/  Rosario - Santa Fe - Argentina

 
 
     

 


 

Esta sección presenta temas de interés en la prevención de patologías prevalentes destinados a publico general.

Se encuentra a cargo del Dr. Gastón Chiganer

 


Dr. Gastón Chiganer

gchiga@hotmail.com

 
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¿Qué son las varices?

 

Las venas varicosas se definen como  aquellas venas que se presentan abultadas por debajo de la piel (en miembros inferiores), son venas subcutáneas dilatadas y tortuosas que han perdido capacidad de mantener el flujo sanguíneo en un solo sentido por mal funcionamiento de las válvulas. Esto provoca un estancamiento de sangre, causando dolor y complicaciones. El tamaño solo no indica anormalidad porque puede variar dependiendo de la temperatura ambiente y, en mujeres, de factores hormonales. Además, las venas superficiales normales pueden parecer agrandadas en sujetos delgados, mientras que las venas varicosas pueden estar ocultas en sujetos obesos.

 

Pueden ser clasificadas de acuerdo a la forma en troncos varicosos, reticulares o telangiectasias. Las telangiectasias también se las conoce como arañas vasculares, o varículas.

La mayoría de las várices de miembros inferiores son primarias; únicamente una minoría son secundarias a enfermedades como trombosis u oclusión venosa profunda (TVP), tumores de  localización pelviana, o fístulas arteriovenosas.

Afecta del 10 al 15% de los hombres y del 20 al 30% de las mujeres entre los 35 y 70 años de edad.

 

Los factores de riesgo incluyen la bipedestación, herencia, sexo femenino, en este caso la posibilidad de enfermedades venosas respecto al hombre es de 5 a 1. Embarazo, debido al gran aumento hormonal que acompaña a la gestación, la compresión del útero grávido sobre las grandes venas y la tendencia al excesivo aumento de peso. Obesidad, si bien es un factor común para ambos sexos, es la mujer la que la sufre con mayor intensidad. En la menopausia, el desequilibrio hormonal, común en esta época, es la causa de las alteraciones venosas. Edad avanzada, se caracteriza por una atrofia generalizada de todos los tejidos, incluyendo las venas.

 

Los síntomas asociados con venas varicosas son dolor en las piernas, pesadez, tensión y prurito. También sensación de hormigueos o picazón. Todos estos indicios deben alertarnos, sobre todo si aparecen después de un día de trabajo, de estar mucho tiempo sentado o de pie, al final de un largo viaje o antes del período menstrual.

 

Las complicaciones que se pueden producir son:

1-                  Ruptura de la vena

2-                  Flebitis

3-                  Úlcera

4-                  Edema de la pierna

5-                  Pigmentación de la piel café claro (dermatitis ocre)

6-                  Atrofia

7-                  Lipodermatoesclerosis

 

El diagnóstico se basa inicialmente en la apariencia característica de las piernas cuando el paciente está parado o sentado con las piernas balanceándose. A veces, un médico puede ordenar una ecografía doppler de la extremidad para observar el flujo sanguíneo, caracterizar los vasos y descartar otros trastornos de las piernas. Rara vez, se puede llevar a cabo una angiografía de las piernas para descartar otros trastornos. Las indicaciones para realizar una ecografía doppler color son:

1-                  Venas varicosas recurrentes

2-                  Historia de tromboflebitis superficial

3-                  Historia de TVP

4-                  Eczema varicoso

5-                  Pigmentación con hemosiderina

6-                  Lipodermatoesclerosis

7-                  Ulceración venosa

 

La terapéutica de la insuficiencia venosa y de las várices, está dirigida a evitar la progresión del estancamiento sanguíneo en los vasos alterados, favoreciendo el drenaje venoso normal y la adecuada oxigenación de los tejidos, tratando de reducir el riesgo de sus complicaciones.

Con respecto al mismo, un tercio de los pacientes que presentan venas varicosas requieren sólo la explicación de que sus síntomas no se encuentran relacionados con sus várices. Los pacientes que presentan como principales síntomas el edema y dolor se pueden beneficiar con medias elásticas. Si existe duda que los síntomas del paciente son causados por sus venas varicosas se puede realizar compresión con medias elásticas, si mejoran los síntomas con la compresión indica que la cirugía puede ser beneficiosa.

Las opciones de tratamiento son los fármacos, escleroterapia o inyección de sustancias esclerosantes, y cirugía.

Los fármacos antivaricosos-flebotónicos permiten aliviar de manera efectiva las molestias provocadas por la patología e incluso pueden prevenir el progreso de la enfermedad. La acción farmacológica consiste en mejorar y tonificar las paredes venosas alteradas, estimulando la circulación sanguínea. Sin embargo, estos fármacos son efectivos si se ingieren por períodos largos y regulares y especialmente en las dosis adecuadas.

El uso de escleroterapia de várices grandes presentan como complicación la pigmentación de la piel y ulceraciones, y más del 65% de los pacientes desarrollan venas varicosas recurrentes a los 5 años. Por eso  es que la escleroterapia es usada más comúnmente para tratar várices residuales después de la cirugía.

La cirugía generalmente está dirigida a tratar la anormalidad subyacente, realizando una desconexión safenofemoral o safenopopliteo, y en el caso de várices safenas extensas, extirpar la vena agrandada con múltiples avulsiones. El 20-30% de los pacientes tratados con cirugía, desarrollan venas varicosas recurrentes a los 10 años. Las várices reticulares que no se encuentran conectadas a troncos varicosos mayores, pueden ser tratadas con escleroterapia o avulsión con pequeñas incisiones. Las telangiectasias también pueden ser tratadas con microinyecciones, láser, o luz de alta intensidad.

 

Algunas recomendaciones para prevenir y aliviar los síntomas incluyen:

• Evitar el uso de calzado con tacones altos o demasiado planos, o ropa muy ajustada.
• Realizar duchas calientes en las piernas (a 38ºC), seguidas de duchas frías, alternando unos minutos de calor con otros de frío.

• Realizar una dieta balanceada, pobre en calorías y rica en fibras.

• Evitar una permanencia prolongada de pie sin moverse o estar sentado durante mucho tiempo con las piernas cruzadas.

• Hacer breves caminatas.

• Realizar masajes, con las piernas en alto, desde el tobillo hasta la rodilla.

• Evitar los ambientes con altas temperaturas.

• Elevar las piernas al mediodía durante media hora, aproximadamente.

• Dormir con los pies ligeramente levantados.

• Practicar ejercicio físico.

• Acudir al médico, quien evaluará el caso e indicará el tratamiento y la medicación adecuados.

 

 

 

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