Current Pharmacologic treatment of dementia: A Clinical Practice
Guideline from the American Collage of Physicians and the
American Academy of Family Physicians:
Ann Inter Med 2008; 148: 370-378.
Se trata de una revisión del tratamiento disponible actualmente
para pacientes con demencia y su utilidad clínica.
conocienççidades actuales comayor
investigaciectos adversos y costo de la medicaiñ
En el tratamiento de la demencia se han probado algunos grupos
de fármacos teniendo en cuenta diferentes mecanismos
fisiopatogénicos.
Inhibidores de la acetilcolinesterasa:
su uso se plantea a partir de una liberación colinérgica y
teniendo en cuenta que uno de los mecanismos que se postulan en
la demencia es la pérdida de inervación colinérgica cortical. En
este grupo se encuentran: donepecilo, galantamina, rivastigmina.
No se han encontrado diferencias significativas entre estas
drogas. Están indicadas en los casos leves a moderados de
demencia, mejorarían los síntomas conductuales pero no
detendrían la progresión de la enfermedad. Pueden utilizarse en
enfermedad de Alzheimer y demencia vascular. No hay trabajos que
hayan durado más de un año con estas drogas por lo que su uso a
largo plazo no sería seguro. La tacrina, es otra droga de este
grupo pero conlleva serios efectos de hepatotoxicidad.
Antagonistas glutamaérgicos:
su mecanismo de acción sería ser antagonistas del receptor NMDA
y podrían prevenir la neurotoxicidad sin interferir con el
mecanismo fisiológico del glutamato.
Memantina es un antagonista no competitivo de los
receptores NMDA del glutamato y estaría indicado en estadios más
avanzados de demencia (moderada-grave). Ha demostrado mejorar
estadísticamente los resultados de test cognitivos en enfermedad
de Alzheimer y demencia vascular pero no hay datos sobre mejoría
en calidad de vida o relación con cuidadores. La duración de los
trabajos es menor a un año también.
No hay evidencias a favor de ninguna de estas drogas en
especial.
De esta revisión surgen 3 recomendaciones:
1.
El médico deberá seleccionar si tratar a un paciente con
demencia con inhibidores de la colinesterasa o memantine de
acuerdo a una evaluación individual de cada paciente.
2.
Esta decisión deberá basarse en el grado de tolerabilidad,
perfil de efectos adversos y costo de la medicación.
3.
Hay una creciente necesidad de una mayor investigación sobre
la efectividad clínica del tratamiento farmacológico de la
demencia.
Comentario: Dra. María Soledad Rodríguez
Recibido: Mayo 2008 |