Lumbalgia (dolor lumbar)
Dr. Javier L.
Sosa
El término lumbalgia
hace referencia al dolor localizado en la parte baja de la
espalda, en la región lumbar, pudiendo extenderse desde el final
de la parrilla costal hasta la parte inferior de la región
glútea.
Según su duración, el
dolor lumbar puede clasificarse en agudo (menos de 6
semanas), subagudo (entre 6 y 12 semanas) y crónico
(más de12 semanas).
Es uno de los síntomas
que originan la visita a los médicos con más frecuencia.
Alrededor del 70-75%
de las personas de edad adulta, tendrán al menos un episodio de
lumbalgia en algún momento de su vida.
El dolor puede
originarse a partir de diferentes estructuras, que incluyen
articulaciones, músculos, tendones, nervios y vasos sanguíneos.
Entre las causas más frecuentes se encuentran las lesiones
musculotendinosas, cambios degenerativos relacionados con la
edad, herniación de un disco intervertebral, estrechamiento del
canal espinal, alteraciones anatómicas de la columna
(escoliosis,
espondilolistesis), tumores e infecciones.
Uno de los
objetivos de la evaluación de un paciente con lumbalgia es
descartar enfermedades graves. Para ello, el médico,
utilizará el interrogatorio, examen físico y en algunos casos
exámenes complementarios.
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Un
porcentaje alto de pacientes no tendrá un
diagnóstico definitivo de la causa del dolor.
Muchos
mejoran en forma espontánea. |
Debe prestarse
atención a la presencia de lumbalgia asociada a:
·
Dolor que no
mejora con el reposo y empeora por la noche.
·
Presencia de
fiebre.
·
Pérdida de peso
inexplicable.
·
Antecedentes de
cáncer.
·
Falta de
respuesta al tratamiento durante un mes.
·
Pacientes con
osteoporosis o ingesta prolongada de corticoides.
En algunas ocasiones,
la lumbalgia se acompaña de un dolor intenso que se irradia
hacia la parte posterior del muslo y se denomina ciática.
La ciática es el
primer signo de compromiso de una raíz nerviosa. El
compromiso neurológico puede manifestarse con alteraciones
motoras (dificultad para movilizar determinados músculos o
grupos musculares), sensitivas (adormecimiento en la zona
correspondiente al nervio comprometido) y en los reflejos.
La mayoría de los
pacientes con lumbalgia aguda no necesitan exámenes
complementarios (estudios de laboratorio, radiografía,
tomografía computarizada y resonancia magnética). Estos estudios
suelen reservarse para los siguientes casos:
·
Edad mayor de
50 años o menos de 20 años.
·
Evidencia de
compromiso neurológico.
·
Antecedentes de
traumatismo.
·
Uso prolongado
de corticoides.
·
Osteoporosis.
·
Sospecha de
neoplasia.
·
Presencia de
fiebre.
Tratamiento
sintomático:
Analgésicos-Antiinflamatorios:
se utilizan para disminuir el dolor y mejorar la capacidad
funcional. Se utilizan paracetamol, ibuprofeno, diclofenac.
Recordar que estas
drogas pueden tener efectos adversos, en particular si se
utilizan en dosis altas.
Relajantes
musculares: disminuyen el dolor al disminuir la contractura
muscular. Suele utilizarse diazepam o derivados
antihistamínicos.
Al igual que la
medicación analgésica, pueden producir efectos adversos.
Modificación
de la actividad: los
pacientes con lumbalgia aguda deben mantenerse tan activos como
puedan. Excepto los primeros días en los que el dolor puede
ser muy intenso, se desaconseja el reposo.
Se debe incrementar la
actividad física en forma progresiva en los días posteriores al
evento agudo.
Tratamientos
físicos: incluyen masajes, frío y calor local,
ultrasonido, onda corta. El objetivo es el alivio sintomático.
Pueden disminuir la inflamación y el espasmo muscular, además
los efectos adversos son pocos.
Recordar:
•
La lumbalgia
aguda es una entidad que presenta recuperación espontánea.
•
Los pacientes
que retornan a su actividad habitual en forma rápida, usan menos
analgésicos.
•
Muchos
pacientes tendrán alguna recurrencia en otro momento de su vida.
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