Introducción
La melatonina (N- acetil-5- metoxitriptamina) {MT} es
una molécula ampliamente distribuida entre los seres
vivos, fue identificada por primera vez por Lemer y
colaboradores en 1958 donde se asoció la relación entre
la secreción de MT y la calidad de sueño. Llamada la “hormona
de la oscuridad“ es sintetizada a partir del
neurotransmisor serotonina por los pinealocitos en la
hipófisis, en menor cantidad en la retina, sistema
gastrointestinal, piel, huesos y medula ósea; su
síntesis es depende de la biodisponibilidad del
triptófano.
Regula
una gran variedad de procesos fisiológicos incluyendo
funciones cardiovasculares, circadianas, neuroendócrinas,
neurofisiológicas y potencializa al sistema inmune.
Su liberación sanguínea depende del ciclo circadiano y
es un proceso de fototransducción, que se estimula en la
oscuridad a través del ojo, enviando señales nerviosas
por el tracto retinohipotalámico, pasando por el
núcleo supraquiasmático,
con salida a la médula por el
ganglio cervical superior
y de allí finalmente a la hipófisis.1
La secreción de MT se produce principalmente durante la
oscuridad y existe además un ritmo estacional debido a
las diferentes condiciones luminosas durante las
estaciones del año: en invierno se produce y se libera
MT en la sangre durante un mayor lapso de tiempo que en
verano.
Muestra
concentraciones altas por la noche y casi indetectables
durante el día.
La producción de MT en humanos es aproximadamente de
28.8μg/día, tiene una vida media corta de 20minutos en
promedio.
El ritmo circadiano aparece alrededor del tercer mes de
vida. Aumentando paulatinamente los niveles séricos de
MT, con los que inician los ritmos circadianos. A través
del tiempo ésta va en decremento. Por lo tanto, las
personas mayores tienen menos concentraciones que las
personas jóvenes, en los que se observan niveles de MT
12 veces mayores.2
Es el marcapasos o “Zeitgeber” 3
del cuerpo humano exclusivamente implicado en
señalización del tiempo de día y tiempo del año.
Existen receptores de la MT, de tipo neural en el
hipocampo,
núcleo supraquiasmático,
hipófisis,
en la capa flexiforme interna de la
retina, que afectan a los ritmos circadianos y
receptores de tipo no neural que afectan a la función
reproductora ya que se encuentran en gónadas, intestino,
vasos sanguíneos y células inmunes. Los receptores de MT
parecen ser importantes en los mecanismos de aprendizaje
y memoria en ratones y esta substancia puede alterar los
procesos electrofisiológicos asociados con la memoria.
Los receptores de melatonina pueden clasificarse en MT1
y MT2. Los receptores MT1 son de alta afinidad y están
acoplados a proteína G, los MT2 son de baja afinidad y
no poseen distribución cerebral específica. Los
receptores MT1 pueden dividirse en los mamíferos en dos
subtipos: Mel 1a y Mel 1b ambos subtipos en interacción
con la proteína G, inhiben la adenilciclasa y la
producción de AMPc.
La activación de cada subtipo tiene un papel importante
en la regulación del sueño y del ciclo vigilia-sueño.
Los receptores MT1 4, 5 regulan el
inicio del sueño mientras que los receptores MT2 regulan
los cambios de fases del ciclo circadiano. La serotonina
se convierte en MT por medio de dos procesos que
involucran la actividad de N-acetil transferasa y
hidroxindol-O-metil transferasa. Es soluble en lípidos y
agua lo que facilita su paso a través de las membranas
celulares. Su catabolismo se lleva a cabo en el hígado y
los metabolitos son excretados como 6- sultatoxi-melatonina
(6-S_MT) y conjugados de glucorónidos.
Se han estudiado múltiples efectos de la melatonina,
entre estos se encuentra el facilitar el inicio del
sueño y la calidad de este, como anticonvulsivante6,
efectos antinociceptivos y sus posibles efectos contra
el cáncer, por disminución en la proliferación celular
ya que se han encontrando niveles menores de melatonina
en aquellos pacientes que tienen tumores, aunque su
efecto no ha sido consistente y su uso de forma
terapéutica en el fenómeno jet lag (síndrome del
cambio rápido de zona horaria o síndrome transoceánico).
Otros estudios también han concluido que la
administración de MT en mujeres perimenopáusicas produce
una mejoría en el funcionamiento de la tiroides y
niveles de
gonadotropinas,
así como una restauración de la fertilidad y la
menstruación previniendo la depresión asociada con la
menopausia7.