Factores de riesgo no tradicionales asociados al HIV
El consumo de cocaína es un problema sanitario importante en los pacientes con infección por HIV, en quienes este hábito se halla presente con mayor frecuencia que en la población general.En EEUU, por ejemplo, la prevalencia de consumo de cocaína en estas personas es de aproximadamente 25%.19 Esto puede deberse probablemente a que la inyección de cocaína es un factorde riesgo conocido para adquirir la infección por HIV.20-21Las personas que consumen esta droga tienen una incidencia mayor de ECV, incluyendo angina de pecho, infarto agudo de miocardio, cardiomiopatía, muerte súbita de causa cardíaca e hipertensión. Además, estudios in vitro han demostrado que la cocaína causa defectos estructurales en las células endoteliales, lo que aumenta su permeabilidad a las lipoproteínas de baja densidad(LDL), así como un incremento de la expresiónde moléculas de adhesión endoteliales y dela migración de los leucocitos, todos ellos efectos asociados con la progresión de la enfermedad aterosclerótica. Un trabajo realizado por Lai et al22 publicado en 2005 usó imágenes de Tomografía Computarizada (TC) para detectar la presencia de calcificación coronaria y el número, tamaño y volumen de los depósitos de calcio en 192 personas de 25 a 45 años. De ellos, 32 participantes no tenían infección por HIV y nunca habían consumido cocaína [HIV-/cocaína-], 28 tenían la infección pero no consumían cocaína [HIV+/cocaína-], 47 no estaban infectados y consumían cocaína [HIV-/cocaína+], y 85 tenían ambas enfermedades [HIV+/cocaína+]. Los resultados revelaron la calcificación coronaria en casi un tercio (31 %) de los participantes, con una prevalencia dos veces mayor en pacientes [HIV+/cocaína+] (37,4%) que en el grupo [HIV-/cocaína-] (18,8%). En los otros dos grupos, la proporción de participantes con calcificaciones fue intermedia, del 28,8% de los pacientes [HIV+/cocaína-]y del 29,8% de los [HIV-/cocaína+].Figura 1 Como puede observarse, parte del RCV puede atribuirse al efecto de esta sustancia, que no se encuentra considerada en la mayoría de los estudios sobre el tema.
Otra condición que suele observarse con mayor frecuencia en los pacientes con infección por HIV que en la población general es la co-infección por el virus de la hepatitis C (VHC). Se estima que un 30% de los todos los pacientes portadores de HIV están crónicamente infectados con VHC, sin embargo esto varía según la ruta de infección predominante: entre los usuarios de drogas endovenosas la prevalencia alcanza el 80-90%.23La infección por HIV modifica la historia natural de la hepatitis C. La probabilidad de contagio por vía sexual es mayor, y la posibilidad de cronicidad de la infección luego de una infección aguda es más alta y la evolución hacia formas más avanzadas de fibrosis y cirrosis también se acelera en pacientes co-infectados.24A la inversa, la infección por VHC también parece influir en la evolución de la infección por HIV. Se ha demostrado que estos pacientes tienen un mayor riesgo de ECV, en relación a los pacientes con HIV pero sin confección.25Si bien no se conoce el mecanismo íntimo del fenómeno, queda claro que es necesario considerar esta circunstancia para valorar de forma completa el RCV en esta población de pacientes.