/  Rosario - Santa Fe - Argentina

 
 
     

 


 







Dr. Ramón J. Ferro

Médico Especialista en Neurología
Hospital de la Villa de Merlo
San Luis - Argentina


Dr. Juan I. Jairala
Médico Especialista en Neurología
Rosario - Argentina

 

 

 

 


Fecha de recepción: 15/09/2009
Fecha de aceptación: 01/10/2009

Correspondencia:
ramonferro@clinica-unr.org

 

 

 

Parálisis de Bell
 

Dr. Ramón J. Ferro y Dr. Juan I. Jairala
 

 

Tratamiento

 

Aproximadamente el 71 % de los casos de parálisis de Bell, se recuperará completamente sin tratamiento (6). El restante 29 % será el foco del tratamiento.  Existen dos fenómenos conocidos relacionados a la fisiopatología de la parálisis de Bell, que sustentan las estrategias terapéuticas actuales. Uno es el de la experiencia de los neurocirujanos que durante décadas realizaron descompresiones quirúrgicas del nervio facial, y que han reportado un proceso inflamatorio relacionado. Este fenómeno ha sido confirmado con RMN en la que se observa un refuerzo del nervio tras la administración de contraste paramagnético. El otro es el del hallazgo de ADN del VHS en el líquido endoneural de los pacientes con está parálisis.

 

1.       Glucocorticoides:

Hasta la fecha se han realizado numerosos estudios de pacientes con parálisis de Bell, comparando la eficacia del tratamiento con glucocorticoides contra placebo. Un estudio histórico de 1972 estudió el grado de recuperación en 194 pacientes tratados con prednisona con dosis de 40 mg diarios durante 4 días, seguidos de 8 mg por otros 8 días, y lo comparó con el grado de recuperación de 110 pacientes sin tratamiento. En el grupo tratamiento el 100% de los individuos se recuperó completamente, mientras que el grupo sin tratamiento tuvo un 10% de secuela (7).

Posteriormente un estudio randomizado doble ciego y controlado demostró una mejoría mayor en los pacientes tratados midiendo el grado de recuperación mediante la escala de House–Brackmann (Ver Tabla 2). En este trabajo los pacientes tratados con prednisona se recuperaron en un 97%, y los pacientes sin tratamiento lo hicieron en un 57% (8).

Las dosis de prednisona recomendada es de 40 a 60 mg diarios, en una o dos tomas, por 4 días y luego continuar con 10 mg diarios hasta completar un total de 10 días.

 

Tabla 2. Escala de gradación de la función muscular facial de  House - Brackmann

 

Grado I: función normal en todos los territorios.

 

Grado II: disfunción leve. Ligera o leve debilidad de la musculatura, apreciable tan sólo en la inspección meticulosa. En reposo simetría normal. No sincinesias, ni contracturas ni espasmos faciales.

 

Grado III: disfunción moderada. Diferencia clara entre ambos lados sin ser desfigurante. Incompetencia para el cierre palpebral completo; hay movimiento de región frontal, asimetría de la comisura bucal en movimientos máximos. En reposo simetría y tono normal.

 

Grado IV: disfunción moderadamente severa. Debilidad y/o asimetría desfiguradora. En reposo simetría y tono normal. No hay movimiento de región frontal; imposibilidad para cerrar el ojo totalmente. Sincinesias. Espasmo facial.

 

Grado V: disfunción severa. Tan sólo ligera actividad motora perceptible. En reposo asimetría.

 

Grado VI: parálisis total. No hay movimiento facial. Pérdida total del tono.

 

 

2.       Antivirales:

El uso de drogas antivirales en combinación con los esteroides resulta controvertido (9). El primer estudio al respecto fue el de Adour et al, en el que se estudiaron de 99 pacientes, evaluando las diferencias entre la terapia combinada de aciclovir y prednisona, en comparación con prednisona como monoterapia. En este trabajo la terapia combinada fue superior a la prednisona sola (10). Más recientemente Sullivan et al  en un estudio en el que 551 pacientes fueron asignados a terapia combinada, corticosteroides, antivirales o placebo, demostró significativamente el beneficio de los esteroides, pero no de las drogas antivirales, ni solas ni en combinación con esteroides (11). Un reciente meta-análisis tampoco encontró beneficio adicional con el uso de antivirales (12). Posteriormente al trabajo mencionado Hato et al encontraron una mejoría en el porcentaje de pacientes con recuperación completa y en el grado de recuperación con la asociación prednisolona junto a valaciclovir (13).

La mayoría de los autores considera que el uso de drogas antivirales debe ser al menos considerado para las parálisis faciales severas (Grados V y VI de House - Brackmann). Además, algunos sostienen que se estaría consiguiendo un beneficio adicional considerando que aproximadamente 25% de ellas podrían ser en verdad zoster sine herpete, causadas por el virus de Varicella-Zoster (14-16).

El curso de aciclovir recomendado  es de 400 mg 5 veces al día por 10 días. La dosis para la infección por el Herpes-Zoster (Síndrome de Ramsay-Hunt) es de 800 mg 5 veces al día por 10 días.

 

3.       Descompresión quirúrgica:

Durante 5 décadas los neurocirujanos realizaron descompresiones quirúrgicas del nervio facial en pacientes con parálisis de Bell. En la actualidad esa práctica ha sido desalentada por diversos estudios observacionales que no han mostrado beneficios contra el tratamiento médico (17-21). Actualmente se considera que no existen datos suficientes para recomendar la descompresión quirúrgica (22).

 

4.       Terapia física y cuidados especiales:

Hasta la fecha no ha podido demostrarse en términos de evidencia científica un aceleramiento en la recuperación de la debilidad facial con la terapia física (23). Sin embargo, la mayoría de los autores recomiendan su instauración tan pronto como sea posible.
Existen evidencias significativas para desaconsejar el uso de electroestimulación en la recuperación de estos pacientes. Su uso podría hasta ser contraproducente retrasando los procesos de reinervación (24), por lo que algunos autores consideran que debe ser contraindicada en el paciente con parálisis de Bell (25). La reeducación neuromuscular es la técnica que mayores resultados positivos ha cosechado (26).

Además se debe instruir al paciente para que realice los cuidados necesarios para evitar daños colaterales. Para evitar que se lesione la córnea se debe indicar el uso de colirios y geles especiales, y forzar el cierre palpebral con una cinta cuando el paciente duerma.

 
Índice
Introducción
Diagnóstico topográfico
Cuadro clínico
Etiología
Neuroimágenes
Tratamiento
Referencias
 
 
 

 

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