Insuficiencia suprarrenal: ¿cuando sospecharla?
¿Presenta este paciente una insuficiencia suprarrenal?
La insuficiencia suprarrenal es poco
frecuente y resulta de un nivel de cortisol basal bajo o
inadecuado para las situaciones de estrés. La importancia de
arribar al diagnóstico consiste en aplicar un tratamiento
oportuno y evitar el inevitable curso a la muerte.
Esta patología puede dividirse en
insuficiencia suprarrenal (IS) primaria, secundaria y terciaria,
dependiendo si el déficit hormonal radica en la suprarrenal,
hipófisis o hipotálamo respectivamente. La insuficiencia
suprarrenal primaria tiene una baja incidencia de 5 casos por
año cada 1.000.000 habitantes. El diagnóstico se realiza por
medio de la determinación de cortisol plasmático basal matinal;
y niveles inadecuados de ACTH. Un cortisol menor a 5ug/dl y ACTH
mayor a 400 pg/ml hacen diagnostico de insuficiencia suprarrenal
primaria; niveles de cortisol superiores a 20 ug/dl excluyen el
diagnóstico, y los valores intermedios requieren la utilización
de pruebas de estimulación con ACTH para definir la situación.
La causa más frecuente de
insuficiencia suprarrenal 1ª es la autoimnune desencadenada por
mecanismos de inmunidad celular y humoral que destruyen la
corteza glandular.
En los pacientes HIV, este es el
órgano endocrino más afectado, describiéndose un 50% de
afectación fundamentalmente a causa de CMV, Criptococo
neoformans, Micobacterium avium, tuberculosis,
toxoplasmosis, Pneumocitis jiroveci, metástasis de
sarcoma de Kaposi y el virus de HIV en sí mismo. Es tan
frecuente que algunos autores recomiendan evaluar el
funcionamiento de la suprarrenal en todo paciente con menos de
50 linfocitos CD4+/mm3, severamente enfermo y con historia de
infecciones oportunistas.
Otras causas son micosis
(histoplasmosis, coccidioidomicosis, blastomicosis), metástasis
de cáncer de pulmón, mama, colon, estómago, linfoma; infarto
glandular secundario a TEP, síndrome antifosfolípidos, IAM, ICC;
hemorragia glandular en pacientes anticoagulados; traumatismos,
drogas (aminoglutetimida, ketoconazol, rifampicina y
difenilhidantoina) y sepsis por meningococo y pseudomonas.
La causa más frecuente de
insuficiencia suprarrenal secundaria es el abandono de la
corticoterapia (más del 50%), no solo los corticoides
administrados en forma oral o sistémica, sino además
inhalatorios, intraarticulares y tópicos. Los macro adenomas
hipofisarios son el 30% de las causas. Otras menos frecuentes
hipofisectomia transepto esfenoidal, irradiación pituitaria,
hipofisitis linfocítica, hemorragias subaracnoideas (HSA) y
drogas como megestrol a dosis mayores a 160 mg/día.
Habitualmente el sistema mineralocortidoide esta respetado.
Se llega al diagnostico por la
determinación de cortisol basal matinal menor a 5 ug/dl y ACTH
inadecuadamente baja (menos de 500). Se puede confirmar con el
test de estimulación de ACTH, administrando 250 ug de ACTH EV o
IM y se mide el cortisol a los 30 y 60 minutos, una respuesta
adecuada es un aumento de cortisol a más de 18 ug/dl,
independiente del valor de cortisol basal ni de la hora del día
(descarta IS 1ª).
Para no desencadenar esta patología,
debemos tener en cuenta que una dosis de prednisona 5 mg día por
5 días se puede suspender sin complicaciones. Si se administrara
una dosis mayor o durante más tiempo y se suspende en forma
brusca la recuperación del eje puede demorar hasta 1 año con las
consiguientes complicaciones.
Su forma de manifestación puede ser
aguda con shock o solapada, con un curso lento y progresivo que
puede finalizar en shock frente a una situación de estrés.
Los síntomas son muy variados
dependiendo del déficit de mineralocorticoides, glucocorticoides
o andrógenos y por lo general pasan desapercibidos o son
adjudicados a otros problemas de salud del paciente. Los
síntomas pueden ser inespecíficos como debilidad, anorexia,
perdida de peso, astenia, artralgias, mialgias, nauseas,
vómitos, dolor abdominal, diarrea, fiebre sin causa aparente,
hipotensión ortostática, ansia de sal o disminución de los
requerimientos de medicación hipotensora en pacientes HTA. La
hiperpigmentación es característica de IS 1ª. Esta puede ser
generalizada, en zonas expuestas al sol, zonas de roce o
fricción, pliegues palmares, lecho subungueal, escroto, areolas,
mucosa yugal, lengua y superficie interna de labios. La
presencia de vitíligo nos obliga a descartar la etiología
autoinmune.
Los hallazgos más frecuentes de
laboratorio son la hipoglucemia (más frecuente en la IS 2ª),
hiponatremia, uremia, hiperkalemia, anemia normocitica
normocromica, eosinofilia y neutropenia. La presencia de
síntomas de hipoandrogenismo como disminución de la libido es
propia de IS 1ª. La hiponatremia puede estar tanto en la
primaria como secundaria, en esta última, se acompaña además de
aumento de ADH y TSH por estimulación de CRH del hipotálamo a
hipófisis. La hiperkalemia, hiperpigmentación, hipercalcemia,
eosinofilia y anemia, es mas frecuente en IS 1ª.
El tratamiento consiste en el
reemplazo de los sistemas afectados: glucocorticoideo con
hidrocortisona 15-20 mg/día. Si existiera déficit de
mineralocorticoides fludrocortisona 0,05 a 0,2 mg/día que mejora
la pérdida de sodio, depleción de volumen y la hiperkalemia y
dehidroepiandrosterona 50 mg/día para mejorar los síntomas de
hipogonadismo.
Continuación del caso clínico:
Cortisol basal matinal sérico:
6,2 ng/dl. El paciente evoluciona con desaparición de la fiebre
en las primeras 24 hs. luego del reemplazo con hidrocortisona.
Mejora su síndrome confusional, comienza a alimentarse y
deambular dentro de las 48 hs. por lo que se externa con
control ambulatorio
y descenso progresivo de los corticoides.
En
el caso presentado, antes de llegar al diagnóstico de
insuficiencia suprarrenal, se interpreto, en forma errónea, que
la hiponatremia estaba provocada por un SIHAD, y la fiebre
origino una exhaustiva búsqueda de complicaciones infecciosas.
Los escasos síntomas inespecíficos, fueron inicialmente
adjudicados, al post operatorio. Las complicaciones infecciosas,
la larga estadía hospitalaria y la escasa movilización del
paciente retrasaron aún más el diagnostico y tratamiento,
prolongando su internación y aumentando los costos.
Conclusiones:
La insuficiencia suprarrenal es una patología poco frecuente,
pero que conlleva elevada mortalidad si no es diagnosticada y
tratada en forma oportuna. Habitualmente no es sospechada en los
pacientes internados, ya que sus síntomas son inespecíficos, y
habitualmente subestimados y justificados como secundarios a la
patología que llevó al paciente a la internación.
Respondiendo a la pregunta del titulo, siempre debemos
sospecharla, aun sin un cuadro clínico florido.
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Autores:
Drs. Natalia Godoy y Damián
Carlson
Fecha
de recepción: 23 de Mayo de 2009
Fecha
de Aceptación: 15 de Junio de 2009
Correspondencia: dcarlson@fibertel.com.ar
Lugar: Servicio de Clínica Médica Hospital Provincial
del Centenario. Rosario. 1º Cátedra de Clínica Médica y
Terapéutica. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad
Nacional de Rosario.
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