis no-alcohólica,
infiltraciones malignas, sarcoidosis, síndrome veno-oclusivo.
El siguiente paso en el estudio de la colestasis radica
en solicitar los auto-anticuerpos AMA y ANA, para
decartar el diagnóstico a hepatitis autoinmune o CBP.
Como ya sabemos, en nuestra paciente estos
auto-anticuerpos son negativos, por lo tanto se debe
seguir investigando la causa, siendo necesaria la
realización de una biopsia hepática. En ella pueden
observarse tres patrones diferentes:
- Compromiso de los conductos biliares: CBP, CEP,
inducida por drogas, hepatitis autoinmune, sarcoidosis.
- Conductos hepáticos indemnes pero con la presencia
de granulomas, nódulos de regeneración o
dilatación sinusoidal: CEP, colangitis
esclerosante secundaria (CES), sarcoidosis e
infecciones.
- Mínimas anomalías hepáticas: estrógenos, sepsis,
nutrición parenteral, neoplasias.
Como nuestra paciente presentaba conductos biliares
indemnes y un cuadro clínico no compatible se descartan
CBS, CES, colestasis inducida por drogas, asociada a
hepatitis autoinmune, sepsis y nutrición parenteral. Por
lo tanto, quedan como posibles diagnósticos la CEP,
sarcoidosis, infecciones y las neopalsias.
El último paso en el estudio sistemático de las
colestasis es la realización de una colangiografía, la
cual se puede realizar mediante una
colangiopancreatografía-retrógrada-endoscópica (CPRE), o
por una conlagiopancreatografía por RMI (CP-RMI). La
primera es mucho más específica y sensible pero se
asocia a más efectos adversos. Por lo tanto, es
aconsejable comenzar con la realización de una CP-RMI.
Analizaré por separado cada una de las sospechas
diagnósticas mencionadas.
Colangitis esclerosante primaria:
Es más frecuente en hombres, de aproximadamente 40
años,y en más del 80% de los casos se asocia a
enfermedad intestinal inflamatoria. Los síntomas son
inespecíficos, ya que se presenta con vómitos, náuseas,
dolor en hipocondrio derecho, pérdida de peso y fiebre.
Lo datos de laboratorios no difieren en relación a otros
síndromes de colestasis, y pueden cursar con valores
positivos de ANA, AMA y ANCA-atípico. En cuanto a la
biopsia, no presenta lesiones patognomónicas, y la
ausencia de lesiones no descarta el diagnóstico ya que
al presentar lesiones no uniformes la aguja de biopsia
puede caer en un sitio sin alteraciones. La presencia de
granulomas es un hallazgo frecuente. Para el
diagnóstico, el patrón de oro es la colangiografía, en
la que se pueden observar lesiones típicas como por
ejemplo el “patrón en cuentas”.
Nuestra paciente presenta varias coincidencias con esta
enfermedad, pero es necesario la realización de un
estudio contrastado para apoyar el diagnóstico.
Sarcoidosis:
Es una patología poco frecuente, con una edad promedio
de presentación de 10 a 40 años. Un dato importante es
que el 50 % de los pacientes cursa con manifestaciones
pulmonares. La afectación gastrointestinal es muy baja
(1%), y dentro de ésta, la afectación hepática es la más
frecuente.
Para el diagnóstico es fundamental que la biopsia
presente granulomas no caseificantes, que pueden tener o
no aumento de la enzima de conversión de angiotensina en
su interior. Además deben estar presentes las
adenopatías hiliares bilaterales o intersticiopatía
pulmonar y, fundamentalmente debe excluirse la
tuberculosis.
Por todo lo dicho, lo considero un diagnóstico poco
probable.
Linfomas:
La colestasis en una manifestación muy poco usual y se
presenta con mayor frecuencia en la variante Hodgkin. En
un estudio realizado sobre 421 pacientes con linfoma
Hodgkin se observó que solo 6 de ellos (1,4%)
presentaron afectación hepática, de ellos: 6 se
presentaron con fiebre, 4 con ictericia y en la biopsia
hepática 4 presentaron células típicas (Reed-Sternberg).
Por todos estos datos considero una patología poco
frecuente, pero que debe ser descartada.
Infecciones
Es extensa la lista de infecciones que pueden producir
colestasis, pero debido a el cuadro clínico y la
epidemiologia de nuestra zona voy a describir solo tres:
-Tuberculosis
La tuberculosis miliar del hígado es la más común
(50-80%) y esta es una de las causas más frecuentes de
granulomatosis hepática asociada a colestasis. La forma
de llegada al hígado es en la mayoría de los pacientes
por via hematógena a través del pulmón, aunque un
pequeño porcentaje accede al hígado a partir de
tuberculosis intestinal. Puede presentarse de tres
maneras:
-Forma miliar, formando parte de la TB miliar
generalizada.
-Enfermedad granulomatosa (hepatitis tuberculosa),
cursando con fiebre de origen desconocido, biopsia con
granulomas caseificantes y mejora con anti-bacilares.
-TB hepática localizada, con y sin participación de
los conductos biliares.
Las manifestaciones clínicas típicas son fiebre, pérdida
de peso y hepatomegalia. En la biopsia lo mas frecuente
de encontrar es granulomas caseificantes, aunque en
algunas series de casos se han observado hasta un 50% de
granulomas no-caseificantes con diagnostico posterior
por BAAR. Para el diagnóstico certero de tuberculosis
es necesario granulomas caseificante y/o cultivo (+)
para M. tuberculosis y/o tinción (+) para BAAR y/o PCR
(+), esta con una especificidad cercana al 89%.
-Histoplasmosis
Es una patología propia de los HIV (+). La forma clínica
más común se caracteriza por un cuadro febril con
hepatomegalia, esplenomegalia, adenopatías en el 25% de
los casos y lesiones cutáneas y/o pulmonares. La lesión
granulomatosa en hígado son raras (8%). El daño hepático
se sospecha por el aumento significativo de la FAL y el
aumento variable de las transaminasas. En la ecográfica
el hallazgo más frecuente son las adenopatías
retroperitoneales.
-Brucelosis
Es una infección zoonótica, con sintomatología
inespecífica como mialgias, artralgias, astenia, fiebre
prolongada (ondulante).El principal sitio de afección es
el sistema osteo-articular (sacroileítis), seguido por
el génito-urinario . Más raramente afecta SNC y ojo. La
afección hepática es rara (1%) y generalmente forma
abscesos hepáticos
-Hepatitis granulomatosa idiopática
Según las distintas series su incidencia varía entre
5-37 %. Puede presentarse en el contexto de un hallazgo
o formando parte de un proceso sistémico con fiebre,
mialgias, astenia, hepatomegalia, esplenomegalia y
artralgias. Para su diagnóstico deben excluirse otras
causas. Es importante remarcar que en un gran porcentaje
(25%) de estos pacientes a largo plazo se diagnostica
tuberculosis o sarcoidosis. El tratamiento consiste en
la administración de corticoides y/o metotrexate.
Con respecto al primer
interrogante planteado al inicio de mi discusión, en el
cual me pregunto si estamos
frente a una única enfermedad o frente una asociación de
patologías coexistente,considero
por un lado que la miopatía asociada a lesiones típicas
en piel más complemento consumido e inicio subagudo son
suficientes para realizar el diagnostico de
dermatomiositis. Por otro lado no encuentro una clara
asociación entre esto y el trastorno hepático.
Por lo tanto a la asociación de colestasis, granulomas y
candidiasis esofágica (como signo de inmunodepresión)
los voy a tomar como un trastorno particular que puede
estar asociado o no a la dermatomiositis. Considerando
como posibles etiologías a la colangitis esclerosante
primaria, linfoma, sarcoidosis, tuberculosis y hepatitis
granulomatosa idiopática.
En cuanto a cómo continuar el estudio de nuestra
paciente, considero como primer paso a la realización de
una CP-RMI. Esta nos va a ayudar a visualizar el
páncreas y a ver lesiones típicas de CEP. En el caso de
que sea negativa, como segundo paso considero la
realización de una TAC de tórax. Este último estudio
junto con inmunomarcación de la biopsia hepática, me
ayudaría a confirmar o descartar la posibilidad de un
linfoma. Por otro lado podría visualizar la presencia de
adenopatías hiliares y/o de intersticiopatias.
Además considero fundamental sacar un máximo provecho a
la biopsia hepática, mediante tinciones que permitan
visualizar lesiones típicas de TBC, sumado a la
realización de PCR en los granulomas de la biopsia
hepática.
Por último, en caso que sea todo negativo, consideraría
fuertemente el diagnostico de hepatitis granulomatosa
idiopática habiendo descartado el consumo de drogas o
hierbas medicinales.
Con respecto al tratamiento de la dermatomiositis
comenzaría con las medidas locales como son anti-pruriginosos
y fotoprotección. No realizaría tratamiento aun con
corticoides ya que quisiera descartar patologías
infecciosas. Recomendaría realizar todas medidas de
screening para la búsqueda de cáncer asociados a
dermatomiositis como son ovario, pulmón, páncreas,
cuello de utero y linfomas.
Con respecto al segundo interrogante, es decir si se
justifica comenzar con tratamiento empírico, considero
que esta conducta no sería la apropiada, ya que la
paciente se encuentra en buen estado general, el tiempo
hasta la realización de los estudios pendientes es
relativamente corto, y la realización de corticoides
podría reactivar una infección latente por tuberculosis.
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Discusión |
La discusión de este seminario
corresponde al 21 de julio de 2011, a
cargo de la Dr. Rodolfo Navarrete. |
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