/  Rosario - Santa Fe - Argentina

 
 
     

 


 

Dr. Juan Carlos Pendino
 

Instructor de Clínica Médica y Terapéutica

Coordinador docente de 5° año

Docente estable de la Carrera de Postgrado de Clínica Médica – UNR

Instructor de Residentes de Clínica Médica – Hospital Provincial del Centenario

Coordinador de 3° módulo anual de la Carrera de Postgrado de Clínica Médica – UNR

Responsable de Centro Formador de la Carrera de Postgrado de Clínica Médica – UNR

 

 


Prevención de la Neumonía Asociada al Ventilador y de la Neumonía Intrahospitalaria (NAV/NIH)
 

Dr. Juan Carlos Pendino
 

Estrategias no farmacológicas para la prevención:   

 

Son métodos fáciles de aplicar, poco costosos y su objetivo fundamental es la prevención de la aspiración.

 

  • Intubación /Ventilación no invasiva (VNI): lógicamente la intubación es un prerrequisito para la presencia de NAV. Evitar las intubaciones innecesarias es una medida obvia a tener en cuenta. La VNI ha demostrado ser útil en situaciones tales como exacerbación de EPOC, injuria pulmonar aguda y la presencia de infiltrados pulmonares con falla respiratoria aguda en pacientes inmunocomprometidos. El grupo de  Brochard  ha demostrado recientemente que el uso rutinario de VNI  en exacerbación de EPOC y edema de pulmón cardiogénico severo, disminuye la mortalidad y el riesgo de infecciones nosocomiales.

 

  • Acortar la duración de la ventilación mecánica: se ha identificado la duración de la VM con el desarrollo de NAV. Básicamente se puede lograr esto con la aplicación de protocolos de sedación y de retirada de la VM.

 

  • Niveles de cuidados apropiados:  el hecho de delegar los cuidados necesarios para evitar infecciones vinculadas al paciente intubado y/o ventilado a personal carente de conocimientos,  parece estar vinculado a mayor número de NAV. El entrenamiento parece ser una buena medida para evitar estas cuestiones.

 

  • Succión subglótica: las secreciones que se acumulan por encima del manguito del tubo endotraqueal (TE) pueden pasar al tracto respiratorio inferior, por lo que parecería apropiado que la aspiración de las mismas (“lago faringeo”) ayude a prevenir infecciones respiratorias. Existen cuatro estudios donde se observó que el uso de un TE con un sistema de aspiración subglótico continuo puede disminuir la incidencia de NAV, pero ninguno de ellos demostró disminución de la mortalidad, de la estadía en UTI ó de la duración de la VM.

 

  • Intubación oral:  la intubación nasal ha sido relacionada con mayor número de NIH, al igual que el uso de sondas de alimentación por vía nasal. Esto se debe  al impedimento de la eliminación de secreciones de los senos paranasales, favoreciendo la infección y posterior aspiración de secreciones infectadas. Por lo tanto se recomienda el uso de la vía oral para la colocación de TE y sondas de alimentación.

 

  • Evitar la manipulación innecesaria del circuito del respirador:  no se ha podido demostrar que el cambio frecuente de las tubuladuras del ventilador se asocie  a una menor incidencia de NAV. El CDC ha recomendado dicha conducta cuando se observe en el circuito la presencia de sangre ó secreciones.

 

  • Drenaje del condensado de las tubuladuras y uso de humidificadores / calentadores:  el agua condensada en las tubuladuras puede contaminarse y constituirse en un reservorio para la diseminación de patógenos. Se aconseja drenar el agua condensada en las tubuladuras con guantes, abriendo el circuito del ventilador con cuidado para volcar el condensado en un recipiente abierto evitando tocar los extremos del circuito con el contenedor y luego reconectar la tubuladura con cuidado. El contenido del recipiente debe ser a su vez volcado en un reservorio cerrado para su posterior eliminación y debe ser de uso individual. No se debe volcar en un adminículo de uso habitual para residuos comunes y evitar que tome contacto con el piso. El uso de intercambiadores de calor y humedad (“nariz artificial”) en lugar de los humidificadores puede disminuir el porcentaje de NAV. Por lo menos en un trabajo se demostró que esta estrategia disminuía la incidencia de neumonías tardías asociadas al ventilador.

 

  • Posición de la cabecera de la cama:  en pacientes ventilados, la posición supina ha demostrado ser un factor de riesgo independiente para el desarrollo de NAV. Estudios con radiomarcadores en las soluciones de alimentación enteral en pacientes en decúbito dorsal demostraron mayor incidencia de aspiración de contenido gástrico que en pacientes en los cuales la cabecera de la cama se encontraba en parcialmente elevada. Un estudio demostró una marcada disminución en la aparición de NAV cuando los pacientes eran colocados a 45º y una tendencia a disminución de la mortalidad. Los pacientes en decúbito supino con alimentación enteral tienen mayor riesgo de NAV.

 

  • Evitar grandes volúmenes gástricos:  algunos estudios han demostrado que la aspiración de contenido gástrico se asocia con NAV, por lo que evitar la distensión gástrica parece ser una medida apropiada. Algunas de las estrategias destinadas a impedir la distensión del estómago pueden ser: evitar opiáceos y anticolinérgicos, monitoreo del residuo gástrico antes de cada ración de alimento, uso de drogas gastrocinéticas, administrar el alimento en el yeyuno en lugar del estómago y  utilizar sondas de alimentación de diámetros pequeños. Recientes trabajos han demostrado que el uso de alimentación por sondas yeyunales comparado con la alimentación por sondas gástricas han demostrado menor incidencia de reflujo gastroesofágico,  incremento del  aporte de calorías y proteínas, un tiempo mas corto para alcanzar la dosis preestablecida de alimentación y menor incidencia de NAV.  No obstante en otros trabajos se ha demostrado que el retardo en el inicio de la alimentación, se ha relacionado con un efecto preventivo en la aparición de NHIA/NAV.

 

  • Prevención del desarrollo de biofilm: cuando algunas bacterias se depositan en la superficie de dispositivos tales como la superficie del TE forman una película denominada biofilm, a través de la regulación de genes que forman una matriz. Ciertos microorganismos, tales como Pseudomona Au. tienen mayor capacidad de desarrollar biofilm, especialmente en presencia de alteraciones estructurales de la vía aérea como sucede en la fibrosis quística. Ciertas estrategias como el uso de coberturas que impiden la adherencia de microorganismos ó la nebulización de ATB, no han sido sometidos a estudios de investigación clínica para demostrar su eficacia en prevenir NAV.

 

  • Lavado y desinfección de manos:   las manos del personal asistencial frecuentemente se contaminan y colonizan con bacilos Gram negativos y St. au razón por lo que la transmisión cruzada de los mismos es frecuente cuando se procede a la manipulación del circuito del ventilador ó TE y aspiración de secreciones. El lavado cuidadoso de manos y posterior uso del alcohol evitan la transmisión cruzada entre pacientes de patógenos.

 
Índice
Introducción
Patogénesis
Patógenos
Estrategias no  farmacológicas
Estrategias farmacológicas
Comentarios finales
Bibliografía
 
 
 

 

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