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Breves
comentarios acerca del tratamiento farmacológico de la
Hipertensión Arterial
Por
Claudia Hartvig, Gisela Piñero, María V. Fernández Zenobi y
Bárbara García
Muchas
veces se suele asociar, al hacer referencia al tratamiento
para la hipertensión arterial, en el consumo de diversos
medicamentos. Si bien este constituye el “tratamiento
farmacológico”, existen otras medidas englobadas bajo el
nombre de “tratamiento no farmacológico” que son tanto o más
importantes que el primero. Ellas son el consumo de una
dieta hiposódica, la realización de ejercicio físico, el
consumo de una dieta variada rica en vegetales y fruta y con
bajo contenido graso, y el abandono del hábito tabáquico y
la disminución de peso, si correspondieran. En este apartado
resumiremos brevemente las cuestiones más importantes del
tratamiento farmacológico:
Recuerde:
·
La
medicación debe ser indicada únicamente por un médico; no un
farmacéutico, enfermero, y menos aún un amigo. La elección
de que tratamiento utilizar en cada caso debe ser
individualizada y adecuado a cada persona, de acuerdo a
la edad y la situación particular de la misma.
·
La
medicación no es mágica, necesita ser acompañada por
modificaciones del estilo de vida: abandone el tabaco,
reduzca el peso, evite la ingesta excesiva de alcohol,
DISMINUYA LA INGESTA DE SAL, realice ejercicio físico y
modifique su dieta. De esta manera se potenciaran los
efectos beneficiosos de las drogas.
·
El
tratamiento no va a alterar sus actividades diarias; no se
preocupe. Podrá seguir desarrollando su vida habitual.
·
No olvide
tomar las pastillas todos los días; esto es fundamental para
controlar su presión. Una vez alcanzado el objetivo de bajar
la presión no abandone el tratamiento. Tampoco lo haga si
comienza a sentirse mejor.
·
Puede
suceder que al inicio del tratamiento no se observen cambios
en sus cifras tensionales; esto se puede deber a que la
medicación sea insuficiente, necesitando aumentar la dosis,
o porque necesite modificar el resto de sus hábitos de vida.
Por ello es importante un control frecuente con su médico.
·
Si cree
que un medicamento le causa un efecto adverso, consulte a su
médico pero no lo abandone por su cuenta.
·
Consulte
también si presenta cualquier otro padecimiento. En caso que
necesite recibir tratamiento, no se automedique.
Tenga en cuenta que muchas drogas pueden interferir con los
fármacos que recibe para bajar la presión, pudiendo generar
que esto no se logre bajar la misma. Un claro ejemplo de
esto son los analgésicos como el ibuprofeno, el diclofenac y
los corticoides, entre otros.
·
Si es
mujer y se embaraza o decide hacerlo no interrumpa la
medicación, acuda rápidamente a su médico.
·
Si está
tomando la medicación y tras una toma de presión encuentra
la misma elevada no aumente la dosis del medicamento, eso es
tarea del profesional a su cargo.
·
Si desea
aprender más sobre la enfermedad que padece, recuerde que no
toda la información disponible en internet es confiable.
Consulte a su médico, quien puede recomendarle sitios para
ello.
Lo más
importante a tener en cuenta es que ante cualquier duda
sobre que conducta seguir se ponga en contacto con su medico
La hipertensión arterial es una enfermedad que no se cura,
si no que se controla, por lo tanto requiere un tratamiento
sostenido y controles periódicos.
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