Misceláneas Cardiológicas del 2010 para Especialistas en
Clínica Médica
Comentario: Dr. Javier Montero. Departamento de Medicina
Interna. Hospital Povisa, Vigo, España. Ex Jefe de
Residentes de Clínica Médica, Hospital Provincial del
Centenario, Rosario, Argentina.
Este último semestre se han publicado varios artículos
de Cardiología que no está mal que los Clínicos estemos
informados para tratar mejor a nuestros enfermos. Aquí
van algunos de ellos.
1)
Antialdosterónicos en
insuficiencia cardíaca con disfunción sistólica y
síntomas leves.
La activación de receptores de mineralocorticoides tiene
efectos deletéreos sobre las enfermedades
cardiovasculares. Hace varios años, el estudio RALES (Randomized
Aldactone Evaluation Study) promovió la introducción
de aldosterona al arsenal terapéutico de pacientes con
insuficiencia cardíaca sistólica (IC) severa (FEVI <30%)
con síntomas moderados a severo de la clasificación NYHA
(III-IV), al demostrarse que su introducción se asociaba
a una reducción de la muerte por todas las causas y
reducción de hospitalizaciones por causas
cardiovasculares. El estudio EMPHASIS-HF (Eplerenone
in Mild Patients Hospitalization and Survival Study in
Heart Failure) se propuso como objetivo evaluar el
efecto de la eplerenona en pacientes con IC y síntomas
leves (II de la clasificación NYHA) añadido al
tratamiento estandarte para esta patología.
El EMPHASIS-HF fue un estudio multicéntrico, randomizado,
doble-ciego, que aleatorizó casi 3.000 pacientes mayores
de 55 años con IC y FEVI < 30% o entre 30-35% si había
QRS >130 mseg, tratados con máxima dosis tolerada de
IECA o ARA2 y betabloqueante, y sintomatología NYHA
clase II y ingreso por causa cardiovascular o BNP > 250
pg/ml, a recibir eplerenona (dosis inicial 25 mg y se
aumentaba hasta 50 mg si era tolerada, los pacientes con
filtrado glomerular entre 30 y 60% recibían el 50% de la
dosis) versus placebo. El estudio tuvo que finalizarse
precozmente por observarse un claro beneficio en el
grupo tratado (P < 0,000001). La mortalidad global fue
de 12,5% para eplerenona y 15,5% para placebo (P =
0,008), la mortalidad cardiovascular fue 10,8% vs 13,5%
(P = 0,01), y la hospitalización por IC 12,0% vs 18,4%
(P<0,0001). El beneficio de la eplerenona se extiende a
todos los subgrupos. Se observó hiperkalemia
significativa en 8% con eplerenona, 3,7% en placebo
(P<0,001), aunque debió interrumpirse por este efecto
adverso de forma similar (1,1% vs 0,9%; P=0,57).
En resumen, el tratamiento con eplerenona resultó en una
reducción de 37% en la tasa de muerte cardiovascular u
hospitalización por IC, reducción de 24% en la
mortalidad total, 23% en la hospitalización por
cualquier causa y 42% en la reducción de las
hospitalizaciones por IC. Para prevenir un evento
primario por año el número necesario a tratar fue muy
bajo (NNT 19).
Cometario: este estudio agrega definitivamente a los
antialdosterónicos en el arsenal terapéutico de la IC
sistólica severa con síntomas leves (clasificación NYHA
II).
Zannad F, McMurray JJV, Krum H, et al.
Eplerenone in patients with systolic heart failure and
mild symptoms.
New Engl J Med 2010; DOI:10.1056/NEJMoa1009492.
2) Rivaroxabán y su no inferiroridad con la warfarina
(aunque no superior en el análisis estricto): el estudio
ROCKET-FA.
“La warfarina (W) es un
fármaco muy difícil de utilizar. A los pacientes no les
agrada las verificaciones repetidas del Índice
Internacional Normalizado [INR] y es muy difícil
mantener el control”
argumentan los investigadores médicos para justificar la
necesidad de nuevos tratamientos anticoagulantes en la
arritmia más frecuente en la población general: la
fibrilación auricular (FA).
El rivaroxaban es un
antagonista oral del FXa con una vida media de 5-13
horas y un eliminación 30% renal y 70% hepática (por el
complejo enzimático P450). Este fármaco tiene un bagaje
de estudios previos en enfermedad tromboembólica venosa
y en el estudio ROCKET-FA evaluó su eficacia en
pacientes con FA.
En este ensayo controlado, doble ciego y doble
“simulado” (porque todos acudían a extraerse sangre con
el pretexto de control de coagulación) se incluyeron más
de 14.000 pacientes con FA los cuales fueron asignados
aleatoriamente para recibir 20 mg/día de rivaroxabán (o
15 mg/día en caso de disfunción renal moderada) o W en
dosis ajustada para lograr un INR de 2,5. Los enfermos
eran clasificados de alto riesgo: 55% habían tenido un
accidente cerebrovascular previo y 90% eran hipertensos.
El 90% tenían una puntuación CHADS2 de 3 o más. La edad
media de los pacientes fue de 73 años.
El estudio demostró que el Ribaroxaban no fue inferior a
la W en lo que respecta al
end point
final combinado de ictus isquémico y embolia fuera del
SNC, aunque no fue superior en el análisis por
“intención de tratar” más estricto (269 pacientes
tratados con rivaroxabán presentaron un ictus o
embolización, en comparación con 306 pacientes tratados
con W; p = 0,117). Además, las tasas de hemorragia grave
y no grave clínicamente importante combinada fueron
equivalentes en ambos grupos, observándose menos
episodios de hemorragia mortales y hemorragia
intracraneal en aquellos tratados con ribaroxaban.
Los resultados de este estudio contrastan con los datos
del estudio RE-LY (N Engl J Med 2009; 361:1139-1151) en
el cual el dabigatrán prescrito en una dosis de 150 mg
dos veces al día redujo el riesgo de episodios de ictus
isquémico y embolia periférica en un 34% (p < 0,001) y
el riesgo de ictus hemorrágico en un 74% (p < 0,001) en
comparación con la W, siendo equivalente en cuanto a
complicaciones ( hemorragias). Estudios comparativos
entre estos fármacos serán decisivos para pensar en una
alternativa a la W.
Comentario: lo que nos dice este estudio es que el
ribaroxaban no es inferior a la W, que parece más seguro
y que no requiere controles de coagulación (que sí
requiere la W, o el acenocumarol en nuestro medio). El
principal inconveniente actual es su precio. Para
comparar: el acenocumarol de Novartis (Sintrom®, 20
comprimidos de 4 mg) cuesta mensualmente aproximadamente
37$ (menos por obra social -20$-), mientras que el
Ribaroxaban de Bayer (Xarelto®; 30 comprimidos de 10 mg)
cuesta 2.350$ (que serían 5.000$ si la dosis a
administrar es 20 mg diarios). La diferencia económica
es inadmisible para un fármaco claramente “no superior”.
“ROCKET-AF: Rivaroxabán no es inferior a la warfarina,
pero no fue superior en el análisis más estricto”, sitio
web “The Heart.org” [consulta: 19 de diciembre de 2010].
LINK:
http://www.theheart.org/article/1155997.do
3) Un nuevo fármaco para aumentar la potencia de la
molécula de HDL: utilizando la ruta inversa del
colesterol.
Hay pacientes de muy alto riesgo cardiovascular que a
pesar del tratamiento con estatinas, presentan niveles
bajos de colesterol de alta densidad (HDL). Para
revertir esta situación se han ensayado nuevos fármacos,
y otros no tan nuevos, entre los que cabe mencionar al
anacetrapib (comentado en Revistas de revistas Nº 16 de
noviembre; estudio DEFINE) y la niacina de liberación
prolongada.
Una nueva estrategia investigada por Resverlogix
Corporation para lograr este efecto hacer más fuerte
el poder de atraer colesterol por parte del HDL
circulante aumentando la síntesis y expresión de la
lipoproteína APO A1 en estas moléculas. El proceso
inverso de colesterol (PIC) es una ruta por la que el
colesterol acumulado en la pared arterial se transporta
al hígado para su excreción, reduciendo así y/o
previniendo la ateroesclerosis. El fármaco se denomina
RVX-208
En el estudio ASSERT se probaron tres dosis de este
fármaco, por vía oral, durante 12 semanas (50 mg/12 hs,
100 mg/12 hs y 150 mg/12 hs) en 300 pacientes coronarios
tratados con estatinas. La dosis de 150 mg/12 horas
logró un incremento en las concentraciones de ApoA-I de
hasta 5,6% y un incremento del HDL de 8,3% (p<0.01). Los
valores de proteína C reactiva hipersensible también
disminuyeron un 22% con las dosis máximas. En relación
con la seguridad del fármaco, se detectó un incremento
en las transaminasas en los pacientes tratados con el
fármaco.
Comentario: los datos del ensayo ASSERT han demostrado
que los biomarcadores más destacados del proceso de
transporte inverso de colesterol (HDL y APO A1) han
demostrado una dependencia de la dosis y mejora
consistente. El inconveniente de toxicidad hepática
limita los resultados, pero abre una nueva línea de
investigación promisoria.
LATE-BREAKING CLINICAL TRIAL AND SCIENCE ABSTRACTS:2010
Clinical Trial/Clinical Science Abstracts. 21774.
Results of the First Major Clinical Trial of an Oral
Agent Inducing Apo A1 Synthesis: A New Approach to HDL
Raising and CV Risk Modification.
Circulation, 23 November
2010; 122: 2215 - 2226.
4) La revista The Lancet hablando de lípidos y
estatinas: 3 estudios.
En noviembre y diciembre del 2010, la revista The Lancet publicó
tres artículos de utilidad práctica para el manejo de
uno de los factores de riesgo cardiovascular más
importante: la dislipidemia.
El primero publicado el 13 de noviembre aporta aún más evidencia al
concepto: “LDL, cuanto más bajo mejor (y seguro)”. Se
trata de un metanálisis del grupo
CTT
(Cholsterol Treatment Trialists Collaboration)
sobre los datos de 170.000 pacientes de 26 estudios
randomizados, que compara aquellos con tratamiento “más
intensivo” versus tratamiento “menos intensivo” con
estatinas. Los eventos primarios (muerte coronaria,
infarto de miocardio no fatal, revascularización
miocárdica e ictus isquémico) fueron menores, con
significancia estadística muy holgada (p<0.001), en el
grupo tratamiento intensivo. La
reducción de 1 mmol/L del LDL colesterol (o 39 mg/dl) se
correspondió con una disminución de la mortalidad del
10%, sobretodo por reducción en la mortalidad coronaria
(de un 20%). No se observó reducción significativa en
las muertes por cáncer u otras causas no vasculares o en
la incidencia de cáncer. El beneficio ocurría en todos
los subgrupos analizados.
En la misma revista semanal, analizaron datos del
estudio del grupo SEARCH (Study of the Effectiveness
of Additional Reductions in Cholesterol and Homocysteine)
hecho hace unos años, que compara la reducción intensiva
de LDL con 80 mg de simvastatina versus 20 mg diarios en
12.000 pacientes con antecedentes de infarto de
miocardio y tenían colesterol total > 3,5 mmol/L (que
equivale a 136,5 mg/dl–se multiplica la cifra de mmol
por 39 para obtener el valor en mg/dl–). si estaban con
estatinas y > 4,5 mmol/L (176,5 mg/dl) si las estaban
tomando.
Del análisis se desprendió que el tratamiento con dosis
altas consiguió una reducción de 0,35 mmol/L más de LDL
(esto representa 13,65 mg/dl), que con la dosis baja,
aunque no se asoció con diferencias estadísticamente
significativa en la incidencia de eventos vasculares
mayores (auqnue sí con una tendencia de disminución de
riesgo del 6%; risk ratio 0,94; IC95% 0,88—1,01;
p=0,10). Hubo diferencia a favor de las dosis altas con
algunos end point secundarios: infarto de
miocardio no fatal y revacularización. No encontraron
mayor incidencia de ictus hemorrágico (visto en otros
estudios que ponían en duda la seguridad de las
estatinas en el ictus isquémico), pero sí hubo más casos
de miopatía en aquellos que recibieron dosis altas de
simvastatina (0,9% vs 0,03%).
Los autores concluyen que esa reducción del riesgo de un
6% coincide con ensayos clínicos previos y que se
aumenta la incidencia de miopías con dosis mayores de
simvastatina (no así aumento de transaminasas). A su
vez, comentan que la vigilancia de los niveles de CPK en
el ensayo parece importante para reducir complicaciones
graves del tratamiento, pero que si fueran necesarias
dosis de 80 mg de simvastatina quizá sea más práctico
utilizar otra estatina más potente.
Por último, el 4 de diciembre se publicó un análisis
post-hoc de la base de datos del estudio GREACE
(Greek Atorvastatin and Coronary Heart Disease
Evaluation de Vasilios Athyros) para evaluar la
seguridad y eficacia del tratamiento atorvastatina en
430 pacientes con enfermedad coronaria y elevación
moderada de transaminasas (< de 3 veces el límite
superior). El 90% de estos pacientes
tenían diabetes mellitus tipo 2 (DM2) o síndrome
metabólico (SM). Los resultados demostraron una
reducción casi del 70% en los eventos cardiovasculares
con atorvastatina y que casi la mitad de los pacientes
(227) normalizaron dichas alteraciones con el
tratamiento. Cabe destacar que la reducción de eventos
fue mayor en este grupo de pacientes (los que mejoraron
su perfil hepático con estatinas) y que tener
triglicéridos altos favorecía este efecto. Los autores
comentan que la mejoría de las pruebas hepáticas es
atribuible a la presencia de hígado graso no alcohólico
asociado a estas entidades (DM2 y SM).
Comentario: de estos tres estudios de The Lancet
concluimos que las reducciones de LDL con estatinas son
beneficiosas, especialmente en pacientes con hígado
grado no alcohólico, y en pacientes con alto riesgo
cardiovascular, cuanto “más bajas” estén las LDL, mejor
(objetivo: 70 mg/dl). También nos dicen que son seguras,
aunque si se van a utilizar dosis máxima de simvastatina,
el seguimiento debe ser estrecho y plantea la opción
alternativa de utilizar otras estatinas más potentes
cuando se buscan estos objetivos (rosuvastatina,
atorvastatina).
Cholesterol Treatment Trialists' (CTT) Collaboration.
Efficacy and safety of more intensive lowering of LDL
cholesterol: a meta-analysis of data from 170 000
participants in 26 randomised trials.
Lancet 2010; 376:1670-1681.
Study of the Effectiveness of Additional Reductions in
Cholesterol and Homocysteine (SEARCH) Collaborative
Group.
Intensive lowering of LDL cholesterol with 80 mg versus
20 mg simvastatin daily in 12 064 survivors of
myocardial infarction: a double-blind randomised trial.
Lancet 2010; 376:1658-1669.
Athyros VG, Tziomalos K, Gossios TD, et al.
Safety and efficacy of long-term statin treatment for
cardiovascular events in patients with coronary heart
disease and abnormal liver tests in the Greek
Atorvastatin and Coronary Heart Disease Evaluation (GREACE)
Study: a post-hoc analysis.
Lancet 2010; 376:1916-1922. |