Introducción
El
hígado es un órgano que posee una gran cantidad de
funciones tales como: síntesis de proteínas séricas, el
metabolismo de drogas y nutrientes, la excreción y
detoxificación de toxinas y el filtrado del flujo
sanguíneo portal. Determinar el riesgo quirúrgico de
enfermos con diferentes tipos de hepatopatía, significa
un verdadero desafío al sentido común, por la
complejidad en la elección de los estudios a evaluar.
En
pacientes con enfermedad hepática pueden existir cambios
en la farmacocinética producidos por alteraciones
de las proteínas transportadoras, dificultades en la
detoxificación y excreción, así como modificaciones en
el volumen de distribución de las diferentes drogas
(anestésicos, relajantes musculares, analgésicos y
sedantes).
Frecuentemente existen alteraciones hematológicas
caracterizadas por anemia, leucopenia y trombocitopenia
dadas por el incremento del volumen plasmático, el
sangrado digestivo, la desnutrición, la depresión de la
médula ósea, la hemólisis y el hiperesplenismo. Además
existen trastornos coagulatorios dados por
disminución en la síntesis de factores, caída en la
producción y aumento del consumo del fibrinógeno.
Ciertos
trastornos hemodinámicos como el incremento en el
gasto cardíaco, disminución de la resistencia vascular
periférica, aumento del volúmen intravascular y
disminución en la respuesta cardíaca a aminas
simpáticomiméticas, son frecuentes en los pacientes con
hepatopatía crónica. Un estado hiperdinámico puede
caracterizar fases avanzadas de la enfermedad. Estos
trastornos hemodinámicos comprometen en pacientes
cirróticos la circulación renal, muy a menudo alterada
por cambios producidos durante la cirugía.
También
debe considerarse el mayor riesgo a infecciones
debido a una alteración funcional de las células
reticuloendoteliales hepáticas y a un déficit en la
respuesta del sistema inmune.
Finalmente se pueden observar alteraciones
neumonológicas producidas por la existencia de
shunts intrapulmonares, la presencia de ascitis
voluminosa y de derrame pleural. La hipertensión
pulmonar si bien es infrecuente puede encontrarse en
ciertos pacientes con enfermedad hepática crónica.
En este
escenario debe considerarse que los pacientes con
diferentes tipos de hepatopatías crónicas son frecuentes
candidatos a cirugías electivas como recurso terapéutico
de litiasis, hernias y úlceras complicadas. Probst A
y col (1) estiman que el 10% de los
pacientes con enfermedades hepáticas necesitan algún
procedimiento quirúrgico en especial en las fases más
avanzadas de su enfermedad.