Cuando evaluamos al paciente con tos y disnea ¿pensamos
en el pericardio?
Mayo Clinic Proceeding – Volumen 85; Mayo de 2010.
Comentario: Dr. Javier Montero. Servicio de Medicina
Interna. Hospital Povisa, Vigo, España.
Cada vez que nos enfrentamos a un paciente con “falta de
aire” tenemos que armarnos de paciencia y, una vez
convencidos de que estamos frente al síntoma real, la
disnea, iniciar la diferenciación entre las posibles
causas para dirigir los estudios. Ahora, cuando este
síntoma se asocia a tos crónica las opciones
diagnósticas se centran en el tórax y comenzamos a
pensar en causas respiratorias y cardíacas. La sección
Residentes’ Clinic de la revista Mayo Clinic
Proceeding de mayo propone el caso de una mujer de
68 años con estos dos síntomas de 2 meses de evolución
en quien se detecta una ingurgitación yugular anormal,
derrame pleural bilateral predominantemente derecho
analizado por toracocentesis como transudado y un
péptido natriurético cerebral o ventricular sérico muy
elevado.
Si bien las características clínicas están claramente
relacionadas con la insuficiencia cardíaca, el
ecocardiograma transtorácico (ETT) inicial es
absolutamente normal. Luego de 3 meses de tratamiento
sintomático con diuréticos de asa sin mejoría de la
disnea y tos, y posterior desarrollo de edema en
miembros inferiores, un nuevo ETT doppler (ETTd), esta
vez más detallado, realizó el diagnóstico de la gran
simuladora de las enfermedades cardíacas: la
pericarditis constrictiva (PC).
Merece la pena comentar algunos pasajes del caso y su
discusión.
·
El discusor recuerda inicialmente las causas de tos
crónica; a saber: asma, reflujo gastroesofágico,
bronquitis crónica, insuficiencia cardíaca e infecciones
pulmonares. Agregamos que otra causa muy común de tos
crónica, aunque no de disnea, es el goteo postnasal,
desde hace unos años renombrado como síndrome de tos de
vías aéreas superiores.
·
Los síntomas más comunes de la PC son disnea,
hepatomegalia, ascitis y edema de miembros inferiores.
La presión venosa yugular está aumentada y se expresa
clínicamente como ingurgitación yugular que, a
diferencia de lo que ocurre fisiológicamente, aumenta
con la inspiración profunda. Esta situación paradójica
es conocido como signo de Kussmaul y suele ser
característico de la PC aunque no patognomónico (ocurre,
por ejemplo, en el derrame pericárdico con compromiso de
cavidades derechas). Si bien se cree que el signo de
Kussmaul es común, sólo el 21% de una serie de 135 casos
lo presentó.
·
En general, la ETTd permite establecer con facilidad el
diagnóstico diferencial con otras cardiopatías (valvulopatías,
miocardiopatía dilatada, cor pulmonale, etc.) al
reflejar las alteraciones en el llenado ventricular
características de la rigidez provocada por la coraza
pericárdica (muesca protodiastólica en el tabique
interventricular en modo M, desaceleración E rápida y
onda A pequeña en el flujo mitral, y morfología W en el
flujo venoso hepático). Estos hallazgos son los mismos
que los encontrados en las miocardiopatías restrictivas
(MCR).
·
La diferenciación entre PC y MCR es fundamental ya que
el abordaje terapéutico es totalmente distinto,
quirúrgico en el primer caso (pericardiectomía) y médico
en el segundo. Para esto, el ETTd en manos
experimentadas es muy útil. El sello distintivo de la PC
está en las variaciones hemodinámicas cardíacas
detectadas durante la respiración. La rigidez
pericárdica aumenta la interdependencia de los
ventrículos de forma que en la espiración, al aumentar
el llenado izquierdo, el tabique se desplaza hacia el
lado derecho aumentando la presión en cavidades derechas
y por tanto, disminuyendo el flujo. En la inspiración
por el contrario, al aumentar el llenado derecho, el
tabique se desplaza al lado izquierdo, aumentando la
presión de cavidades izquierdas y contribuyendo a la
disminución del flujo. El ETT doppler informará pues la
variación respiratoria recíproca de los flujos derecho e
izquierdo producidos por la dependencia
interventricular. Las variaciones respiratorias de la
velocidad del flujo son >25% de aumento espiratorio en
la velocidad E mitral y una reducción espiratoria en el
flujo diastólico de la vena cava inferior comparados con
el flujo de velocidad inspiratoria. Estas variaciones no
ocurren en las miocardiopatías restrictivas.
·
Las variaciones ventriculares recíprocas pueden no ser
tan fáciles de apreciar en la ecocardiografía doppler y
menos por ecocardiografistas no avezados; por ello, la
tomografía axial computada multicorte y la resonancia
magnética pueden ser de ayuda para evaluar las
características del pericardio y la presencia de calcio
en la serosa (afectado en la PC) y miocardio (alterado
en las MCR).
·
La pericardiectomía ha demostrado ser eficaz en la PC,
aunque los pacientes con PC por irradiación o que
presentan una función ventricular izquierda anormal y
serias alteraciones de la relajación en el cateterismo
prequirúrgico tienen mayor mortalidad.
Como la PC es un cuadro de desarrollo muy lento, incluso
en años, es común que esta patología cardíaca se exprese
por hepatomegalia, ascitis y distensión abdominal; de
aquí que se la llame “la gran simuladora de las
patologías cardíacas”. La combinación de los signos y
síntomas que presentaba la paciente asociado a BNP
elevado hace probable el diagnóstico una patología
cardíaca, aunque el ecocardiograma inicial fuese
“normal”. Cuando el diagnostico no termina de encajar
deben revisarse siempre los métodos complementarios
realizados o repetirlos buscando lo que uno quiere
encontrar. Eso sí, nunca debemos enceguecernos.
Crandall MA, Mulvagh SL. 68-Year-Old Woman With Chronic
Cough and Recurrent Pleural Effusions. Mayo Clin Proc.
May 2010 85(5):479-482. |