Niveles de péptido C e independecia de la insulina
exógena después del transplante autólogo de células
madres hematopoyéticas en diabéticos tipo 1 de reciente
diagnóstico.
JAMA, 2009; 301:1573-1579
El trasplante de células madres representa una de las
estrategias terapéuticas más prometedoras para el
tratamiento de la diabetes mellitus tipo 1. Con distinto
éxito, numerosos investigadores destinaron esfuerzos
para demostrar la eficacia de este tipo de intervención;
logrando avances que permiten reflexionar sobre la
posibilidad de un tratamiento “curativo” para una de las
enfermedades con mayor morbi-mortalidad en todo el
mundo.
Las células madres se obtienen principalmente de la
médula ósea, donde se encuentra la mayor población de
estas progenitoras. Sin embargo es cada vez más
frecuente –y tanto o más eficiente- la obtención de
células madres de sangre periférica. Para ello es
necesario “movilizar” éstas células desde la médula ósea
hacia el torrente sanguíneo incrementando la
proliferación con estimulantes de colonias (ej.
filgastrim) y con drogas citotóxicas (ej. Ciclofosfamida).
Esta modalidad es usada fundamente en el caso de
trasplantes autólogos.
Este tipo de células, después de ser infundidas en el
huésped, tienen la potencialidad de diferenciarse hacia
distintos fenotipos según los estímulos a los que sean
sometidas.
En el caso de pacientes diabéticos, estudios recientes
demuestran que la hiperglicemia es capaz de inducir la
expresión de insulina en poblaciones de células
presentes en la médula ósea. Incluso se han llegado a
detectar células cuyo origen es la médula ósea que
expresan insulina en el tejido acinar, aunque nunca de
manera específica en los islotes pancreáticos. Otros
autores afirman que algunas células presentes en la
médula ósea son capaces de transdiferenciarse dando
lugar a células beta funcionales.
El péptido C es un marcador indirecto de la secreción
endógena de insulina, y su concentración sanguínea está
inversamente relacionada a las complicaciones
microvasculares de la diabetes.
En este estudio, un grupo de investigadores brasileros
demostró que el trasplante autólogo de médula ósea no
mieloablativo es capaz de inducir –en la mayoría de los
paciente tratados- una elevación sostenida de los
nieveles de péptido C y una reducción significativa de
la dosis de insulina en pacientes diabéticos tipo 1.
Aunque se trabajó con un grupo pequeño de pacientes
(n:23) algunos de ellos lograron independizarse del uso
de insulina exógena durante períodos mayores a 4 años,
con un buen control de glucosa y una aceptable
incidencia de efectos adversos.
A pesar de la contundencia de estos resultados, se
necesitan trabajos randomizados controlados y más
estudios biológicos para confirmar el rol de este
tratamiento en el cambio de la historia natural de la
diabetes tipo 1.
Comentario:
Dr. Mauro Tortolo. Residente de Clínica Médica. Hospital
Centenario. Rosario. |