Presentación del caso clínico:

Mujer de 19 años con vejiga neurogénica, gastroparesia y episodios de pérdida del tono postural” a cargo de

Dra. Maria Antonela Orellano

La discusión de este seminario corresponde al 29 de Septiembre de 2021 a cargo de

Dra. Maria Julieta Palma

Coordina:

Prof. Dr. Sergio Lupo

 

 

 

 

 

 

Discusión del caso clínico. | Presentación |

¿Qué son estos episodios de pérdida del tono postural? En principio: caídas de causa desconocida.

Hay una gran línea divisoria para el estudio y la clasificación de las caídas de causa desconocida, entre aquellas que cursan con pérdida de la conciencia y aquellas que no. Como en la mayoría de los episodios la paciente presenta pérdida de la conciencia vamos a evaluar dichas causas e interpretarla como Pérdida Transitoria de la Conciencia (TLOC Transient loss of consciousness) definida como: episodio breve, autolimitado, de pérdida de la conciencia no asociada a traumatismo cráneo encefálico. ¹

Está definición reúne un gran espectro de entidades entre ellas:


Se descartan los episodios secundarios a traumatismo de cráneo encefálico y también las causas de tipo agudas o únicas, secundarias a tóxicos, alteraciones metabólicas y otros.

Síncope: es la causa más común de pérdida transitoria de la conciencia, con una prevalencia del 30-35%. Se define como evento transitorio de pérdida de la conciencia, autolimitada, que usualmente deriva en caídas, de instauración rápida, con recuperación espontánea, completa e inmediata. El mecanismo desencadenante es la hipoperfusión cerebral global transitoria y los signos y síntomas, en orden de aparición, son la visión borrosa, pérdida completa de la visión (secundario a isquemia retinal), pérdida de la conciencia por 20 segundos o menos, que puede estar asociada o no a la presencia de mioclonías que pueden asemejar epilepsia y los ojos pueden estar abiertos con desviación de la mirada hacia arriba. ²

Síncope reflejo o neuromediado: se caracterizan por la falla transitoria de los mecanismos autonómicos de control cardiovascular. La fisiopatología se puede sintetizar como una activación del reflejo de Bezold-Jarish con la consecuente vasodilatación y/o bradicardia que llevan a la hipoperfusión cerebral global transitoria.

Hipotensión ortostática: a diferencia de lo que ocurre en el síncope reflejo, en la hipotensión ortostática hay una alteración del sistema nervioso autónomo que lleva a una vasoconstricción arterial deficiente. Sin embargo, también puede ser consecuencia de estados de hipovolemia o secundario a la utilización de drogas que interfieren con los mecanismos normales de vasoconstricción. La hipotensión ortostática clásica se define como el descenso de la presión arterial sistólica mayor de 20 mm Hg y/o de la diastólica mayor de 10 mm Hg dentro de los 3 minutos de ortostatismo activo o pasivo (tilt test). Queda por mencionar el síndrome de taquicardia ortostática postural, que suele definirse como una disautonomía menor, en la cual el síntoma predominante es el cansancio físico y el signo cardinal es un incremento exagerado de la frecuencia cardíaca frente al ortostatismo.

Síncope cardíaco: arrítmico o estructural. La paciente presenta electrocardiograma, ecocardiograma doppler y holter sin alteraciones. Además, se realizó monitoreo durante 24 hs en Unidad Coronaria sin evidencia de alteraciones hemodinámicas, incluso en contexto de los episodios de pérdida del tono postural, por lo que considero que si bien es el cuadro de mayor prevalencia no es compatible con el cuadro de la paciente. El otro cuadro a considerar frente a la pérdida transitoria de la conciencia es el diagnóstico de epilepsia.

Epilepsia: los estudios para confirmar el diagnóstico de epilepsia son el electroencefalograma y la resonancia magnética de cráneo, pero el diagnóstico es inminentemente clínico, de forma aislada ni el EEG ni la RMI pueden certificar ni excluir el diagnóstico.

En cuanto al electroencefalograma, en el caso de nuestro paciente fue normal, esto no descarta el diagnóstico ya que el cuadro es compatible y además puede presentar falsos negativos. ¿Cómo se puede lograr aumentar la sensibilidad del electroencefalograma?: un total de 4 electroencefalogramas aumenta el rendimiento del estudio en un 20-40%. Si existe alta sospecha de síndrome epiléptico se sugiere además la realización de electroencefalograma de sueño o con privación de sueño o bien monitorización prolongada. ³ La resonancia magnética de cráneo cuando no presenta hallazgos patológicos puede ser compatible con el diagnóstico de epilepsia generalizada idiopática y al mismo tiempo, la aparición de lesiones epileptógenas puede orientar hacia otros diagnósticos.

¿Existe relación entre los episodios de pérdida transitoria de la conciencia y los antecedentes personales de nuestra paciente? Me refiero a los antecedentes de gastroparesia y vejiga neurogénica. Un artículo publicado en The Journal of Urology en 1997, titulado: “Lower urinary tract dysfunction in patients with gastroparesis” (4) describe una clara asociación entre la presencia de gastroparesia y vejiga neurogénica, no sólo en los pacientes con diagnóstico de diabetes mellitus, sino en aquellos de causa idiopática concluyendo con que la presencia concomitante de ambas entidades debe dar lugar a la sospecha de una neuropatía autonómica.

Neuropatía autonómica (5) el compromiso del sistema nervioso autónomo da lugar a alteraciones multiorgánicas: termorregulación, sistema cardiovascular, gastrointestinal, urogenital, sudomotor y pupilo-motor. En diferentes combinaciones, formas y grados de severidad. En algunas neuropatías los síntomas autonómicos son los protagonistas, mientras que en otras mantienen un rol secundario, e incluso en algunos casos puede ser indetectable durante la evaluación inicial de un paciente. La neuropatía diabética es la forma más prevalente de neuropatía autonómica y es también por su gran incidencia una de las etiologías mejor descripta y estudiada, y a partir de la cual se sentaron las bases iniciales para la caracterización de las disautonomías. Nuestra paciente no presenta diabetes mellitus por lo cual debemos considerar otras causas de neuropatía autonómica.

Las neuropatías autonómicas idiopáticas el sello distintivo de estas patologías es el curso agudo o subagudo con hipotensión ortostática marcada y trastornos de la sudoración, gastroparesia, atonía vesical, impotencia sexual entre otros. El cuadro de nuestra paciente es de evolución prolongada por lo que las considero improbables.

Dentro de las neuropatías inmuno-mediadas debemos considerar (6):

Otras neuropatías inmunomediadas son aquella secundaria a la enfermedad celíaca, que, si bien podría considerarse como diagnóstico diferencial en cuanto a los síntomas gastrointestinales, la neuropatía tiene como rasgo distintivo la afección cardiovascular desencadenando síncopes.

En cuanto a las neuropatías autonómicas de etiología infecciosa considero que se encuentran descartadas: la enfermedad de Chagas cursa con disautonomía secundaria a alteraciones estructurales de los órganos blanco siendo la miocardiopatía chagásica y el megacolon sus rasgos exponenciales, el botulismo produce una enfermedad aguda y con manifestaciones clínicas que difieren con el cuadro de la paciente. El virus de la inmunodeficiencia humana en estadio SIDA produce también alteraciones disautonómicas, nuestra paciente cuenta con serologías negativas. La paciente niega tener exposición a tóxicos por lo que también lo considero descartado.

Neuropatías genéticas (7)

Consideraciones finales:

Considero que una disquisición fundamental frente a este caso está relacionada con la interpretación en cuanto al inicio de la enfermedad actual para poder determinar si debemos profundizar en causas adquiridas o causas hereditarias. Nos encontramos frente a un cuadro de 10 años de evolución como mínimo por lo que considero que hay mayor probabilidad de que nos encontremos frente a una enfermedad genética/hereditaria.

La gastroparesia, la presencia de episodios de pérdida transitoria de la conciencia y la vejiga neurogénica ¿se deben todas a la misma causa o estamos frente a 2 o más enfermedades diferentes? De acuerdo a la norma, estaríamos más inclinados a pensar en la presencia de múltiples patologías en un mismo paciente. Pero, este podría ser un caso que no obedezca a las normas y en el que podamos tornarnos un poco “unicista” y continuar con los estudios genéticos para determinar si estamos o no frente a una encefalomiopatía neurogastrointestinal mitocondrial.

Ahora bien, más allá del asesoramiento genético y los beneficios que pueda aportarle el conocimiento de la causa de su malestar, qué tratamiento podemos ofrecerle a nuestra paciente, qué beneficio terapéutico puede aportarle este diagnóstico. Considero que independientemente del descubrimiento de la causa, la paciente necesita un plan terapéutico que incluya un abordaje interdisciplinario para aportarle mejor calidad de vida, como: entrenamiento vesical con sondaje intermitente, asesoramiento nutricional, acompañamiento psicológico, continuar con medicación habitual así como con los anticomiciales iniciados recientemente, ya que los mismos han influido en forma positiva en la frecuencia de los episodios y a la espera de realizar otros estudios con la finalidad de confirmar o descartar definitivamente la presencia de epilepsia.


Bibliografía


 

 

 





 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imágenes del caso

 

 

 

 

 

 

 

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