Metaanálisis sobre el impacto de las complicaciones
cardíacas en la evolución sucesiva a una hemorragia
aneurismática subaracnoidea
Impact of cardiac complications on outcome after
aneurysmal subarachnoid hemorrhage: a meta-analysis.
I.A.C. van der Bilt, D. Hasan, W. P. Vandertop, A. A.M.
Wilde, A. Algra, F. C. Visser and G. J.E. Rinkel
Neurology 2009; 72(7): 635-42.
Este trabajo de revisión evalúa la importancia de
distintas anormalidades cardíacas, como indicadores de
mala evolución en pacientes afectados por una hemorragia
subaracnoidea de causa aneurismática.
Se consideró que constituían anormalidades de carácter
cardíaco
a) los cambios en el ECG;
b) la presencia de disfunción diastólica;
c) la de anormalidades en la motilidad parietal,
determinadas por ecocardiografía;
d) los niveles elevados de péptido natriurético cerebral
y prohormona N-terminal (NT-proPNC);
e) la evidencia bioquímica de daño miocárdico (elevación
de los niveles de troponina o de CPK mb).
A través de PubMed, fueron seleccionados estudios
publicados entre 1960 y 2007, en los que se comunicara
la evolución clínica de pacientes que hubieran sufrido
hemorragia subaracnoidea aneurismática, con especial
cuidado por la incidencia de anormalidades cardíacas y
de isquemia cerebral retardada.
La hemorragia subaracnoidea debía haber sido comprobada
por tomografía computarizada o examen del líquido
cefalorraquídeo.
Se extrajeron los datos demográficos y clínicos
pertinentes. La principal característica examinada fue
la mala evolución, considerando como tal a la muerte o
un grado severo de dependencia, medido por la escala de
Glasgow (3 puntos o menos) o por la escala modificada de
Rankin (más de 3 puntos).
A partir de estos criterios de selección se consideraron
25 estudios con 2690 pacientes (edad media, 53 años; el
35% eran varones). Los resultados que informan son:
·
En relación con la MORTALIDAD, el riesgo relativo (RR)
fue de 0,6 en los pacientes con bradicardia, de 1,8 en
los que presentaban anormalidades en la onda T, de 1,9
en los que tenían anormalidades de la motilidad parietal
(RR 1,9), de 2,0 en aquellos con troponina elevada, de
2,1 en aquellos con depresiones del segmento ST, de 2,9
en los que tenían ondas Q, de 3,9 en los que presentaban
taquicardia y de 11,1 en los que tenían niveles elevados
de péptido natriurético cerebral. Todas las diferencias
indicadas son estadísticamente significativas.
·
La MALA EVOLUCIÓN en general se asoció con niveles
elevados de troponina y de CPK (para ambos, RR de 2,3),
así como con depresión del segmento ST (RR de 2,4). Las
diferencias son estadísticamente significativas.
·
La aparición de ISQUEMIA CEREBRAL RETARDADA se asoció
con anormalidades en la motilidad parietal (RR 2,1),
depresión del segmento ST (RR 2,4), niveles elevados de
CPK mb (RR 2,9) y de troponina (RR 3,2), y niveles
también elevados de péptido natriurético cerebral (RR
4,5). Las diferencias resultan estadísticamente
significativas.
En conclusión, en pacientes que han sufrido hemorragias
subaracnoideas aneurismáticas, la presencia de
anormalidades cardíacas se relaciona de manera
significativa con mayor riesgo de muerte, mala evolución
en general y aparición de isquemia cerebral retardada.
Comentario:
Dr. Ramón Ferro – Medico especialista en Neurología –
Hospital de la Villa de Merlo – San Luis |